Días atrás acompañe a mi esposa, la cual es egresada de la ilustre
Universidad Bolivariana de Venezuela, como abogada, a inscribirse en el
Colegio de Abogados del Estado Zulia, con sede en la ciudad de Maracaibo.
Al presentar los recaudos correspondiente, la persona que la atendió, al
revisar el titulo, manifestó en voz alta, con aire de discriminación,
“ah, pero tu eres graduada de esa Universidad Bolivariana, esos están como
el mal almuerzo revolucionario, que venden por allí”, así mismo se
expresó. Todos los allí presentes, nos miraron recelosamente, como si
viniéramos de otro planeta. Yo y mi esposa, que es de descendencia
árabe, estábamos tan arrechos, que si nos puyaban con una aguja no
botamos ni sangre, pero nos calmamos. Al salir de allí nos dirigimos al
segundo piso, como nos lo habían indicado, para llenar una planilla, y
para el colmo de los colmos, nos regresaron como tres veces la bendita
planilla por supuestos datos no correspondientes, pero la cosa era con
nosotros, por que allí otras personas, graduados de otras instituciones
universitarias de la región, entregaron planillas, con esos mismos datos
y fueron recibidas.
Pero esto fue la gota que derramó el vaso, formamos el paranpanpan pero
decentemente, hasta que por fin salimos de este vía crusis y pudimos
formalizar dicha inscripción. Al retirarnos de la institución, algunos
empaltolados, supusimos que eran abogados miembros, murmurando, nos
miraron de reojo. Acorde con mi esposa de elevar nuestra queja, a la
directiva de dicha institución y para asombro nuestro, uno de sus miembros
directivos, que finge como vicepresidente de la misma, es nada menos que
ese delincuente, que fue gobernador de este Estado, el mismísimo Pablo
Pérez Álvarez….que se podía esperar…
