Es impensable que en el ámbito de la realidad universitaria se siga tolerando la figura del cómplice, de ese personaje que tolera cualquier acto de injusticia, siempre y cuando, se le beneficie con una dadiva de "pan y agua" para poder mantenerse en su espacio de confort, en un mundo cargado de traiciones y falsas promesas.
Recientemente la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ), ha comenzado un proceso de revisión curricular, el cual lejos de ser una innovación, ha sido un trabajo de años que se ha llevado de manera consecuente acudiendo siempre a la experiencia de docentes y a las necesidades locales de cada vicerrectorado de la Universidad. El llamado para el nuevo diseño curricular en este 2017, ha venido cargado con una nuevo elemento: el desconocimiento de todo cuanto se había estado realizando desde hace dos años con respecto a la actualización curricular y sobre todo a la inserción de nuevas carreras a la oferta académica de la UNELLEZ.
En cuanto a menospreciar el trabajo que se había venido realizando: ¿qué se puede hacer? No mucho, sobresale la castración al cuerpo profesoral con experiencia y currículo, pero no como mal se puede creer que sea producto de una estratificación política de sectores docentes adversos al proceso revolucionario, nada de eso tiene que ver en este caso. Se asumen criterios más descabellados: envidia, soberbia y la figura del "veto". Es decir, hay docentes que sin que exista un documento por escrito que los penalice por alguna falta grave o algún desliz como profesionales, se les estigmatiza como personas no gratas y los colocan en un plano de indiferencia total, impidiendo que sus aportes y sus buenas intenciones hacia la academia puedan materializarse, en este caso, en la construcción de nuevos contenidos programáticos de estudio.
En cuanto a la creación de nuevas carreras profesionales se ha partido de una postura improvisada, sin comprender la importancia de crear primero una infraestructura que sostenga con calidad y eficiencia, las exigencias de nuevos contenidos programáticos, en donde la presencia de un espacio físico técnico y adecuado, es fundamental. Se vuelve al error de la municipalización que tanto se cuestionó por propios y extraños, ante lo inadecuado de los espacios físicos en donde tocó y ha tocado impartir procesos de enseñanza-aprendizaje.
En concreto, una actividad tan importante como la actualización del contenido académico de carreras tradicionales en la UNELLEZ, como la creación de nuevas carreras profesionales, lejos de venir a sumar criterios de excelencia y participación activa de toda la comunidad universitaria, se ha vuelto otro espacio para la discriminación, el sectarismo y la imposición de criterios que nunca representará la calidad formativa que se desea, dado que se excluye a una buena masa de docentes que pueden, perfectamente, sin penumbras ideológicas y políticas, venir hacer una tarea de elevado tino y de enriquecimiento a las actividades de actualización y diversicación de la oferta académica universitaria.
Pero a todas estas, lo triste de este escenario, es la figura de colegas, docentes tan igual que cualquier otro, que no "hablan", que al ser beneficiados ellos de la confianza de quienes llevan estos procesos de actualización, son incapaces de hacer ver que se está en un franco error y que con ese error se perjudica a la academia y al futuro de ellos mismos como docentes universitarios. Su actitud de cómplices, de consagradores de actos impuros a favor de grupos y sub-grupos de poder, convierte el escenario de esta actividad que debería ser una fiesta de saberes, en un laberinto de situaciones que a la final terminar por imponerse el proyecto o las ideas de aquellos grupos y sub-grupos que logran mayor éxito siendo complacientes y cómplices.
En definitiva, el trayecto de esa tarea tan digna y tan importante como lo es la actualización de saberes y el crecimiento profesional de las ofertas de estudio de una Universidad, llega para seguir un camino de infertilidad en un mundo que necesita fortalecer los saberes para integrarse a la globalidad.