Es curioso, pero rara vez hemos escuchado por parte del Gobernador de Nueva Esparta, Morel Rodríguez algún tipo de señalamiento o declaración en torno de problemas o denuncias que hayan sido efectuadas por la colectividad, o de algún “loco” (por cierto, adjetivo con el cual nos distingue públicamente la “revolucionaria consultora jurídica” de la zona educativa) como suele llamarnos el autodenominado “Director General Sectorial de Educación” en sus programas radiales.
Así habrán sido los términos ignorantes, despreciativos, prepotentes, y de máximo costo político que ha realizado el flamante Director de “Educación” en contra del magisterio neoespartano, que en esta oportunidad, ante los robos, destrozos e impune vandalismo persistente en los planteles, fue el propio Gobernador quien salió a “comunicarnos” la razón por la cual las instituciones educativas, es decir, estudiantes, docentes y comunidades debemos aceptar que las escuelas y liceos se encuentren bajo el dominio de la delincuencia. El Gobernador en una síntesis de “experticia policial” atina a decir: “No tenemos personal para vigilar las escuelas”.
Reconozco que el área policial presenta un déficit de funcionarios; pero eso no quita responsabilidad al ejecutivo regional sobre una delincuencia desbordada en los cuatro puntos cardinales de Margarita y Coche; máxime si evaluamos que nuestra condición de insularidad prohíbe a los delincuentes que se roban unas cuantas computadoras, material pedagógico o de complemento educativo trasladarse hasta otros estados con motines pertenecientes a nuestros niños y niñas, o de ciudadanos comunes quienes se ven forzados a entregar sus pertenencias, e incluso ser asesinados, sin que exista respuesta de la policía regional en atención del desmantelamiento de “espacios naturales”, “talleres” o “centros de esparcimiento” convertidos en sitios de acopio para el “mercado negro”. El Gobernador con semejante declaración no sólo demuestra su incapacidad para reorganizar la policía; sino que pareciera que no ve a su alrededor cómo los funcionarios policiales de guardia, custodian centros comerciales, “galleras” o edificios abandonados (vía La Isleta). En otras palabras, la priorización en la custodia de la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes parecen no ser parte del plan del gobierno regional.
Del mismo modo, el Director de "Educación” no puede agachar la cabeza. En la praxis que el Gobernador declare por él, es evidente que está siendo relevado de su cargo, razón por la cual, ante el desastre y pésimo momento que vive la educación neoespartana, su renuncia o destitución efectiva resulta impostergable. ¿Acaso piensa el Gobernador que su emplazamiento a las comunidades de Nueva Esparta para colaborar con el resguardo de las instituciones educativas puede hacerse efectivo con Manuel Ávila al frente de este despacho? ¿Qué piensa “Morelito” (hijo del Gobernador y candidato a la Asamblea Nacional) sobre el particular?, quien por cierto, también intenta confundirnos al decir que despidió al Director de “Educación” como su jefe de campaña electoral.
Malograda se encuentra la educación adscrita al ejecutivo regional. Necesaria la intervención de la policía regional y la designación de una autoridad única en educación comprometida con los intereses de de la seguridad y la preeminencia de los Derechos Colectivos y Difusos de los niños, niñas y adolescentes de Nueva Esparta.
(*) Coordinador Regional de Defensorías Educativas de Nueva Esparta
javiervivas_santana@yahoo.com
