Panamá: Sobre el desastre educativo de la administración Martinelli-Molinar. Informe de la AEVE

A mi hermano Giovanni,

luchador incansable y ser humano ejemplar

en su cumpleaños


Recientemente el principal gremio docente del país, presidido por la profesora Yadira Pino, la Asociación de Educadores Veraguenses (AEVE) presentó su “Informe a la nación. La educación durante la administración Martinelli-Molinar”, el cual contiene una importante sinopsis de la situación que contradice por completo los pretendidos avances que publicita la ministra saliente, Lucinda Molinar.

El informe de AEVE parte por establecer los objetivos fijados por el gobierno de Ricardo Martinelli y la ministra Molinar en materia educativa para posteriormente evaluar el cumplimiento o no de sus metas. AEVE reflexiona correctamente que, siendo la “transformación curricular” uno los pilares de la administración saliente, los contenidos de dicha transformación deberían partir por un debate democrático, que no ha existido, respecto de hacia a dónde queremos conducir el país en la próxima generación para, a partir de allí, fijarnos los objetivos.

Improvisación en las propuestas de MEDUCA

En vez de debate democrático, las orientaciones de MEDUCA encuentran su fuente original en un documento no emanado de las elecciones de 2009, sino elaborado unilateralmente por el banquero y ex ministro de economía Alberto Vallarino: “Plan Estratégico de Gobierno 2010-2014”. En dicho documento se propone “proveer una educación de calidad con igualdad de oportunidades y a proveer una capacitación laboral que mejore las competencias de los trabajadores y trabajadoras”.

En palabras simples, los objetivos de la educación vienen dictados por el mercado (o sea, los intereses de los capitalistas) sin entrar otras consideraciones como una estrategia de desarrollo nacional para el siglo XXI, incluidos no sólo los aspectos económicos (en que deberían prevalecer los nacionales) sino también la formación en valores como identidad nacional, solidaridad, multiculturalidad, etc.

El Plan Vallarino se propuso como estrategias específicas: universalización de la educación inicial, mejora de acceso a la básica completa, desarrollo escuelas de calidad (“excelencia”), transformación curricular y evaluación continua. Estas son las metas a evaluar, si se alcanzaron o no al final de esta gestión.

Sin que mediara un diagnóstico coherente, ni mucho menos un diálogo con los actores de la educación (estudiantes, docentes y padres de familia), el MEDUCA lanza el 21 de diciembre de 2009 el Decreto Ejecutivo No. 944, “Por el cual se implementa experimentalmente nuevos planes y programas de estudios en el segundo nivel de enseñanza y educación”. Junto a este decreto emana el llamado “Plan Piloto de Transformación Curricular”.

Pero es recién el 30 de mayo de 2012 (¡!), a mitad del período, cuando MEDUCA publica el documento “Políticas Educativas del Ministerio de Educación de Panamá, 2009-2014”, en el cual se propone “cambiar el modelo educativo actual”, supuestamente por uno más eficiente, “moderno” y equitativo. La propuesta tendría como referentes los criterios de la UNESCO sobre la educación por “competencias”, pretendidamente basada en el “constructivismo pedagógico” pero, como señala AEVE, nunca hay una sustentación epistemológica de la propuesta.

Sin embargo, el cambio curricular fue más cosmético que de fondo, ya que consistió en la eliminación de algunos bachilleratos (entre ellos el de humanidades) y la creación de algunos otros como turismo o marítimo para dar la impresión de estar en consonancia con el modelo económico trazado por Vallarino.

El gran trofeo de la “transformación curricular”, cuya cabeza muerta exhibe en su vitrina Lucy Molinar, cual si una “Salomé” fuera, es la eliminación de la cátedra de “Relaciones de Panamá con Estados Unidos”. La extrema derecha norteamericana y panameña le estarán eternamente agradecidas.

El otro trofeo de la “reforma” ha sido la de impedir por cinco años más la concreción de la “educación sexual” a los adolescentes panameños, asunto que seguramente propiciará algunos brindis cada vez que la ministra saliente visite a sus correligionarios del “Opus Dei”.

Dicho lo anterior, que refleja la manera incoherente como la administración de Lucy Molinar manejó su propuesta educativa, pasemos a ver si al menos los resultados justifican tal grado de improvisación luego de cinco años de gestión educativa.

Analfabetismo

Hubo un aumento en números absolutos de la cantidad de analfabetas en Panamá, que en 2008 eran 148 mil personas y, en 2013, ascendieron a 159 mil personas. Datos que AEVE sostiene provienen del Censo de Población y Vivienda de 2010 y del Informe de Desarrollo Humano.

Escolaridad

A nivel preescolar, uno de cada tres niños está fuera de la cobertura del sistema.

A nivel primario, o más precisamente en “edad escolar” (4 a 17 años de edad), la tasa de escolaridad era del 85,1% en 2008, quedando fuera del sistema el 14,9% de los niños (141.289). Para 2013, la tasa bruta de escolaridad era de 78,8%, es decir, se redujo en 6,3% (¡!!). Después de cuatro años de la administración Molinar el 21,2% de los niños panameños, unos 210.186, no asisten a la escuela. Dicho en términos proporcionales, entre 2008 y 2013, la cantidad de niños que se quedaron por fuera del sistema educativo se incrementó en 48,8% (¡!!).

La AEVE denuncia que: “La administración Martinelli-Molinar ha inflado la tasa de cobertura en preescolar... lo que a su vez le ha ayudado a inflar también la tasa de cobertura global” recurriendo a métodos estadísticos fraudulentos.

Deserción escolar

La AEVE acepta que en la administración Molinar hubo una reducción relativa de las deserciones respecto de 2008, cuando se registraron 14.994 casos, hasta 12.292 casos en 2012. Pero señala que la mayor parte de la disminución se produjo en el nivel primario (6.155 casos en 2008 contra 3.952 en 2012), y que “los años 2010 y 2011 el número y las tasas deserciones fueron las más elevadas de la década”.

Reprobación

En 2008 hubo 46.706 estudiantes reprobados incrementándose ligeramente la cifra a 46.803 reprobados en 2012; 21.108 en primaria y 25.695 en premedia y media. A los que hay que añadir 47.775 aplazados en ese último año.

Calidad de la educación y formación de los docentes

En el nivel preescolar, para 2008, sólo se contaba con el 42,4% de los educadores con algún grado de formación académica en esa especialidad. Esta proporción mejoró relativamente para incrementarse a 47,0% de educadores con especialización. Pero vista la cosa de otra manera, significa que aún permanecen en preescolar el 53,0% de docentes sin preparación adecuada para atender este nivel.

En el nivel de primaria sucedió lo contrario, bajó ligeramente la cifra de docentes calificados del 91,3%, en 2008, a 90,4% en 2012. Aún existen en este nivel 1.573 educadores sin la formación adecuada.

En premedia y media, también se produjo un ligero retroceso, de 90,4% de educadores formalmente calificados en este nivel, en 2008, a sólo el 87,9% en 2012.

A todos los niveles el sistema sigue teniendo unos 5.097 educadores sin la preparación académica adecuada para el cargo, siendo que la “calidad” de la educación era un objetivo prioritario de la administración saliente, hay que evaluar el tema como “fracaso”.

Tipo de escuela

Hay dos tipos de escuelas, multigrado y las unigrado. Las multigrado, son aquéllas en las que el mismo docente da clases simultáneamente a niños en distintos niveles, y las unigrado, en que un educador atiende un sólo nivel.

A nivel primario, mientas que en 2010 el 74,8% de las escuelas de primaria oficial eran multigrado, éstas disminuyeron levemente al 71,4 % en 2012. En las áreas rurales el 81,4% de las escuelas siguen siendo multigrados, y en las zonas indígenas el 68,1%. Cuatro de cada diez niños estudian la primaria en una escuela multigrado en las zonas rurales.

En la premedia, hubo un incremento notable de escuelas multigrado, que pasaron de 33,5% en 2010 a representar el 45,7% en 2012. Aparentemente este incremento se debió a la política de la administración Molinar de no construir más escuelas de premedia y media, convirtiendo parte de las primarias para acoger estudiantes de este nivel también.

Cantidad de escuelas

Las escuelas de nivel primario oficial se redujeron de 2.979, en el año 2008, a 2.971 escuelas, en el año 2012. Las escuelas oficiales en premedia y media se incrementaron de 638 a 963 en el mismo período.

Pero este dato positivo se ve atenuado por la siguiente consideración de la AEVE: “Este poco usual crecimiento de las escuelas de un nivel no se explica por la construcción de nuevas escuelas, sino por el uso de escuelas primarias como escuelas de premedia lo cual origina otros fenómenos por estudiar, entre ellos el crecimiento de la modalidad de multigrado en la premedia y la pérdida de calidad en el sistema...”.

Condiciones físicas de las escuelas

A nivel primario, el suministro de agua potable a las escuelas mejoró algo, del 59,8% en 2008 para 64,4% en 2012. Sin embargo, se evidencia que el 35,6% de las escuelas primarias sigue careciendo de agua potable para sus alumnos y personal. Esta situación se ve agravada en las zonas indígenas donde el 64,3% de las escuelas carece de agua.

En primaria, también mejoró el suministro de energía eléctrica a las escuelas, pasándose del 63,1% que recibían este servicio, en 2008, para el 73,6% que lo reciben en la actualidad. Pero persisten 783 escuelas que carecen de electricidad.

En premedia y media, sucedió lo contrario, la cobertura de agua potable llegaba al 67,5% en 2008, y cayó hasta el 51,4% en 20012. También se redujo la cantidad de escuelas públicas que reciben energía eléctrica de 79,7% a 65,1% entre 2008 y 2012.
Una hipótesis explicativa de esta situación puede ser la misma respecto a la cantidad de escuelas de premedia y media que se incrementaron convirtiendo las primarias para incluir este nivel.

Inversión en construcción y reparación

Entre 2010 y 2014, el MEDUCA ha gastado aproximadamente 135,4 millones de balboas en 344 proyectos, a un promedio de 27,1 millones por año. Si se estiman los miles de millones gastados en carreteras se puede apreciar lo irrisoria de la cifra.

Sin embargo, el grueso de esos ciento y pido de millones del MEDUCA se fueron alas llamadas “escuelas de excelencia”, o “escuelas modelo”, que han sido el orgullo de la ministra Lucy Molinar. Pero resulta que esas escuelas son sólo 11 escuelas modelo o de “excelencia” en todo el país (¡!!).

Así que, la baja inversión en educación pública tiene el agravante de estar concentrada en un puñadito de escuelas en detrimento del deterioro de la gran mayoría. Dramática situación que se explica cuando AEVE cita a la gerente de gestión, Tania Aparicio, que reconoce que, en 2012, tuvo 20% menos de dinero para reparar escuelas que el año anterior.

Para reparar algunas de las escuelas se destinaron 9,7 millones en 2013, 47% menos que el año anterior, y para “reparaciones menores” sólo 38 mil balboas (¡!!).

¿Hubo alguna mejora en el rendimiento académico del estudiantado?

Después de todo el manejo publicitario que la ministra Molinar y el “gobierno del cambio” han hecho de su gestión, cabe preguntarse si hubo cambios en las capacidades académicas de los estudiantes que egresaron del sistema en estos años.

La AEVE recurre a una fuente de datos irrefutable: las pruebas de capacidades académicas aplicadas por la Universidad de Panamá a los recién graduados que aspiran a seguir una carrera universitaria. La prueba se divide en dos partes, una “verbal” o de capacidad de raciocinio y expresión; la otra “numérica” relacionada al uso de las matemáticas. Hubo cambios, pero casi insignificantes, pero en sentido negativo, que prueban el fracaso del aparato de reformas de Lucy Molinar(¡!).

Tomada de conjunto la prueba de capacidades académicas tenemos que, en 2008, sólo la aprobó el 43% de los estudiantes; mientras que en 2012, la aprobó el 42,7%. Es decir, una leve reducción en sentido negativo (¡!). Respecto a la prueba “verbal”, en 2008, la aprobó el 51,9%; en 2012, hubo un ligero retroceso a 51,2%. Mientras que en la “numérica” aprobó el 30,7%, en el año 2008, disminuyendo la cantidad de aprobados al 28,8% en 2012.

¿Cambiará algo con el nuevo gobierno?

Es altamente improbable que bajo el gobierno de Juan C. Varela haya cambios significativos en materia educativa. Por un lado, porque se trata de un gobierno empresarial que, al igual que el de Martinelli y su ministro Vallarino, pondrá el “mercado” como referente absoluto del que emanan las políticas sociales y educativas.

Por otro lado, no olvidemos que la ministra saliente Lucinda Molinar llegó al cargo recomendada por el propio Varela cuando se constituyó la “Alianza por el Cambio” en 2009. Es un comentario generalizado que, Varela y Molinar son parte del aparato de la extrema derecha católica: el Opus Dei.

La confirmación de que no hay que esperar grandes cambios es que Varela ha designado como ministra de Educación a la ingeniera Marcela Paredes, que hasta el último día ha sido parte del equipo de trabajo de Lucy Molinar.

En el tema educativo, como en todos los demás, si los educadores desean ver cambios realmente favorables, deben apostar por la constitución de movimiento político popular y alternativo que se proponga construir un país distinto al que la oligarquía financiera que nos controla ha impuesto en estos 25 años.

 



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Olmedo Beluche


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