Al mencionado artículo escrito por Heriberto Rivera “El desastre del PAE o como se desvalija a una nación”, debo señalar algunas informaciones que el articulista no toco, supongo que será porque no las conoce o puedo inferir que en cada estado las situaciones son diferentes.
En el estado Zulia, desde hace varios años se dejo de trabajar con alianzas de Cooperativas, (por lo menos en gran parte del estado), los alimentos son suministrados por MERCAL y PDVAL. Todo suena muy bonito pero los que verdaderamente estamos con el tan nombrado programa sabemos las calamidades que este acarrea.
Los días lunes, comienza el calvario para buscar el dinero del transporte, ya que, el despacho se hace desde las oficinas de las empresas señaladas. Llega el día martes, y el Enlace PAE debe ir a esperar que el encargado realice las facturas, luego que sean procesadas, según el comprobante de entrega emitido por Zona Educativa. De allí que entreguen y sean embarcados o cargados los alimentos, se debe esperar el turno por orden de llegada y así se pasa todo un día en el establecimiento.
Otro de los cuentos del mismo Programa consiste en la cantidad de alimentos que nunca corresponden con los requeridos para la nutrición de los niños y niñas a quienes les debería llegar. Ya que, envían rubros en grandes cantidades innecesariamente, los faltantes son más imperiosos y en todo el año nunca fueron entregados. Tales como: queso, huevos, entre otros.
Para resumir, el que considero como tramite más burocrático es la relación semanal de alimentos, debido a que cada semana se relaciona X cantidad de alimentos, cambiada según la conveniencia de “no sé quién”, y esto lleva a la acumulación de rubros tales como: harina, leche, margarina, alimentos, (chichas, avena, crema de arroz) y los que no alcanzan para la semana completa son: pollos, verduras, pulpas.
Un punto agregado es la prohibición para dar arepa con mantequilla, pero el pollo no alcanza para los 5 días que te surten. Entonces llegan los milagros, preparar las arepas con 3 mechas de pollo o en su defecto carne, (cuando la dan, siendo una vez cada cuaresma)
Total de los totales, desde inicio del año escolar que está por terminar, estoy manifestando el cambio de suministros en cuanto a la relación semanal, quincenal o mensual para la entrega de alimentos, siendo a mi parecer más efectivo, solicitar solamente la cantidad que se necesite y no aceptar lo que ya viene establecida de Zona Educativa, ya que quienes la elaboran no toman en cuenta las necesidades que están presentes en cada comunidad.
Se soportan malos tratos, vejaciones, calor, sed, el día de la entrega y además de todo ello, tener que guardar alimentos en depósitos, mismos que en oportunidades se dañan por el tiempo guardado, sin mencionar que, a la institución que dirijo nunca la han dotado de mobiliario adecuado para elaborar, refrigerar o mantener los alimentos. Lo que tenemos ha sido por autogestión y bastante que nos ha costado.
A todo ello se suma a la gran cantidad de fallas que por no extender más el artículo no mencionare. Sin embargo, no puedo dejar de señalar el mínimo pago que reciben las madres procesadoras que tan responsablemente trabajan como colaboradoras, sin tener beneficios, siendo terciarias, (y eso que ya el personal terciario debería haber desaparecido), todavía ellas y ellos están de catalogados (as) como colaboradores (as) (sin derecho a I.V.S.S, bono vacacional, aguinaldo, entre otros)
Al final del año, se deben entregar los alimentos restantes a los niños y niñas, a través de oficios, evidencias fotográficas y firmas de testigos. Un gasto inmensamente innecesario para el gobierno, que podría evitarse, si los directores y directoras como contralores sociales, apoyados en el Comité de Alimentación y Salud Integral del Consejo Educativo, tuviésemos que solicitar semanalmente solo la cantidad de alimentos necesaria para la sana nutrición.
Informaciones de tantas que entran por un oído y salen por el otro o son engavetadas, porque lastimosamente nadie le PARA al MPPE
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