Universidades autónomas y su complicidad con el pasado

Las universidades autónomas y privadas sencillamente no han tenido el mínimo de voluntad para ponerse a tono con la vigente Ley Orgánica de Educación. Concretamente en lo que se refiere al proceso de democratización interna, los Consejos Universitarios como máximo y elitesco organismo de decisión han perdido la oportunidad histórica de propiciar un proceso de autoevaluación y revisión que a esta altura, y seguramente valiéndose de la trajinada autonomía, les hubiese permitido actualizarse, acoplarse o acomodarse a los principios establecidos en la Constitución nacional y en la LOE.

El tema se actualiza para quienes saben muy bien que en las venideras semanas o meses deben convocar a elecciones. Entre impugnaciones y decisiones de los organismos jurisdiccionales ya no hay tiempo para seguir vacilando y agarrándose de reglamentos internos que fueron hechos a la medida de quienes han sido su dirección durante las últimas décadas. Ya el Tribunal Supremo de Justicia ha señalado el camino a seguir por quienes pretenden seguir repitiendo procesos que discriminan a la comunidad universitaria, desdibujando su actualizada condición constitucional y la clara práctica participativa que reivindica la Revolución Bolivariana.

Hubiese sido interesante, ejemplar e histórico que todos esos Consejos Universitarios en conocimiento de una Ley Orgánica que les obliga a legislar nuevas apreciaciones del proceso educativo y de elecciones internas se hubiesen avocado de inmediato a la revisión interna que hoy es deuda. Prefirieron pasar agachados y hacerse los locos. Porque además, para ello contaron con una Asamblea Nacional y un Ministerio de Educación Superior que han estado mirando para otro lado y sobre los cuales indudablemente recae responsabilidad.

Como referencia particular el Consejo Universitario de la de Oriente, la UDO, aprobó, eso sí, la reelección interna. Antes, la Asociación Venezolanas de Rectores, AVERU, había rechazado mediante comunicado público la reelección presidencial. Ahí se sumó el voto de la UDO, por supuesto. Que bueno sería que el C.U. de la UDO, UCV, ULA, Carabobo, LUZ y las privadas se atrevieran a ponerse a tono con la L.O.E. y dar el paso de la democratización. Está claro, no hay tiempos para evasivas, subterfugios, inventos ni tácticas dilatorias. Tampoco valdrán los atajos. Corren o se encaraman. Lo cívico e inteligente es abonar y despejar el camino para abrir paso a la nueva universidad. Abierta, popular y democrática.


juan_azocar@hotmail.com


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Juan Azócar


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