"(…) El sobrecumplimiento de ese objetivo, nos convierte en un país vanguardia en el desarrollo de la llamada agenda educativa 2030"
"Dear Mister Fantasy play us a tune
Something to make us all happy
Do anything take us out of this gloom
Sing a song, play guitar"
"No pasa un día sin que usemos la palabra optimismo, que fue acuñada por
Voltaire contra Leibniz, que había demostrado (a despecho del Eclesiastés y
con el beneplácito de la Iglesia) que vivimos en el mejor de los mundos posibles.
Voltaire, muy razonablemente, negó esta exorbitante opinión. (En buena lógica,
bastaría una sola pesadilla o un solo cáncer para anularla).Leibniz pudo haber
replicado que un mundo que nos ha regalado a Voltaire tiene algún derecho a que se le considere el mejor"
Jorge Luis Borges
«♦» "Complemento crítico" a un artículo escrito por el Ministro Elias Jaua en relación a Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
1. Parte de un ejército, o de una fuerza desplegada, que avanza en la parte delantera, por delante del cuerpo principal, o que se mantiene más cerca del enemigo.
2. Minoría que extrema las tendencias ideológicas, políticas, literarias, artísticas, etc., de un grupo o movimiento más numeroso, o que anticipa las que después irán ganando adeptos.
I. Educar: educere, educare
La educación es el centro de todo ser humano para crecer y desarrollarse. Desde su nacimiento automáticamente se va educando, luego adquiriendo una serie de herramientas para su desenvolvimiento en la vida. Es el primer valor fundamental, el cual sin él, la persona sería una vasija vacía. Pensar hoy en la educación –con el apellido que pongamos: para el desarrollo sostenible, liberadora, ciudadana, crítica, "bolivariana"—es un acto de fe. La tarea de educar y formar a los ciudadanos es una de la más noble y trascendente en nuestra sociedad. La Educación se concibe como un proceso de formación y desarrollo del sujeto con el fin de insertarse en la sociedad. El hombre, ser social por naturaleza, se hace o rehace en la medida en que es educado. La Educación tiene el objetivo de transformar al hombre creado por el medio en un ente social, con capacidades para vivir en un mundo inmerso en procesos complejos a los cuales deberá adaptarse y convivir entre ellos. La educación es un fenómeno social complejo. Es un proceso complejo porque en él intervienen aspectos diversos, personales (biológicos, psicológicos y sociales), contextuales referidos a los distintos ámbitos (académicos, culturales, económicos, políticos, históricos).
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) reconoce el derecho a la educación y su importancia para el pleno desarrollo de la personalidad. Según los artículos 102 y 103 de la CRVB "La educación es un derecho humano y un deber social fundamental, es democrática, gratuita y obligatoria. El Estado la asumirá como función indeclinable y de máximo interés en todos sus niveles y modalidades [...] La educación es un servicio público y está fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento, con la finalidad de desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática...Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones. La educación es obligatoria en todos sus niveles, desde el maternal hasta el nivel medio diversificado. La impartida en las instituciones del Estado es gratuita hasta el pregrado universitario. A tal fin, el Estado realizará una inversión prioritaria, de conformidad con las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas..."
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS-4) tiene 10 metas que engloban muchos aspectos diferentes de la educación. Existen 7 metas que son resultados esperables y 3 metas que son medios para conseguir esas metas.
También hay elementos sobre educación en las metas de algunos de los otros 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
♦Siete metas de resultados
4.1 Educación primaria y secundaria universal
Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces
4.2 Desarrollo en la primera infancia y educación preescolar universal
Para 2030, velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria
4.3 Acceso igualitario a la educación técnica/profesional y superior
Para 2030, asegurar el acceso en condiciones de igualdad para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria
4.4 Habilidades adecuadas para un trabajo decente
Para 2030, aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento
4.5 Igualdad entre los sexos e inclusión
Para 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso en condiciones de igualdad de las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad, a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional
4.6 Alfabetización universal de la juventud
Para 2030, garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética
4.7 Educación de la ciudadanía para el desarrollo sostenible
Para 2030, garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios
♦Tres formas de ejecución
4.a Entornos de aprendizaje eficaces
Construir y adecuar instalaciones escolares que respondan a las necesidades de los niños y las personas discapacitadas y tengan en cuenta las cuestiones de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos
4.b Becas
Para 2020, aumentar sustancialmente a nivel mundial el número de becas disponibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países de África, para que sus estudiantes puedan matricularse en programas de estudios superiores, incluidos programas de formación profesional y programas técnicos, científicos, de ingeniería y de tecnología de la información y las comunicaciones, en países desarrollados y otros países en desarrollo
4.c Maestros y educadores
Para 2030, aumentar sustancialmente la oferta de maestros calificados, entre otras cosas mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo
III. El Doctor Pangloss y la Venezuela Vanguardia
No sé si en el mundo de la educación alguna vez hemos estado realmente tranquilos. En todo caso, está claro que hoy no lo estamos. Existen dificultades en la convivencia, en la estructura del propio sistema educativo, en la distribución del alumnado, en el bienestar de los educadores y en tantas otras cosas. Es como si todo estuviera en crisis. ¿Qué le sucede a la educación? ¿Qué está pasando en los centros educativos?
Hay una vieja idea filosófica según la cual nuestro conocimiento de una misma realidad es diverso y depende de variables como los prejuicios, las experiencias previas, el estado de ánimo, el punto de vista… Pero eso precisamente y no por otra cosa, se nos presenta con mucha frecuencia una realidad rota y fragmentada, dividida en todas las perspectivas irreductibles entre los que no es nada fácil establecer lazos de diálogo. Teorías que terminan mostrándose falsas o al menos exhibiendo su lado más débil, cuando pretenden que sólo ellas tienen razón. Así cada uno de nosotros ve el mundo desde el lugar que ocupa en él y también desde su propio pasado, por lo que a veces se hace difícil conciliar visiones que sólo aparentemente son contrapuestas.
La credulidad es asumir acríticamente una idea, consiste en seguir, si un ápice de conciencia crítica, una propuesta, ya sea de orden político, moral, social o religioso. La credulidad es propia de la inmadurez espiritual, de la minoría de edad kantiana, del miedo a pensar por uno mismo, del puro seguidismo inercial. La modernidad líquida se ha convertido, lamentablemente, en un escaparate de credulidades sin fundamento, tanto en el terreno moral como en el político.
A menudo se impone una impresión: la razón está cansada. También se ha hecho vieja. Tiene arrugas, jirones de irracionalidad enganchados a la piel. Tiene canas, mechones de intolerancia marcados en la pelambre. Está cansada de legitimar la sinrazón, de padecer las coacciones de la voluntad de poder, de ver cómo no hay ninguna idea que se mantenga tres días sin convertirse en ismo, de luchar contra la superstición y el oscurantismo, de chocar contra toda forma de resistencias al reconocimiento de la universalidad de la moral y de la justicia. La pregunta por lo bueno, la belleza, el bien, el buen gobierno, la buena ley o la justicia nos remite irremediablemente al problema de los universales y a la tensión entre lo general y lo particular. Y posiblemente esta problemática no haya sido mejor ilustrada que por Francois-Marie Arouet, alias Voltaire. En 1767 Voltaire terminaba de escribir un cuento que llevaría por título "Cándido o el optimismo". Voltaire escoge tres protagonistas para actuar: la ironía, la razón caprichosa y una cierta pasión por la humanidad. Tres perspectivas útiles para recuperar el pulso de la razón gastada, de la razón agotada por su equivocado matrimonio con la acción. El cuento narra la historia de Cándido, joven oriundo de Westfalia al que le suceden las mayores desgracias, imaginables e inimaginables también. Sin embargo Cándido ha aprendido bien las lecciones de su maestro Pangloss, y sabe que no hay efecto sin causa y que en este mundo, el mejor que podemos imaginar, todo ocurre por algo y de acuerdo a una finalidad mayor, de modo que, a fin de cuentas, no hay nada de qué realmente lamentarse. De esta manera se burlaba abiertamente Voltaire del optimismo de Leibniz. Y es que Leibniz ciertamente pensaba que habitamos el mejor de los mundos posibles, y ciertamente esta frase, sacada de su contexto original, puede parecer bastante ingenua. Tanto así que, al inicio del cuento de Voltaire, el mismo Cándido con toda razón se pregunta: "Si este es el mejor de los mundos imaginables, ¿cómo serán los otros. Voltaire se ceba sarcásticamente en los que se obstinan "en sostener que todo va bien cuando todo va mal". En Cándido, el personaje de Cacambo representa esa sabiduría particular, práctica y popular que se obtiene con la experiencia de la vida, frente a la actitud metafísica del doctor Panglos, filósofo optimista. El sabio doctor defiende con convicción y vehemencia que éste es el mejor de los mundos posibles y que a fin de cuentas las cosas son como son porque así deben ser, puesto que ya son lo mejor posible, está es su finalidad. Katya Mandoki ha denominado como el síndrome panglosiano a una actitud que no nos permite ver los defectos, las imperfecciones de las cosas, sino sólo lo bueno y lo hermoso, de tal manera que nos convence de que lo que tenemos es siempre lo mejor posible. El síndrome de Panglos fabrica ídolos, mitos y fetiches de las cosas al no reconocer sus imperfecciones e incluso justificarlas con el argumento de que "ya son lo mejor posibles".
IV. Coda
Si digo que cada uno de nosotros ve la realidad a través de unos lentes diferentes, no estoy inventando nada nuevo. Mientras el proceso bolivariano siga siendo víctima del síndrome panglosiano (optimismo ingenuo), la educación no dejara de ser una quimera y difícilmente se alcanzaran los ODS-4.