Sistema Nacional de Ingreso abate sinergia clasista de los Programas de Igualdad de Oportunidades

Nuevos retos.

El mundo anda en revuelta, camaradas. El capitalismo mundial no acepta su amarga verdad: no ha representado una alternativa para las grandes mayorías y en consecuencia, a bombazo humanitario limpio, la emprende contra todo lo que huela a disidencia. La democracia burguesa, de cuantía terrofágica representatividad, se cambia de ropaje para embobar incautos, pero termina arrastrándose por el lodazal del descrédito asesino y criminal con ribetes de corrupción y exterminio étnico nauseabundos. Ante esta realidad tan abrumadora hay que ponernos serios en nuestros planteamientos, pues con divisionismos en la izquierda nos puede caer una bomba humanitaria solo matachavistas con ocupación armada incluida. Nuestro norte es un libro azul donde la práctica socialista conjuga el accionar democrático y social de derecho y de justicia. Dejemos el egoísmo y entendamos que desde 1999 para acá ha sido bastante lo que se ha logrado pero urge la unidad para seguir profundizando cambios.

Somos una nación que sufrió los peores atroces embates de la IV república: 30 años de azotes para con las mayorías. O es que acaso 18 Planes Marshall (260 mil millones de dólares 1973-1995) dilapidados no bastan? Somos hijos de la quiebra de bancos, desfalcos financieros, asesinatos selectivos, desapariciones forzosas, remarcaje de precios, políticas salariales de hambre, genocidio indígena, sicariato gubernamental, asesinato de más de 90 estudiantes por defender el pasaje estudiantil, lista de bachilleres sin cupo, el discriminador Sistema Nacional de Selección y Admisión (1975) que desembocó en la Prueba de Admisión universitaria (madre de todos los Programas de Igualdad de Oportunidades del momento: a , b , c , d , e , f , g ), deserción escolar de alumnos y maestros, sistemático éxodo desde el campo para la rancherización de las ciudades, sobres y carros bomba, represión, apropiación de bienes del estado y horrorosas pérdidas patrimoniales, dolo, paros en educación en todos sus niveles, desempleo, cogollización política, caos hospitalario, pobreza extrema, ingobernabilidad y golpes de estado. Esos, entre muchos otros traumas, propiciaron el advenimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El modelo representativo fue agotado por el puntofijismo déspota. Casualmente por cierto, los mismos adláteres que hoy nos ofrecen devolvernos la estabilidad usurpada, robada, secuestrada ante la llegada al poder del Comandante Hugo Chávez garante de la justicia y la equidad.

Una andanada de acciones criminales de lesa humanidad tendientes a torpedear el proceso revolucionario en la CRBV de 1999 y sus respectivas leyes intentan por todos los medios hacer mella sobre una población mayoritaria esperanzada en cambiar para mejorar. Azuzada inestabilidad social inspirada en intentos de torpedear nuestra recién adquirida gobernabilidad mediante incendiarias guarimbas en conchupancia contubérnica con factores económicos y políticos domésticos y foráneos conjurados contra la adquisición de alimentos, medicinas y rubros de todo tipo, secuestro de finanzas, confiscación de depósitos en la banca extranjera, expropiación de bienes del estado, cerco financiero, asedio comercial, etc para forzar la renuncia por parte del pueblo al nuevo modelo participativo y protagónico. Para rematar, el atentado contra la presencialidad educativa, tres duros años de Covid 19.

El estudiantado de los últimos 50 años la ha tenido bien difícil. Ha sido cuesta arriba hacerse de un título universitario. Paralelamente, al estado democrático y social de derecho y de justicia no se le ha permitido expandirse, profundizarse y crecer. No obstante, el estado venezolano en la persona de nuestro presidente obrero Nicolás Maduro, redoblando la marcha en la consecución de objetivos que garanticen el cumplimiento de la doctrina bolivariana propicia la entrada en vigencia del Sistema Nacional de Ingreso (ileso durante la guerra electrónica en Julio pasado) llegado para llevar justicia y equidad académica al grueso de la población estudiantil otorgándoles un cupo universitario en el nuevo universo de universidades públicas cortesía de la revolución bolivariana. Para describir la magnitud de la justicia sin discriminación en la CRBV, señalo que desde 1967 hasta 2015 (queda sin efecto la Prueba de Admisión en la Universidad Nacional Experimental Simón Bolívar) la USB Sartenejas preinscribió 304.312 aspirantes de los cuales solo 60.024 aprobaron la Prueba de Admisión. Del mismo modo, la USB Litoral, 1984-2020 preinscribió 76.574 aspirantes de los cuales solamente 21.444 corrieron con la suerte de haber gozado de una formación equilibrada sin mayores altibajos en un momento histórico lleno de convulsión. Otro ejemplo desgarrador lo constituye el Programa de Igualdad de Oportunidades (suerte de mecanismo nivelador de estudiantes con rendimiento bajo en matemática, química, física, lectoescritura y orientación exploración vocacional para enfrentar la Prueba de Admisión de la universidad). Funcionó en ambas sedes de la USB. Los estudiantes recibían clases presenciales lo que resultaba de un maravilloso estímulo. PIO Sartenejas atendió 2002-2013 a 5107 de los cuales según registro, 411 pasaron la prueba. Mientras que PIO Litoral llevó a sus aulas a 3069 con un saldo de 1258 admitidos. Casi 400 mil bachilleres aspiraron a las aulas de la USB pero solamente 83,164 fueron aceptados. Estamos hablando de 48 años de universidad pública. Saquen ustedes sus conclusiones.

Librados del traumático Examen de Admisión aplicado durante los más terribles momentos de la historia republicana del país, el Sistema Nacional de Ingreso se yergue como el maná de quienes creemos en una patria socialista de Bolívar y Chávez. De manera sostenida, el SIN ha ido aumentando la asignación de bachilleres a diferentes carreras en las universidades públicas del país. Hemos crecido tanto en inclusión que podríamos celebrar el beneficio de la misma en casi 500 mil bachilleres (208 mil en el año 2023, 275.380 en el 2024) solo en dos años-comparen- .

Con la democratización de nuestra Universidad Simón Bolívar hemos recibido aspirantes asignados tales como 2325 en el 2018, 2340 en el 2019, 1818 en el 2020, 1852 en el 2021, 1362 en el 2022, para el año 2023 en los segmentos No Discapacidad Discapacidad No Pueblo Indígena Pueblo Indígena en un total de 3183 bachilleres. En el 2024, algunos 3350. Saquen cuentas.

Pero la lucha sin cuartel contra la decadencia sigue a pesar de la resistencia dentro del claustro. La canalla enquistada en todos los niveles y segmentos de la sociedad y universidad misma, no da tregua en su afán por desencantar, sembrar desconcierto y así quebrar la fe en el proceso. De los 3183 se inscribieron ni 800 bachilleres. Las razones son múltiples y de diversa índole. Por un lado, el emprendedurismo exacerbado que insta al bachiller a montarse en un negocio. Otra, el éxodo prometedor que los enternece y los hace emigrar muy de moda por exacerbadas e inescrupulosas cadenas comunacionales propias y extrañas. Y el más doloroso fenómeno inhibidor de voluntades para hacer una carrera universitaria: la realidad salarial contractual del momento. Nuestros hijos ven que aun siendo profesionales, pasamos trabajo para lograr lo elemental para la subsistencia. Eso es un muy mal ejemplo para nada estimulante.

Una elevada población estudiantil golpeada desde hace bastante por factores ajenos, conjugada con una escasa presencialidad en el aula es presa de profesores matemáticos, físicos, químicos, ingenieros, computistas, etc quienes adoleciendo de didáctica especial y general, metodología para la evaluación, aproximaciones teóricas sobre la Didáctica del Cálculo en educación universitaria basadas en los aspectos afectivo, axiológico y cognitivo queda diezmada, frustrada y en huída asumiéndose como culpables absolutos de su tragedia precisamente por una ausencia de políticas coordinadas por parte del Gobierno en conjunto con las universidades, como entes forma-dores de los docentes y principales productores del conocimiento científico, para plantear la problemática y establecer objetivos concretos a ser alcanzados. Nada que ver con la idoneidad académica en el 104 de la CRBV. Y ni hablar de quienes dictan Lectoescritura… Rescatemos la presencia de auténticos pedagogos en las universidades. Los registros alumnos de idos y aplazados aterrorizan.

El Programa de Igualdad de Oportunidades de la Universidad Simón Bolívar en menos de año y medio de página web totaliza 5863 visitas que dan cuenta de su importancia comunicacional orientadora. Del mismo modo ha venido garantizando su presencia en un centenar de instituciones públicas y privadas a lo largo y ancho de altos y bajos Mirandinos, Caracas y la Guaira llevando estímulos visuales musicales que incentivan el interés por la realización de carreras universitarias. Más y más bachilleres visitan nuestro museo interactivo científico universitario: Didactrón.

Tanto la masificación de la educación como el Sistema Nacional de Ingreso de la mano con el Programa Nacional Semilleros Científicos y toda iniciativa gubernamental que fortalezca el engrandecimiento de la patria en concordancia con su estado de derecho, urgen de protección. Es decir, una acción pedagógica que humanice el proceso de formación profesional y científico en la universidad venezolana.

Profesor Alexander Natera. anatera@usb.ve redsentinnel05@yandex.com

Coordinador Programa de Igualdad de Oportunidades

Universidad Simón Bolívar.



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