Epa es con usted, el de la bandana negra, los zapatos Niké, el jean de marca, la chemise del caimancito, la bandera roja, azul y amarilla, si señor es con usted, voltee por favor, quiero hablarle. No tema, solo quiero exponerle lo que yo percibo de su accionar y espero de verdad que me ayude a comprender lo que esta haciendo, que me explique, si es posible, sus razones para gritar y caminar tan rabiosamente con consignas que a mi modesto juicio, no corresponden con la realidad.
Fíjese, usted protesta por la libertad y al parecer no se percata que la ejerce a plenitud, usted se revela contra una supuesta imposición ideológica del gobierno revolucionario y su socialismo, y no dice nada del dogma católico que se les impone a los jóvenes que estudian en la mayoría de los colegios privados, ni sobre las sostenidas campañas en pro de la pornografía, el tabaquismo, el alcoholismo, y el consumo de cuanto fetiche se fabrique y promocionan los medios de comunicación privados del país. Usted esta convencido del descalabro de las instituciones del Estado, y sin embargo es recibido por las máximas autoridades de los poderes públicos. La verdad que yo no lo entiendo, maldicen, ofenden, gritan, rezan, se acuestan en las calles, toman espacios públicos, pagan por clases en las universidades privadas y no asisten a las aulas, salen en vivo por los medios para el mundo entero, hacen guarimbas, trancan avenidas y siguen insistiendo que no tienen libertad.
Que locura, o yo estoy fuera de la realidad, o usted es de otro planeta, de algún lugar desconocido en alguna galaxia lejana.
Lo único que tengo claro hasta ahora, es que a juzgar por los símbolos que lleva, su país es diferente al mío, en el suyo la bandera esta compuesta de tres listones y siete estrellas, rojo, azul y amarillo, en el mío por tres listones amarillo, azul y rojo con ocho estrellas al centro y en algunos casos con un soberbio escudo y un caballito blanco corriendo hacia la izquierda sobre el cual vamos 7,5 millones de venezolanos revolucionarios que estamos empeñados en lograr la mayor suma de felicidad posible para todos.
Por otra parte, en nuestro país la lucha es en pro de todos, incluyéndolo a usted, que ahora no volverá a pagar altas tasa de interés en sus tarjetas de crédito, ni cuota balón por el carro nuevo, ni tiene que estar sometido a los rigores del crédito indexado de la hipoteca de su casa o apartamento, tampoco tendrá que pagar altas tarifa en los servicio de luz, agua y teléfonos, y lo mejor, hasta le vamos a poner a su servicio un satélite con el cual se conectará a Internet a muy bajo precio. Si señor, en este país, las universidades están floreciendo y el sistema nacional de salud pública se expande por todo el territorio nacional. Es cierto, se han cometido errores, pero estamos empeñado que sea usted organizado en consejos comunales quien vigile el buen funcionamiento. A eso lo llamamos contraloría social y usted es parte integral de ella.
Yo solo espero que esta noche cuando tenga sus cansados pies en remojo en agua tibia y sal, reflexiones, apague por un rato la TV o cambie el canal de Globovisión, y pregúntese: ¿Cuando antes usted supo de alguna manifestación que fuera atendida por algún fiscal general, presidente de la corte suprema, presidente del congreso, coordinada y custodiada por la policía desarmada?, ¿Cuando usted vio a los estudiantes universitarios acercarse a alguna autoridad sin ser sometidos a palo, plan y plomo?.
Usted tiene derecho a no ser revolucionario, a no querer a Chávez, a intentar salir de la revolución en un referéndum, o en elecciones, como lo hemos hecho nosotros desde 1998, pero para ello, hay que participar dentro de las reglas que impone la democracia. Piense, ¿por que no tienen diputados en la Asamblea Nacional y por que han perdido la mayorías de las gobernaciones y alcaldía que ayer controlaba la oposición?, recuerde, que el come guayaba defeca la semilla. Patria, Socialismo o Muerte, Venceremos.
(*) Dr. Profesor Investigador de Públicas y Desarrollo Económico
Decanato de Postgrado UNERG
Analista Internacional
angeltortolero@gmail.com