El viernes 14 de junio del 2013, en los espacios del Salón Simón Bolívar, de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Vicerrectorado de Producción Animal del estado Portuguesa, Guanare (UNELLEZ-VPA), se llevó a cabo, en el marco de un trabajo de Extensión de la Escuela de Derecho, del Programa Ciencias Sociales, el Ier Foro de Actualización en Bioética, Biotecnología y Derechos Humanos, que estuvo coordinado por el Vicerrector, profesor Adolfo Paredes, el Jefe de Programa Ciencias Sociales, profesor Sotero Varillas y el profesor Germán Fernández; quienes lograron combinar una serie de voces calificadas que no sólo elevaron el nivel de discusión del tema, sino que terminó por constituirse en el primer antecedente que diera cuerpo al Comité de Bioética en esta región de Occidente.
En el evento estuvo la brillante intervención del Comandante Gobernador Wilmar Castro Soteldo, quien describió y explicó el trayecto que hizo posible introducir el tema de la bioética en el proceso Constituyente que dio nacimiento a la Constitución de 1999, en la cual él fue protagonista como representante del estado Portuguesa. El paneo de información y detalles de carácter ideológico y conceptual que dio, abrió brechas significativas para comprender mejor el papel del Estado en la regulación de la investigación con fines de salvaguardar la salud y el medio ambiente. Sobre todo, destacando la importancia del artículo 184 de la Constitución Bolivariana, que da origen al reconocimiento de la vida y de la calidad de la vida como precepto fundamental en la concepción del hombre moderno. Igualmente participó la Dra. María Elena Battaglia, excelente oradora y mujer de amplio conocimiento en el tema de la biotecnología, aportando una visión crítica acerca de las investigaciones en el campo de la medicina y en lo cercano a la violación de preceptos de ley que se está en procedimientos tan normales como la inseminación artificial, o la concepción del genoma humano como un mapa descriptivo de un homo sapiens superior, cuando en realidad es un ser con amplios abismos de imperfección que es necesario cuidar para contrarrestar la vulnerabilidad a que está expuesto el ser humano.
Luego vino la intervención de quien escribe, ahondando en la concepción moderna de la bioética y su relación con los derechos humanos. En Venezuela, se expresó, la bioética y los derechos humanos están enmarcados en lo descrito en “Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos” (UNESCO, 2005), y en la postura de crear escenarios para un diálogo que permita comprender en papel de la ética en la relación Ciencia y Vida. Junto con la Declaración, la Conferencia General de la UNESCO aprobó una resolución en la que instaba a los Estados Miembros a hacer todo lo posible para poner en práctica los principios enunciados en la Declaración e invitaba a adoptar las medidas apropiadas para velar por la aplicación del texto, lo que comprende darle una difusión lo más amplia posible.
En el mundo académico actual, para profundizar el tema y ampliar su espectro hacia potenciales investigaciones en el área de la bioética y los derechos humanos, se informó que se ha fortalecido la Red de Bioética de la UNESCO, así como el Instituto Borjas de Bioética, de la Universidad Ramón Llull (Barcelona-España); y en Venezuela el Centro Nacional de Bioética (CENABI), de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, conjuntamente con la Asociación Venezolana de Médicos Católicos (AVEMECA), han promovido la creación, tal cual orientó la Declaración de la UNESCO en el 2005, de más de treinta Comité de Bioética, para la concientización en el tema y para la producción de nuevo conocimiento que desde una postura ética regule los alcances de las investigaciones en la medicina moderna y la tecnociencia.
La intervención del profesor Germán Fernández fue muy oportuna, porque no sólo vino a reafirmar criterios en cuanto a que la bioética constituye en este siglo una condición de posibilidad de futuro y de decisiones prudentes ante los dilemas de la vida en los que el ser humano, la naturaleza, y la ciencia se encuentran en juego, para valorizar y promover la vida y la dignidad del ser humano como principios apodícticos; así como que la bioética ha comenzado a ser considerada como un eje trasversal de la formación, en combinación con la técnica y la praxis, que discurre entre el derecho del enfermo, fortaleciendo la ética del ejercicio profesional en defensa del ambiente y del progreso científico, en el marco axiológico y socio-político. Sino que vino a motivar la creación de una cátedra libre que abriera el camino a la formalización, en la UNELLEZ-VPA, Programa Ciencias Sociales, de un Comité de Bioética. La idea ya anda suelta sólo falta formalizarla, darle cuerpo institucional, pero ya existe. Nació el catorce de junio del dos mil trece.
Por último, el evento concluyó con la percepción de que la bioética deberá propiciar un diálogo plural interdisciplinario y constructivo que permita, a quienes tengan la oportunidad de reflexionar sobre la vida, el ir creciendo en una concienciación integral de su experiencia humana fundamentada en la dignidad de la persona como una condición sine qua non y en el valor de la vida para la existencia del ser, en sus tradiciones culturales y creencias.
Sólo una última reflexión: ¿qué universidad nacional o autónoma, en plena crisis, ha logrado tanto con tan solamente, hasta el momento, la voluntad de políticos inteligentes (como Castro Soteldo), con académicos de vocación (Paredes-Varillas-Battaglia-Azócar-Fernández) y con un estudiantado serio, disciplinado, convencidos de su papel ante la historia y ante el compromiso profesional que les tocará asumir? Hay una frase que se aplica mucho en lo penal, pero sirve para la vida cotidiana también: “…a confesión de partes, relevo de pruebas….” Lo que quiere decir es que si una parte expresa algo que lo culpa de lo que era acusado, las pruebas ya no tienen valor; hemos confesado que somos culpables de hacer academia…No hace falta mayores consideraciones para probarlo.