Antes de referirnos al tema del epígrafe, es bueno recordar un poco, lo que ha sido el movimiento estudiantil en su incorporación a la lucha revolucionaria en cualquier tiempo y lugar. Por naturaleza el joven en general y el estudiante en particular son opuestos a cualquier tipo de impedimento o limitaciones generadas por el sistema en el cual se desenvuelven, si ayer las luchas estudiantiles ocurrían no solo por la libertad de expresión y opinión sino por la libertad política concebida esta como la oportunidad de protestar por cuanto todo lo que el sistema de opresión sistémica imponía, las injusticias en el seno de la sociedad, el pensamiento hacia el futuro de una mejor vida y oportunidades, pero sobre todo contra el imperialismo avasallador y omnipotente generador de la barbarie sintetizada en la exclusión y la falta de equidad.
Hoy en día, vemos como las luchas estudiantiles se reducen a espacios nada políticos en esencia, aunque en representación o delegación del vacío de partidos políticos, quienes haciendo uso de estos, adelantan procesos de empuje hacia una salida no institucional que es lo que hay en el fondo. A tales efectos las reivindicaciones del pasado contra el imperialismo y el sistema capitalista, han cambiado de sentido u orientación y sus luchas se han convertido inexplicablemente en la defensa precisamente de los opresores de ayer, no es una paradoja ni casualidad, es a nuestra manera de ver, el efecto del planteamiento ideológico escondido detrás del cierre de un canal que es su objeto de defensa; estamos seguros por desconocimiento de la mayoría sobre lo que en realidad representaba este canal en lo interno y externo de la vorágine capitalista.
Ahora bien, con respecto a la desarticulación del movimiento estudiantil revolucionario, cuando las luchas del pasado y las reivindicaciones se ven patentizadas en la acción de gobierno revolucionario, no solo de beneficios estudiantiles directamente sino en el contexto de la sociedad y la confrontación sistémica capitalismo socialismo se hace cada vez más evidente, algunos pensarán que es innecesario cualquier tipo de lucha u organización, craso error porque se evita la canalización de apoyo a la formación ideológica política de una parte importante de la sociedad, de allí, este vacío lo está tomando la derecha inclusive en las universidades públicas y no me vengan a decir ahora, que es motivado por la selección en el ingreso, en el ayer la mayoría de la dirigencia estudiantil provenía de la clase media, no señores, a nuestro entender, las causas están focalizadas en el desinterés político por la organización estudiantil, que no se preocupó por crear cuadros o incentivar la acción de los mismos.
Es la misma despreocupación que por el asunto ideológico, por la formación del partido, que afortunadamente se está superando ahora luego que el presidente vio la necesidad de construirlo como entidad útil y necesaria para las luchas que se avecinan, ni siquiera en la Universidad Bolivariana se procreó la formación de centros de estudios, inclusive prohibidos por el anterior rector.
Muchos los episodios y las luchas por venir que en cierto modo obliga y hace imperativo la urgente atención a la organización estudiantil en los centros educativos públicos y privados. El interés de la derecha está en este momento en el mundo estudiantil y cuidado si a nivel de liceos se está gestando acciones de convencimiento que quizás veamos en los próximos días rubricados en acciones de calle.
Es hora de hacer una batida general del mundo chavista hacia el movimiento estudiantil y la juventud, de tal manera que se neutralice cualquier acción que pretendan llevar a cabo los enemigos del proceso revolucionario, en el seno del futuro partido de la revolución se le debe dar cabida importante a los jóvenes y entre ellos a los estudiantes como garantía de una política envolvente hacia el mundo estudiantil en general.