"hay quienes quieren un magisterio sumiso, silencioso, arrinconado, incapaz de levantar la voz, pero un pueblo que tenga maestros de ésa categoría tendrá que ser un pueblo de esclavos"
Luis B. Prieto Figueroa
La exitosa protesta de los educadores el pasado lunes 9, fué una contundente respuesta clasista del movimiento magisterial contra la irracionalidad tiranica de un gobierno que perdió el sentido de la sensibilidad ante la traumática realidad económica y social del país.
Fué una movilización altamente concurrida contra la barbarie neocolonial que el presidente Nicolás Maduro viene imponiendo a los trabajadores, y aunque dicha acción de protesta unitaria fue silenciada por la canalla mediática del gobierno y la burguesía, marcó el inicio de un año que ya comienza a ser caracterizado por la confrontación de clases en el país, expresada en grandes batallas reivindicativas entre la clase trabajadora y un gobierno desclasado que defiende y proteje los intereses de la burguesía explotadora.
Para los venezolanos en general la temática salarial paso a ser un asunto de vergüenza nacional por la inmoralidad irracional de un gobierno que disfruta a manos llenas del tesoro público mientras con sus miserias humanas se burla del sufrimiento socioeconómico de los trabajadores y el pueblo en general sin atender los reclamos justos y legales.
No hay duda de que estamos ante unos gobernantes con un alto déficit de responsabilidad, competencia, principios y valores éticos socialistas que en vez de producir un cambio transformador de las estructuras del viejo estado burgués, a partir del camino proyectado por Chávez, se transfomaron así mismos en una nueva clase social que nada tiene que ver con la clase obrera traicionada por esa élite del poder, de allí su postura esclavizada y rastrera ante la nueva burguesía muy feroz ante los trabajadores hoy en situación de abandono social.
Que sepa el presidente y su desclasado gobierno, que el justo reclamo de los educadores venezolanos es legítimo y pertinente como lo establecen la constitución y la ley, no están exigiendo nada fuera de lo común, ni tampoco exigen un sueldo igual o parecido al de los educadores de Luxemburgo no, simplemente solicitan que les paguen lo que se les debe con retraso y se incremente el salario como lo establecen el artículo 91 de la CRBV, así que este gobierno patronal no tiene justificación alguna para caer en el errático desespero político descalificando la protesta pacífica y la razón gremial que son las únicas armas que dispone el movimiento educativo venezolano.
Ningún gobierno puede proponerse el desarrollo de un estado productivo, sustentable y eficiente en lo económico, social y cultural sino está basado en una educación integral fuerte y eficaz y en ese sentido el papel de la educación es fundamental y necesaria, pero el presidente y su gobierno todavía no han entendido esa elemental categoría prefiriendo desconocer a los educadores, negarles sus derechos y perseguirlos como delincuentes en una especie de barbarie neocolonial del pasado.
Da la ligera impresión que el presidente Nicolás Maduro quiere parecerse al adeco Carlos Andrés Pérez, de allí su semejante acción de gobierno: aplicación de un paquetazo neoliberal, cumplir con el pago de la deuda externa a costa del hambre del pueblo, liberación de precios y congelación de salarios, cárcel plan y plomo a los trabajadores, ambos tuvieron su propia imagen electorera en un muñeco representativo, pero con la diferencia que CAP-2 a demás de brincar pozos para su reelección entró en contradicción con su partido Acción Democrática en cambio "NICO" brincó la talanquera huyendo por la derecha hacia el neoliberalismo llevándose con sigo a Diosdado y el resto de la Dirección Nacional del psuv, abandonando al chavismo militante y el legado de Chávez.
Finalmente necesario es, hacer un reconocimiento público a todos los educadores y educadoras quienes con su participación en la hermosa jornada de protesta el lunes 9 de enero dieron al país y más allá, una importante señal de consciencia de clase, abriendo las compuertas de la protesta pacífica y aplastaron el miedo tomando las calles que en definitiva son del pueblo, pero también no menos importante fué un significativo llamado a la unidad del pueblo en su conjunto para hacer respetar la Constitución Bolivariana y enfrentar con decisión a este gobierno antiobrero y hambreador.-
Chávez, es el camino!