La huelga de hambre de los estudianticos SIFRINOS, hijitos de paito y maita, nalgas al aire y manitas blancas, quienes se ubicaban a las puertas del PNUD, tenía como única intención un orquestado chantaje político mediante un llamado de atención a organismos internacionales, con la complicidad del oposicionismo venezolano y bajo las órdenes del Departamento de Estado de EE.UU, con el obsesivo objetivo final de "salir de Chávez".
En tal sentido, parecía obvio suponer que la mejor respuesta de las autoridades universitarias, del Gobierno Bolivariano y de las organizaciones estudiantiles y sindicales de trabajadores docentes, administrativos y obreros revolucionarias era continuar apostando por el diálogo con todos los factores universitarios responsables y preocupados por el bienestar del país, y desestimar las perversas intenciones de los traidores a la patria, ya que el grupo de huelguistas y estudiantes oposicionistas solo respondía a intereses foráneos.
Desafortunadamente no fue así, el Gobierno Paralelo Antibolivariano, representado por un equipo de practicantes del burocratismo contrarrevolucionario del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, sin ética socialista alguna, negoció entre gallos y medianoche, con los apátridas pitiyankis, unas reivindicaciones laborales que ya habían sido conquistadas y acordadas con los factores sindicales y estudiantiles revolucionarios, para atribuírselas deliberadamente a los huelguistas golpistas, permitiendo de esa manera nada menos que la institucionalización de la huelga de hambre contrarrevolucionaria por "quítame esta paja" , como bien dice Saul Molina en sus Pildoritas: http://www.aporrea.org/actualidad/a120368.html.
¡Bueno pues, ¡que Dios no agarre confesados!
Patria Socialista o Muerte, Venceremos
(*) Trabajador jubilado del mppctii, Militante del PSUV
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