La claridad de los estudiantes burgueses

Jamás en la historia, de la que soy testigo, vi a movimiento estudiantil alguno, organizarse, aparecer y manifestarse, con tanta claridad y celeridad, como el movimiento estudiantil burgués, el que hoy nos abruma con su capacidad para asombrarnos. Han sido lo suficientemente claros a la hora de irrumpir en el escenario nacional, al cual habían renunciado por decidía, con un solo objetivo, defender los intereses de las empresas 1BC. Específicamente le exigen al Estado revolucionario, le devuelva a dicha empresa, la estructura que permite utilizar el espectro radioeléctrico del canal 2, sin la cual no podría funcionar la nueva televisora, TVes. (Esta situación sería la planteada, si alguien, al mudarse, se llevara consigo, las lozas donde están empotradas la cocina, la nevera y los gabinetes).

¿Por qué berrinchan los esclarecidos estudiantes burgueses?

1. Por la libertad de expresión. La de una elite a la que pertenecen. La de Marcel Granier y Miguel Ángel Rodríguez, quienes la ejercen a través de una televisora privada RCTV, cuya concesión para difundir mensajes a través del espectro radioelectrico, expiró (QEPD).
2. Los derechos civiles. Los que amparan a la “sociedad civil”, a las asociaciones, fundaciones y ONGs del Este con vínculos en Miami, que combaten al gobierno bolivariano. Los derechos que denoten civilidad, calidad total, reingeniería y outsourcing. Los que garanticen el libre ejercicio de la libre empresa.
3. La autonomía universitaria. La que garantice el uso y disfrute de la educación como un privilegio solo para quien puede pagarla. La que garantice la supremacía del profesor por encima del estudiante. La que enclaustre y utilice el conocimiento como elemento de dominación. La que execre las ideologías bajo el florecimiento del fin de la historia.
4. La reconciliación nacional. La que disimule la lucha de clases. La que permita la supremacía de una sobre la otra. La que invisibilice a los afrodescendientes, indios y pobres. La que permita la exclusión. En donde reine la paz sin pasar por la justicia. La que garantice la impunidad.

¿Qué han logrado?

1. Ejercitar la libertad de expresión hasta la saciedad, al punto de despreciar la oportunidad de expresarse en cadena nacional de radio y televisión desde La Asamblea Nacional. (A propósito de cadenas, propongo que las cadenas de radio y de televisión incluyan a la prensa escrita)
2. Ser recibidos dos veces, en menos de 15 días, por La Fiscalía General República y consignar documentos y denuncias de las agresiones infligidas (paralyser) por la PM (en la primera oportunidad fueron recibidos por el mismísimo Fiscal General).
3. Ser recibidos por El Tribunal Supremo de Justicia.
4. Consignar un documento ante la representación de la OEA en Caracas.
5. Evidenciar su inconsistencia ideológica y su dependencia política de sectores golpistas.
6. Evadir el debate.
7. Movilizar a un sector del estudiantado que tradicionalmente altanero y malcriado, no lo hacía.
8. Pedir auxilio al exterior volteando la bandera nacional.




¿Qué quieren?

1. Ser libres para ver televisión y escoger el canal que les de la gana aún cuando este no exista.
2. Ser libres para disentir sin tener que explicar por qué.
3. Debatir, cuando y donde ellos digan, sin cadena de radio y televisión, pero con la presencia de todas las televisoras privadas, en especial Globovisión.
4. Decir incoherencias sin que sean entendidas como tales.
5. Expresarse con absoluta libertad sin asumir responsabilidad por lo dicho.
6. Expresarse sin sentir miedo por lo expresado.
7. No ser percibido como mentiroso por la falacia dicha.
8. Ser libre para decir lo que quiera sin tener que escuchar.
9. Probar que en este país no hay libertad de expresión ilimitada.
10. Demostrar que el gobierno bolibvariano, encarcela, desaparece y asesina a estudiantes burgueses.
11. Permanecer en la calle hasta que tarde o temprano la dictadura caiga.
12. Conocer los nombres de los oficiales y agentes de la PM que los custodiaran en las futuras marchas, así como tener una lista de los accesorios e implementos que usaran en caso de que se les ocurra desviar la marcha o convertirlas en actividades violentas para drenar sus frustraciones.
13. Quemar calles, destruir carros y fachadas, cerrar autopistas, destruir la propiedad pública y privada sin ser reprimidos.
14. No recordar el pasado; sobre todo no recordar a los estudiantes que murieron en combate, a los cuales les deben el derecho de disfrutar las reivindicaciones y libertad que hoy mal usan (a propósito, otra propuesta: erigir el “monumento al estudiante caído” para rendirle honor y reconocimiento a los valientes que ofrendaron sus vidas, y así recordar que cada vez que se sale a la calle, en calidad de estudiante, se lleva en el corazón los muertos de nuestra felicidad)
15. No ser asociado a ningún intento de golpe suave, aunque se les note el bojote.

Todas estas ideas las expreso pensando en que nuestros estudiantes socialistas, los que están defendiendo los intereses del pueblo, no tienen esa misma claridad simplona e inmediatista, de la cual hacen gala los neoliberales. Que la propuesta de país que exponen, inmersa en el proceso de cambio, el cual contempla la construcción colectiva del socialismo del siglo XXI, exige el debate constante, la elaboración teórica derivada de la práctica, la investigación permanente de la realidad y ello pone en sus bocas y en sus acciones, un discurso consecuente con la revolución bolivariana, con propuestas que trascienden el egoísmo temporal, el individualismo enclaustrado, la codicia capitalista. Ellos son como lo dice acertadamente Robert Sierra, “somos la garantía de revolución bolivariana más allá del 2021”

miltongomezburgos@yahoo.es



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3431 veces.



Milton Gómez Burgos

Artista Plástico, Promotor Cultural.

 miltongomezburgos@yahoo.es      @MiltonGomezB

Visite el perfil de Milton Gómez Burgos para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Milton Gómez Burgos

Milton Gómez Burgos

Más artículos de este autor