Los Rectores de las universidades han pasado la raya dos veces

Nuevamente los Rectores de las universidades pasaron la raya que limita los campos de la sindéresis y la politiquería barata. Ellos prefirieron navegar en la corriente que les impuso la dirigencia de la oposición luego de las elecciones del 14 de abril, es decir el plan desestabilizador diseñado y sustentado en el acaparamiento de alimentos y en el paro de actividades académicas en las universidades que controlan. Los Rectores, cual operadores políticos de los partidos de la oposición, aúpan y dirigen la paralización de las instituciones universitarias hasta llevarlas al terreno donde predomina actualmente la insensatez y la politiquería. A ninguno de los Rectores se les ha oído llamar a clases, como lo haría cualquier gerente responsable luego que el Estado y los trabajadores universitarios han llegado a acuerdos salariales. Ahora dicen que el problema es el presupuesto deficitario, cuando ellos mismos saben que se les ha venido entregando a tiempo el dozavo correspondiente. Buscan argumentos insostenibles desde el punto de vista institucional, sus planteamientos no son de Rectores Magnánimos, son de unos voceros que alientan el descontento que pretende generalizar la MUD y se convierten en simples activistas politiqueros sin importarles el costo que significa mantener a los estudiantes sin clases.

Sin embargo, hay que reconocerles su coherencia, ya durante el golpe de estado estos mismos personajes acompañaron a Pedro Carmona Estanga y apostaron por el derrocamiento del Presidente Chávez. Esa fue la primera vez que pasaron la raya, de golpistas pasan ahora a saboteadores. Es claro que son promotores contra revolucionarios y rechazan formas de diálogo para la coexistencia pacífica. Sus reductos, como son las universidades, las utilizaron en el pasado como espacio para su clientela política y con esos focos y la resonancia mediática quieren boicotear el gobierno del Presidente Nicolás Maduro. Estos Rectores, algunos con más de 15 años como autoridades, se han puesto al margen de la institucionalidad nuevamente. Además de no acatar la Ley Orgánica de Educación para impedir el ejercicio de la democracia en las universidades ahora anotan en su prontuario su experticia en sabotaje e ineptitud para dirigir con fines académicos y científicos las universidades.

Ante estas tropelías rectorales, la palabra la tiene el Ministerio de Educación Universitaria. Hay que encarar a estos ciudadanos. Hay que hacer valer la razón revolucionaria contra los intereses oscuros de estos sectores. ¿Cómo lo hacían ellos en momentos críticos? Destituían rectores y allanaban universidades. Nosotros así no lo haremos, pero apliquemos las leyes. Estos Rectores están en desacato al derecho al estudio, al trabajo y a los principios constitucionales.

La primera vez que la oposición pasó la raya, el pueblo en la calle los derrotó y restituyó al Comandante Chávez en el gobierno. En esta oportunidad el Estado tiene que actuar, el pueblo así lo exige y reclama no más impunidad para los rectores guarimberos.


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Salvador Camacho


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