Debo confesar que las últimas declaraciones tanto del Ministro de Educación Superior, como de aquellos que apoyan su gestión, sobre la ambición de poder que tienen algunos “grupúsculos” en la UBV, me ha puesto a reflexionar sobre la veracidad de esta afirmación.
Dada esta reflexión, he llegado a la conclusión de que es verdad Sr. Ministro y Sres. Viceministros-rectores, “queremos poder”, queremos el “poder popular”, queremos el poder soberano y constructivo, el protagónico y no figurista, nosotros, los etiquetados y marcados en la UBV, a los que llaman para amenazarlos, o les envían correos electrónico advirtiendo sobre los riesgos de contraponerse a “las autoridades”, los que hemos estado en muchas listas para ser despedidos, los que somos señalados como no convenientes, así como en la primera gestión se les llamaba “hipercríticos”, los que resistimos con dignidad el acoso laboral, los que hacemos actividades no solo de docencia, sino de investigación e interacción sociocomunitaria, a través de grupos de investigación como el GINS (Grupo de Investigación sobre el Nuevo Socialismo), nosotros los que día a día tenemos que dar la cara en las comunidades por la UBV que somos y por la que queremos, nosotros, los que todos los días luchamos contra el burocratismo interno y externo que frena los procesos de desarrollo de nuestra universidad, nosotros, los que no estamos por un sueldo, que con aumento y todo no es digno de un profesor universitario, y usted lo sabe, insisto, queremos poder popular, como lo ha llamado el presidente..
Si Sr. Ministro, el poder que queremos no es el de usted o el del Rector-Viceministro Andrés Eloy Ruiz, el poder que queremos es el que se desarrolla con conciencia colectiva, aquel que se construye, no bajando líneas, sino, en la participación activa y protagónica, incluso de quienes nos adversan.
Sr. Ministro de Educación Superior, la Democracia no es peligrosa al menos que se sea élite u oligarquía, que viven y han vivido de una democracia de apariencia, una poliarquía, es por ello Sr. Ministro que estoy confiado que usted no le tiene miedo a la democratización de los espacios universitarios.
Por ello, lo invito a no tutelar los procesos originarios del seno de la comunidad ubevista, sea usted facilitador de procesos, cumpla su rol revolucionario, aproveche la oportunidad de oro que se le presenta de ser el Ministro que aperture el espacio para construir la universidad que queremos y que como país en revolución socialista necesitamos.
¿Nuestra UBV qué tiene que decir ante el proceso de constitución de los Consejos Comunales de Planificación en Políticas Públicas?, recordemos que los CCPPP son la máxima expresión de la democratización en nuestro país. El presidente no tuvo miedo en asumir el riesgo, ¿será usted Sr. Ministro, capaz de hacer lo mismo con la universidad que queremos?.
Qué tiene que decir la niña de los ojos de nuestro presidente ante la Misión Ciencia, Sr. Ministro?. En nuestra universidad no se permite la investigación de esa que le gusta al presidente y le place presentar al país, sólo se desarrolla algo llamado Proyecto que siendo una brillante idea, actualmente no tiene ni norte, ni sur, y mucho menos este u oeste. Los esfuerzos investigativos de nuestra universidad son experiencias aisladas que no suman a un esfuerzo coordinado y enlazado con el proyecto país, los que investigamos somos investigadores itinerantes, o mejor dicho nómadas.
Sr. Ministro, ¿qué tiene que aportar la UBV al proceso revolucionario de nuestro país y del mundo si en sus estructuras no existe ni se alienta la organización estudiantil autónoma?, al menos que sea tutelada por las autoridades o por organizaciones políticas partidistas externas a la dinámica de la UBV. Recuerda Ministro, cuando usted era profesor de la UCV quiénes lo apoyaron cuando fue cuestionado dentro de la Escuela de Historia, si esos grupos estudiantiles no hubiesen sido autónomos, ¿qué hubiese pasado?.
Recientemente, Sr. Ministro, con esta preocupación a cuestas, realice unos grupos focales en los salones donde imparto clases, y el tema fue: la democracia participativa dentro del sector estudiantil de nuestra UBV, y la conclusión, producto del análisis previo de las grabaciones fue que “no existe democracia participativa en la UBV”, cuando lo desee Sr. Ministro, le consigno las pruebas de la investigación.
Aún cuando podríamos adicionar otros resultados arrojados en este estudio, podríamos adelantar que el diálogo franco y la voluntad política son parte fundamental de esta revolución dentro del sector universitario y en especial en la UBV. La constitución de un proceso de diálogo facilitado, y no tutelado, por las autoridades actuales o por las que venga en algún momento, permitirá unificar nuevamente el “espíritu de cuerpo” de nuestra UBV. El hacer los cambios necesarios, no para sustituir autoridades, sino, para designar “coordinadores de voluntades”, no podrá generar resistencia, si alguien resiste sin argumento se devela como saboteador que ambiciona poder, pero del cuartorepublicano.
Sr. Ministro, con todo respeto, y sólo para graficar una imagen, “no se ponga los interiores encima de los pantalones”, esto quiere decir, no juzgue sin haber escuchado originariamente las partes, trate de ser comedido en sus comentarios y se ganará el respeto para encabezar un proceso de “revolución universitaria”, no queremos reformistas, queremos transformadores, y usted tiene aún ese compromiso histórico.
Sí, Sr. Ministro, ¡queremos poder popular!, no como consigna, queremos el poder popular en el aula de clase, en el pasillo, en la sala de lectura, en el comedor, en el rectorado, en las aldeas universitarias, en las coordinaciones, en las direcciones, queremos al pueblo apropiado de la UBV-Misión Sucre, no desde las universidades hacia el pueblo, sino del pueblo hacia las universidades. Esto no es ni utópico ni romántico, ya en nuestras comunidades está pasando, lo invito a que vayamos a la parroquia Sucre (nuestra hermosa Catia), o a la combativa parroquia del 23 de Enero, por mostrar un botón, de seguro, por sus ocupaciones no ha tenido tiempo, pero el contacto con la calle Sr. Ministro, es fundamental para cualquier gestión revolucionaria, “báñese de pueblo”, usted sabe que eso es rico.
Sí, Sr. Ministro, ¡queremos Nuevo Socialismo!, ¡Socialismo del Siglo XXI!, teniendo la moral suficiente para trabajar en el proceso de profundización de la Democracia Participativa, siendo nosotros parte activa de lo profesado.
Sí, Sr. Ministro, ¡Queremos parroquialización y municipalización de la educación superior!, empezando por UBV-Misión Sucre, pero con dignidad académica, con respeto al otro, que merece ambientes y aldeas dignas para el desarrollo espiritual, académico, intelectual y anímico de nuestros estudiantes, profesores y personal obrero y administrativo.
Esto sólo se puede lograr si dentro del proceso de constitución de los Consejos Comunales de Planificación en Políticas Públicas, la UBV-Misión Sucre se suma y hace parte de esta acción democratizadora. Sr. Ministro, esto es una propuesta, sin retórica, sin demagogia, sin ambición de poder cuartorepublicano.
Mientras usted lo piensa, nosotros seguiremos aquí, resistiendo los ataque de aquellos que no comprenden aún este proceso revolucionario, esperando a que algún día reflexionen y se incluyan en la lucha en términos cooperativos y no competitivos.
Espero que para el momento de su decisión, nos sea tarde y (disculpe el sarcasmo) ya nos hayan invadido los gringos, o hayamos sido derrocados por los “pomagás”, los rojos por fuera y blancos por dentro, o estemos gobernados totalmente por la “kakistocracia”, el gobierno de los peores. Gracias por su atención y ¡hasta la victoria siempre!.
Nicmer N. Evans
nicmerevans@yahoo.es