Sócrates y Platón concibieron la Justicia como la virtud social más importante y, como virtud que era, su estudio encuadraba perfectamente dentro de la filosofía de la Moral. Aristóteles apreció en la virtud un hábito: "el hábito por el cual el hombre se hace bueno y por el cual ejecuta su función propia" (Ética a Nicómaco: 1106 ac). Siendo la justicia para él, la virtud perfecta, porque no solamente perfecciona la práctica sino también, al destinatario de la acción justa. Con el tiempo, el concepto de Justicia fue adquiriendo otras connotaciones, entre ellas, la política y, con ello, ese concepto se traslada de la esfera individual (hombre justo) a la esfera social (sociedad o estados justos), comenzando a ser concebida como legitimidad. Se es justo entonces, sí se es legítimo. Será este punto de vista, el que adopta Rawls en su teoría de la Justicia: "La justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamientos" (J. Rawls, Teoría de la Justicia. Traduc. Ma. D. González, FCE, México, 1979). En su definición de sociedad, Rawls, incluye la noción de justicia: "Una sociedad, es una asociación, más o menos autosuficiente, de personas que reconocen ciertas reglas de conducta como obligatorias en sus relaciones (…) Se requiere entonces, un conjunto de principios para escoger entre los diferentes arreglos sociales (…) Estos son los principios de la justicia social: proporcionan un modo para asignar derechos y deberes en las instituciones básicas de la sociedad y definen la distribución apropiada de los beneficios y las cargas de la cooperación social". Rawls, avanza en su concepción de la justicia como una idea o un criterio para juzgar a las sociedades y declarar si son justas o no. Se le ha atribuido a Rawls, filosofo norteamericano, la creación del concepto de "Estados forajidos", aquellos que son gobernados por grupos e individuos que no respetan derechos humanos, convierten el Derecho en una farsa y sustituyen las normas éticas de la convivencia social con un comportamiento propio de bandidos, no de personas civilizadas y mucho menos estadistas. El Profesor Noam Chomsky, en su libro "Estados Fracasados: El Abuso de Poder y la Agresión a la Democracia", ha profundizado en la conceptualización del tema y ante la pregunta de Amy Goodman sobre el significado de "Estados Fracasados", el Prof. Chomsky profundiza en su respuesta: "Bueno, a través de los años se han desarrollado una serie de conceptos para justificar el uso de la fuerza, durante largos períodos de tiempo en asuntos internacionales. Fue posible justificarlo bajo el pretexto, poco respaldado, de que los EEUU se estaban defendiendo a sí mismos de la amenaza comunista. Durante los ochenta se nos fue quedando pequeña esa justificación. La administración Reagan cocinó una nueva categoría: "Estados terroristas". Tan pronto tomaron el poder, le declararon la guerra al terrorismo a principios de los ochenta, en 1981. (…) Unos años después, este es Clinton, concibió el concepto de "Estados Villanos". Posteriormente, les sucedieron los "Estados Fracasados", los cuales bien podían representar una amenaza para nuestra seguridad, como Irak, o necesitar nuestra intervención para salvarlos, como Haití; siendo, frecuentemente devastados en el proceso. En cada caso, los términos han sido bastante difíciles de sustentar, porque ha sido difícil pasar por alto el hecho de que bajo cualquiera, incluso bajo la más conservadora caracterización de estas nociones, dígase ley norteamericana; Estados Unidos, encaja perfectamente en la categoría, como ha sido reconocido muchas veces. Actualmente, por ejemplo, la categoría –en época de Clinton hasta alumnos aventajados como Samuel Huntington y otros, se dieron cuenta de que- en las principales publicaciones, Foreign Affairs- de que en la mayor parte del mundo, en una gran parte, Estados Unidos es considerado como el Estado Villano número uno y como la principal amenaza para la existencia del resto de las naciones. Ahora, unos cuantos años después, en los años Bush, los prominentes especialistas de las mismas publicaciones, ni siquiera acuden a la opinión internacional. Ellos, dan por sentado el hecho de que los Estados Unidos se han convertido en el Estado Villano por excelencia. Sin lugar a dudas, es un Estado terrorista según su propia definición de terrorismo internacional, ya que no solo lleva a cabo actos terroristas y los apoya, sino que incluso viola flagrantemente la llamada "Doctrina Bush", que establece que el Estado que alberga terroristas es un Estado terrorista (…) Y pienso que lo mismo ocurre con la categoría "Estados Fracasados". EEUU, ha asumido cada vez más, las características de lo que nosotros describimos como Estados Fracasados. En el sentido que se ha mencionado, y también en otro crítico sentido, principalmente, lo que es denominado a veces déficit de democracia, o sea, una brecha entre la política pública y la opinión pública. Así, que esas sugerencias sobre las cuales ustedes acaban de leer, Amy, no son mías a decir verdad. Son sugerencias bastante conservadoras. Son la opinión de la mayoría de la población norteamericana; a decir verdad, de una abrumadora mayoría. Y, hacer tales sugerencias, es simplemente tomarse la democracia en serio…" (Entrevista a Noam Chomsky sobre su último libro: "Estados Fracasados: El Abuso de Poder y la Agresión a la Democracia", 04-04-2006).
Más recientemente otro filosofo, Roberto Hernández Montoya, ampliaba el término: "Si se habla de Estados fallidos, también se ha de hablar de oposición fallida. Y, de oposición forajida, si de Estados forajidos. Una quisicosa que llaman Fund for Peace inventó eso de Estados fallidos y hasta emite un índice anual ahí. No sé cuánta confianza merece el tal Fund, pero me alarma su descripción como organización no gubernamental basada en Washington y dedicada a la paz. Y también pongo en duda la definición contradictoriamente borrosa que da de Estado fallido, útil solo para devastar países".
Si bien, estas líneas no persiguen el objetivo de filosofar sobre el tema, sí estimamos que las mismas sirvan para llamar la atención del camarada ministro Manuel Fernández y las "fallidas" intenciones, del ministerio bajo su dirección, de acompañar al camarada Presidente Maduro en sus intenciones de acompañar a los trabajadores y trabajadoras de la Patria y sus políticas de "cuidar el ingreso" "sin hacerle daño al empleo", consistentes en ajustes sustanciales del Salario Mínimo Nacional y otras complementarias, como el ajuste de la base de cálculo a 0,75% del beneficio de alimentación. Políticas de Justicia Social, en las que el MPPEUCT no ha acompañado al Jefe de Estado, camarada Nicolás Maduro; por cuanto, la clase trabajadora universitaria, concluido el primer trimestre del año, aún NO se le ajustan sus tablas salariales al Salario Mínimo Nacional decretado por el Presidente Maduro el pasado 1ro de diciembre de 2014, por ende, mucho menos, el ajuste del Salario Mínimo vigente a partir del pasado 1ro de febrero de 2015. En resumidas cuentas, los trabajadores y trabajadoras universitarias, en sus escalas mínimas de personal de apoyo y hasta los niveles técnicos y, en cuanto al personal obrero, seis de sus siete grados, se encuentran ganando un salario básico por debajo del Salario Mínimo Nacional; lo cual, es contrario a lo dispuesto en el 129 de la LOTTT, pudiendo ser sancionado, según lo dispone el 130 de la LOTTT: "El pago de un salario inferior al mínimo será sancionado de acuerdo con las previsiones establecidas en esta Ley…" Asimismo, en lo que se refiere al beneficio de alimentación, el MPPEUCT aún no ajusta el porcentaje mínimo establecido de 0,75 por ciento, por el Presidente Maduro, a partir del pasado 1ro de diciembre de 2014, y, mucho menos, el ajuste de la nueva Unidad Tributaria que paso a 150 Bs desde febrero pasado. Con lo cual, el MPPEUCT ha descuidado, por llamarlo de alguna forma, el ingreso del trabajador y la trabajadora universitaria, punto de máximo interés para el Gobierno Revolucionario presidido por el camarada Nicolás Maduro, como lo ha venido demostrando en los casi dos años ya, de Gobierno.
El llamado no puede ser otro, sino la exhortación al ministro Fernández y a su equipo, a sintonizarse con las políticas de alto contenido social del Presidente Maduro y, a colocarse al día de inmediato con la clase trabajadora universitaria, tan afectada por esa "fallida" política de incumplir la palabra empeñada por el Jefe de Estado…
Caracas, 27-03-2015