Quien comete acciones vandálicas como: cerrar vías que impiden el libre tránsito de las personas, agredir a cuerpos de seguridad en muchos casos causando lesiones a miembros de cuerpos de seguridad, dañar bienes públicos o privados y causar zozobra, angustia y violencia, independientemente de su oficio, condición o profesión debe ser apresado y procesado por las leyes de nuestra república.
Informó la Fiscal General Luis Ortega Díaz que de 197 personas detenidas por acciones vandálicas apenas 14 han acreditado su condición de estudiantes. Una elemental operación matemática permite determinar que apenas un 0.071 % de los vándalos privados de libertad actualmente son estudiantes. Es lamentable que esta mínima proporción de estudiantes se haya incorporado al plan terrorista de desestabilizar para derrocar a un gobierno legítimo y constitucional, deberán pagar con cárcel su error. No pueden quedar eximidos de sus delitos por su condición de estudiantes.
Con esta aclaratoria debería quedar suficientemente demostrado que quienes participan del terrorismo no son estudiantes, lo que no niega que unos poquísimos de ellos, menos del 1%, apresados por participar en acciones vandálicas han demostrado ser estudiantes.
El mayor porcentaje de los estudiantes universitarios venezolanos seguros estamos que rechazan el camino del terrorismo y la violencia que la derecha fascista venezolana intenta imponer a la sociedad; a pesar de que es indudable también que entre ese porcentaje mayoritario del estudiantado un porcentaje, poco significativo, se opone a las políticas del Presidente Maduro y al gobierno que preside. Lo que la absoluta mayoría de estudiantes universitarios del país rechaza es la violencia y la muerte como vías para sustituir a un gobierno legítimo y constitucional.
El más alto porcentaje de los estudiantes venezolanos tiene confianza en el futuro del país y apuestan por una Venezuela en paz que sabe dirimir sus diferencias políticas por medios civilizados y modernos.
Sólo una minoría de universitarios hoy le hace el juego a la derecha fascista, unos pocos de ellos se han condenado ya a las “frías cárceles” como diría el Presidente Maduro, triste por ellos y lamentable que se hayan dejado seducir por farsantes de la política, títeres de intereses imperiales.
