Alquimia Política

Entendiendo el papel del doctor académico

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Quienes me han leído desde hace más de treinta años, saben que no descanso en mi ejercicio escritural ni siquiera en estos meses de diciembre. Ando en constante actividad creadora porque eso alimenta mi espíritu y le da sentido a mi existencia. Pero igualmente vivo, me dedico al ocio de las grandes cadenas de televisión por cable, al ejercicio sano del diálogo constructivo y, por supuesto, a la defensa de mis valores y principios en una sociedad que no descansa en buscar atajos para doblar la autoestima y las alegrías de sus semejantes. Estamos en una sociedad violenta, desconsiderada y muy soberbia. En pocas situaciones nos relacionamos con espíritus limpios que nos ayudan a trascender, pero en la mayoría de los casos la envidia, los ataques de "baja intensidad" (chismes y creación de rumores en torno a uno), están a la vuelta de la esquina, intentando mitigar y corroer el breve espacio de una vida humana.

En atención a esta realidad, hay una frase muy descriptiva que se aprende con los años, no con los consejos: "piel de foca". Todo cuanto nos llegue de manera negativa, que se resbale y se entierre en lo profundo de ese abismo al que mandamos todo lo indeseable y lo minúsculo. La expectativa de vida del ser humano en Latinoamérica, hasta el 2016, rondaba los 75 años, hoy día, por la crisis económica global y los fenómenos ambientales, ya ronda los 68 años. Es decir, nos estamos muriendo antes y eso debería preocuparnos y someternos a una profunda reflexión, no para buscar existir más años, sino para vivir los que nos toque vivir, con calidad y con buena energía por parte de nuestros semejantes.

Hay, cambiando el tema al rango de lo académico, una preocupación que ha sido asunto de debates en varios foros y eventos de discusión, acerca del quienes ostentan el nivel doctoral en la sociedad moderna, y acerca de qué significado tiene hoy día una Tesis doctoral para investir del rango de doctor a aspirantes con sus deseos propios de aportar sapiencia y soluciones técnicas a los problemas cotidianos del hombre. Lo primero que es fundamental entender es que un doctor, me refiero al rango académico no al doctor por consenso de tradición social (médicos y abogados), es un investigador puro que estudia un Programa doctoral para fortalecer sus habilidades y destrezas de indagación, buscando construir escenarios a mediano y largo plazo, en los cuales sus aportes sirvan de sustentación a estrategias y acciones de operadores de conocimiento (profesionales de áreas del saber determinadas que no son doctores), para la solución de problemas puntuales de los cuales se hagan eco las comunidades.

Un doctor no aporta salidas inmediatas a un problema o situación puntual. Él diagnóstica, compara, establece criterios de análisis, para luego construir un discurso que alimente el escenario particular donde se dan situaciones de necesidad en la sociedad, sirviendo de referente-autoridad, para soluciones que surgirán de los bandos medios de los operadores de conocimiento. La confusión que se aprecia en algunas Universidades Latinoamericanas, es que confunden el discurso de la tesis doctoral con trabajos acabados de tipo experimental o cuasi-experimental, circunscribiéndose a describir mecanismos para la obtención de información y exponiendo, muy superficialmente, los resultados alcanzados, sin generar una sistematización profunda, que permita reconstruir significados y replantear posturas teóricas hasta el momento entendidas como verdades absolutas. Hay más temor que ignorancia a crear teoría emergente y nuevos constructos de saberes. Por ello, se necesita revisar los contenidos curriculares de las Universidades que ofertan Programas doctorales, para crear en ellos una postura que sea coherente con el sentido y razón de ser de un doctor académico, porque de lo contrario estamos graduando investigadores con ese rango de formación que no hacen uso de su potencial y por ende se pierde el esfuerzo y las intenciones conque las Universidades aspiran formar nuevas generaciones de constructores de teorías.

Es importante, en este sentido, tener claridad en qué es y que no es una Tesis doctoral; esta no es un Trabajo de Grado, es una Tesis. El Trabajo de Grado es un documento científico o de investigación que se plantea la solución de un problema a corto o mediano plazo. Una Tesis, es un documento científico que plantea alimentar o sustentar estrategias o acciones que a mediano o largo plazo soluciones problemas inherentes al área de estudio. El filólogo Umberto Eco, decía que una Tesis Doctoral era "…un estudio escrito sobre una investigación de carácter original efectuada por un estudiante o un escritor con base en un análisis de publicaciones hechas por otros sobre un tema dado, en razón del cual genera una teoría cualitativa o cuantitativa".

A todas estas, cuando uno aborda una realidad de estudio o un objeto de estudio de interés, desde la perspectiva doctoral, se elabora desde un proceso descriptivo-fenomenológico, que va identificando categorías emergentes y las va sistematizando; transforma los datos o información en constructos teóricos que tengan un sentido epocal y que a su vez anticipe ciertos comportamientos de su unidad de análisis para ser enfrentadas en el futuro inmediato.

Hay situaciones donde la realidad objeto de investigación se aprecia desde cálculos estadísticos o usando multicriterio, esto es pertinente como técnica e instrumento de abordaje e intervención del objeto de estudio, pero no es pertinente como producto de tesis doctoral, aunque haya tesis aprobadas utilizando solamente este criterio cuantitativo, ya que no generan nuevo conocimiento ontológico, epistemológico y axiológico.

Así mismo, una tesis no es un evento administrativo para lograr una promoción profesional, ni es tampoco un evento exclusivamente científico, de pura investigación. Escribir una tesis tiene sobre todo una finalidad de aprendizaje; el primer fruto de una tesis es el crecimiento de su autor o autora, su aprendizaje al escribirla, al mantener un discurso coherente y bien argumentado a lo largo de cien a trescientas páginas. Quien es capaz de escribir una tesis doctoral acredita con ello su habilidad investigadora y su capacidad de comunicar a otros lo descubierto siguiendo las pautas de quienes le han precedido y de quienes trabajan en ese mismo campo de investigación.

A grandes rasgos, la tesis debe aportar algo original y novedoso, pero su primer mérito ha de radicar en la tarea rigurosa de acopio de lo que otros han dicho sobre la cuestión afrontada, en el examen detenido de sus aciertos y limitaciones; solamente después de hecha esa tarea imprescindible, puede y debe el autor de la tesis aportar algo nuevo. Lo realmente decisivo para una tesis es tener una buena pregunta, y después dedicar el tiempo necesario para adquirir el oficio y el método que permitan iluminar el problema que queremos abordar y permitan ofrecer una respuesta argumentada y convincente. Para llegar a formular esa pregunta es importante la elección de la persona que dirija nuestra investigación, pero sobre todo es indispensable que la pregunta tenga un enraizamiento efectivo en la biografía personal. Una vez esbozado el problema que se cree de interés para centrar nuestro trabajo de tesis es aconsejable establecer un plan de investigación sistemático.

Cuando se intenta, a todas estas, dar respuesta a una problemática se propone la investigación como una estrategia de enseñanza, materializada a través de las experiencias, reconociendo la importancia de enunciar el contexto de producción científica, deconstruir la lógica de justificación del conocimiento científico que da significado tanto a los conceptos como a los métodos, y operar con lógica, en situaciones de construcción de conocimiento; y hacer de las "cuasi-teorías" que los sujetos construyen a partir de sus experiencias cotidianas, como punto de partida en la enseñanza de las ciencias. La propuesta teórica consiste en acercar el modo como se construye el conocimiento científico, a los potenciales lectores y no hacerle más complejo o difícil la comprensión de las ideas investigadas. Solamente el investigador debe enfrentar la incertidumbre y el caos, no el lector.

A tal efecto, la redacción de la tesis doctoral suele estar concentrada en el tramo final de la investigación, donde se han extraído y analizado los datos. La redacción dependerá de la extensión exigida, pero siempre debe conservar el estilo propio de los textos científicos siguiendo las indicaciones dadas en el tema correspondiente, pero con la apertura de formar o dar cuerpo a teorías emergentes, comprobables, verificables, que son teorías nuevas y no la explicación de teorías pre-existentes.

Finalmente, en el caso de las investigaciones cuantitativas, la teoría es describir, explicar y analizar los datos obtenidos y crear desde ellos una estructura novedosa de conceptos emergentes que busquen edificar un cuerpo teórica que vaya más allá de lo ya existente. La teoría es un sistema lógico de conceptos que surgen desde lo abstracto o desde los testimonios, como una explicación novedosa de lo que ocurre en el contexto de una unidad de análisis determinada.

En concordancia con lo anterior, las teorías científicas, como teorías axiomatizadas formuladas en una lógica del conocimiento abstracto, como las matemáticas, que reúne las siguientes condiciones: Donde la teoría se formula en una lógica de primer orden con identidad; donde los términos no lógicos o constantes se dividen en tres clases disjuntas llamadas vocabulario lógico que consta de constantes lógicas (incluidos términos matemáticos), el vocabulario observacional que contiene términos observacionales, y el vocabulario lógico-observacional, unido, que contiene términos teóricos Los términos teóricos se interpretan como referidos a objetos físicos o a características de los objetos físicos, directamente observables.

Hay, definitivamente, un conjunto de postulados teóricos cuyos únicos términos no lógicos pertenecen un conjunto de axiomas, leyes o principios, donde se explícita las características de los elementos intervinientes en la unidad de análisis. Una teoría científica (TC) es un sistema axiomatizado donde las teorías son los postulados teóricos o leyes básicas de la teoría formulada que toman forma de reglas de correspondencia que especifican las aplicaciones admisibles de dichas teorías, en el marco de los fenómenos observables, permitiendo que las teorías se usen para hacer predicciones sobre fenómenos observables.

Es imposible concentrar en este espacio del presente escrito todo cuanto es necesario comprender acerca de la Tesis doctoral y del papel del doctor en el mundo académico moderno. Se da con el nivel doctoral académico esa vieja frase que reza: "…ni están todos los que son, ni son todos los que están". Tratemos de ser humildes y aprender a ser doctores (si hemos logrado ese rango), pero si sentimos que nuestra soberbia y egoísmo puede más, tratemos entonces de no ser estorbo en el mundo académico, vamos a circunscribirnos a no opinar, respetar a quienes sí tienen interés, disciplina y talento en su ejercicio doctoral, y no construyamos una brecha de ignorancia en algunos escenarios en donde nos toque trabajar, porque el ser doctor académico es algo que no se demuestra con anillos pesados en los dedos ni con vestimentas académicas deslumbrantes, se sabe que se está ante un doctor académico en el instante en que este abre sus labios para pronunciar una opinión.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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