Todos los otrora, y actuales estudiantes, de la Universidad de los Andes, queremos sentirnos orgullosos de haber formado, y estar formando parte de esta Universidad venezolana, queremos sentirnos orgullosos de haber sido, y ser uno más dentro de la Universidad de los Andes (ULA). Pero no es así. Resulta irónico que en la Universidad de los Andes (ULA) actualmente los estudiantes no se puedan expresar libremente sin escuchar abucheos e insultos, símbolo de la intolerancia más oscura y cerrada. Los estudiantes ulandino, se ven privados de un elemento tan importante de nuestra formación como es el sano intercambio de ideas y han de soportar el rechazo y el odio de aquellos que, escudados en ciertos valores que consideran imprescindibles, los abandonan y se echan sobre el diferente, sobre la diversidad, sobre la pluralidad, sobre la libertad, pero esto no ha sido puesto en practica nada más por la Universidad de los Andes (ULA), este libreto imperial lo ejecutan las universidades, en donde estudiaron, y estudian estudiantes revolucionarios, progresistas y de conciencia humanista, en pro de la defensa de las verdaderas reivindicaciones estudiantiles, y en donde un gran número de estos estudiantes murieron en combate por estas reivindicaciones.
Pero lo que nos parece más ofensivo es la cagada que están poniendo unos “estudiantes” pertenecientes al movimiento 13; movimiento este que tiene como “líder” a un delincuente involucrado en delitos que van desde homicidio hasta violación; se acuerdan ustedes camaradas del testimonio de la ex funcionaria policial Sofía Aguilar, silenciado por los medios de comunicación golpistas privados, muestra una de las acciones cometidas por Nixon Moreno en los disturbios de la Universidad de Los Andes el 24 de mayo de 2006. “Yo les supliqué que no me hicieran eso, pero después de desnudarme me arañaron el pecho y las piernas. Luego dijeron que no valía la pena hacerme nada. Que más bien buscarían unos palos para violarme”. En su denuncia, interpuesta ante el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), donde acusa a Nixon Moreno de intentar violarla, Aguilar identifica a esta misma persona como el responsable de disparar contra un funcionario policial que la acompañaba. Acciones como estas son realizadas en reiteradas oportunidades por sujetos pertenecientes al movimiento 13 de Marzo en el estado Mérida. No existen manifestación en Mérida convocadas por estos “estudiantes” donde no vaya acompañado de actos violentos, antidemocráticos, insultos, amenazas y la apología ultraderechista estampada en cada movilización, recordándole a los merideños y a los que hacemos vida en el estado Mérida en todo momento lo que esto significa: No te atrevas a pensar de un modo distinto.
El “señor” Rector Bonucci (lo de señor es un decir, como dice el camarada Alberto Nolia) dice en una declaraciones “es motivo de tristeza que estos jóvenes hayan llegado al extremo de coser sus labios, están atentando contra sus vidas, se trata de situación penosa que lamento sinceramente”, la situación penosa que lamentamos Bonucci, es el burdo papel de lameculo del imperio que usted esta desarrollando desde el rectorado de nuestra ULA, “señor” Rector Bonucci cumpla su función. “Señor” Rector Bonucci sabemos que usted tiene metidas sus manos hasta el fondo, en esta Juerga de Cachitos. “Señor” Rector Bonucci, no sea laxo con unos y rígido con otros. “Señor” Rector Bonucci, ponga fin a la permisividad. “Señor” Rector Bonucci, convierta esta Universidad en la universidad que todos los merideños queremos: Un foro de libre intercambio de ideas basado en la tolerancia y el respeto. “Señor” Rector Bonucci, cumpla su función porque donde impera la razón, no entra la estupidez.
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Patria Socialista o Muerte estamos Venciendo.
