Este 21 de noviembre se cumplen 53 años de la creación de la Universidad de Oriente. Este acontecimiento que impactó el oriente venezolano ocurrió el 1958, mediante Decreto de Ley número 459 dictado por la Junta de Gobierno presidida por el Dr. Edgar Sanabria, siendo Ministro de Educación el Dr. Rafael Pizani. Sus funciones académicas las inicia el 12 de febrero de 1960 en la ciudad de Cumaná con la modalidad de los Cursos Básicos, para posteriormente proseguir con las carreras profesionales. Su primer rector fue el Dr. Luis Manuel Peñalver.
A partir de aquella fecha la UDO comenzó a irradiarse por todo el oriente venezolano. Años tras años se fueron creando los Núcleos en los estados Monagas (octubre 1961), Bolívar (enero 1962), Anzoátegui (enero 1963) y Nueva Esparta (enero1969). Se define la UDO como “un sistema de educación superior al servicio del país, con objetivos comunes a las demás universidades venezolanas y del mundo…asumiendo así la responsabilidad de la educación universitaria y desde su inicio como motor fundamental del desarrollo integral en toda la región insular, nororiental y sur del país…”
Es bien cierto. La creación fue un hecho trascendental. Un acontecimiento y estremecimiento para toda una región que convivía en la ruralidad y el nulo escaso de su juventud a la educación superior, a menos que los pudientes y sacrificados tuviesen que emigrar a Caracas u otras ciudades. No nos equivocamos si hablamos de un hecho revolucionario, porque así fue. Se abrieron puertas y ventanas para los sueños de educarse profesionalmente. Hoy podemos decir que todo el territorio oriental y más allá, está sembrado y regado de excelentes profesionales egresados de la UDO.
Pero a propósito de este aniversario queremos puntualizar lo siguiente: La UDO vive hoy un notorio estancamiento en sus estructuras académicas, administrativas y de servicios. Se quedó en el tiempo. No le ha sacado provecho a su condición de Universidad Autónoma, al punto que su reglamentación interna, no ha sido revisada desde hace más de 30 años, lo cual dice mucho de una institución que hoy supera los 80 mil estudiantes. Sus estructuras físicas o campus ya no soportan una matrícula cada vez más exigente. Tal es así, que los baños de ayer se convirtieron en oficinas y salones de clase.
La UDO también se vino a menos en su capacidad de lucha. El movimiento estudiantil y de trabajadores se olvidaron y alejaron de las luchas del pueblo. Y peor aún, hasta de sus mismas reivindicaciones académicas. El ejemplo más vergonzozo es la “nueva” bibleoteca del Núcleo de Sucre que ya cumple 30 años “en construcción”. Y sigue ahí como monumento a la desidia gubernamental y bofetada para unos universitarios que no la sienten
Finalmente, el conglomerado udista, y de manera especial sus autoridades siguen contemplando de lejos (o por encima del hombro) un proceso revolucionario que incide y cambia su entorno. Decimos que estamos a tiempo. A sus 53 años la UDO está obligada a revisarse toda.
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