Para sacar a la universidad venezolana del atraso, la ineficacia y la ineficiencia, este gobierno revolucionario debe explorar, analizar y poner en práctica nuevas formas de organización universitaria, porque nuestras universidades, viejas y nuevas, no han servido para impulsar el desarrollo nacional, debido a fallas en su orientación y por razones políticas, técnicas, administrativas, de cantidad, de calidad y pare usted de contar. Propongo la creación de universidades diseñadas desde cero y administradas por países como Rusia, China, Japón o Alemania, y crear en ciudades seleccionadas de Venezuela la Universidad Rusa, la Universidad China, la Universidad Japonesa o la Universidad Alemana.
La idea es hacer un Convenio con países amigos que tengan universidades de punta, estén dispuestos a ayudarnos y compartan nuestro camino socialista, financiar todas las etapas de desarrollo y darles plena libertad para que diseñen, construyan, y administren instituciones públicas de educación superior de primera calidad, al estilo de cada país, con estudios en su propio idioma (único modo de tener acceso a sus bases de conocimiento), orientadas a la solución de problemas venezolanos, con el objetivo de crear centros de excelencia que sirvan de guía para el resto de nuestras universidades y para el país en general. Nuestras universidades mejorarán en la medida en que todos podamos ver, con nuestros propios ojos, no por referencias remotas, lo que implica desarrollar y manejar una institución de educación superior de primera calidad. Perdonen la referencia personal, pero luego de haber sido estudiante de postgrado en The Ohio State University y Massachusets Institute of Technology y de haber sido profesor universitario durante 17 años (el resto de mi carrera en el sector privado), me siento obligado a decir a mis 64 años que si queremos universidades de primera tenemos que hacer una masiva transferencia de tecnología de los países que han demostrado que saben diseñar, construir, desarrollar, administrar y mantener universidades de primera.
Los venezolanos carecemos de esta experiencia y lo hemos demostrado con hechos: nuestras universidades no han dado la talla y han gastado muchos millardos de dólares. Bajo la supervisión del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior, debemos pagar para obtener tecnología universitaria de primera calidad, del mismo modo que hemos pagado durante muchos años por tecnología petrolera. La educación superior venezolana es más importante que el petróleo.
asdrubalchirinos@gmail.com
