Este escrito, a menos que me equivoque por descuido, no pretende mostrar los errores ortográficos que mis maestros en el tiempo, desde la primaria, hasta estudios de cuarto nivel me corrigieron dentro de sus funciones como docentes preocupados porque el alumno aprenda. De no ser así, a lo mejor puede haber sido motivo de críticas y burlas, así como también, instrumento para la crítica al sistema educativo, solo en el afán de ridiculizar a un gobierno cualquiera.
Es una lástima que el Dr. Vivas, autor del artículo “Ministro: Zoy vachiyer”, no ocupe actualmente algún cargo que le permita tocar ese aspecto de la crisis educativa, sobre todo en lo relacionado con la ortografía del estudiante venezolano y la mala preparación del docente, si nos atenemos a que, además de doctor, es egresado de la Universidad Nacional Abierta(UNA) en la especialidad de Ciencias sociales y lengua y, para colmo es Maestro en la enseñanza del castellano, egresado de la UDO, según se observa en su perfil aparecido en Aporrea.
Es condenable la actitud despreciativa y agresiva que asume en relación al estudiante egresado o que se forma bajo las orientaciones de docentes que también son tocados por los comentarios del doctor. Supongo que la materia prima para hacer comentarios penosos sobre esa realidad, que no es de ahora, sino que es parte de una arruga que se ha corrido, desde la época de los blancos y verdes, están basados en la realidad que observa él, en donde, dice ha transcurrido parte de su tiempo en el ejercicio de la docencia, es decir, la misión Sucre.
Es bueno recordar que siendo la crisis educativa un reflejo de la crisis social, la misma debería mejorar si quienes están llamados a hacerlo, dejan de estar ocupados despotricando por mampuesto del estudiante y docente venezolano, impregnándolos sin necesidad de una política que no es de ahora, sino como dije anteriormente, forma parte de la arruga que se corre, pero que no solo es roja, si no vemos que antes fue blanca y verde.
Debe ser el educador en cualquier nivel, una especie de capitán de barco, cuyo comportamiento debe ser de orgullo, si logra sacar a flote la tripulación que comanda y, no sentirse orgulloso cada vez que el barco se le hunda. Pues, los comentarios emitidos por el doctor Vivas, parece más bien la actitud de un capitán orgulloso al cual se le hundió el barco. Es un capitán preparado en lengua y castellano, entonces ¿Por qué critica una situación en la cual ha debido ser parte importante en la corrección y ayuda al estudiante?
No quisiera pensar que a los grupos a los cuales, les ha tocado enseñar lengua y castellano, hoy después de leer, lo que el doctor Vivas publica en Aporrea, estén concluyendo que tropezaron con un profesor incompetente, que en vez de transmitir conocimientos, solo está cazando los errores de los estudiantes y profesores para asociarlos con el gobierno y mostrar su odio, según los innumerables artículos en donde el presidente Maduro es el centro de su antipatía.
Creo que además, cabe como comentario, expresar que la enseñanza no es una competencia en la cual los conocimientos del profesor, en vez de transmitirlos, solo sirvan para destacar la ignorancia de sus estudiantes. Los logros de un profesor, no consisten en analizar las debilidades de sus estudiantes para reprobarles, criticarles y exponerlos a la opinión pública; sus logros deben ir en la dirección de enseñarles, o corregirles lo mejor que pueda en las asignaturas o materias que se le han encomendado. Si el doctor hubiese hecho esto, posiblemente estuviera orgulloso de los grupos de alumnos que han pasado por sus manos.
Igualmente, ese escrito, da para más. Es tonto pensar que un profesor que además de doctor, es especialista en lenguas y maestro en la enseñanza del castellano tenga que medir su habilidad y su preferencia política denigrando de sus estudiantes y profesores respecto a las deficiencias ortográficas que tienen. Debe entender que esos fracasos tienen más peso que los posibles éxitos que haya podido obtener en las mismas funciones y que debería avergonzarse más bien de su incompetencia, por los resultados que él mismo ofreció en el artículo.
Finalmente, cuando un profesor critica de la forma en que lo hizo el doctor Vivas, se puede afirmar que ha desperdiciado su tiempo y el de sus alumnos, sobre todo si lo que criticó forma parte de los contendidos que en algún momento debió transmitir a sus estudiantes.
Como educador con treinta años de servicio, en los diferentes niveles educativos, no me quedó más alternativa que dar una respuesta a algo que peca de injusto, más si quien tiene la responsabilidad de corregir ortografía, es especialista en el área de lengua y castellano.