El ser latinoamericano, el ser venezolano está conminado a repetir los mismos errores evento tras evento, se trata del hecho que ante cualquier triunfo estimamos necesario corresponderlo con el zénit colocando al héroe en la cima de los medios de comunicación. Consideramos importante la paliza que nuestros estudiantes le dieron a aquellos muchachos utilizados o no ante la escena pública nacional e internacional, sus intervenciones sin guión previo, diríamos que hasta con el corazón demostraron de una muy buena vez, de lo que están hechos y que no han sido en vano nueve años de revolución bolivariana, se hicieron en ese lapso tan corto quedando en evidencia que el mensaje revolucionario ha calado en la juventud venezolana, no solo la figura escénica sino la literatura que cada uno de ellos transmitió, llenó de orgullo a los venezolanos y venezolanas que tuvimos la suerte de escucharlos en vivo.
De inmediato llovieron las entrevistas en medios públicos y hasta privados confrontando con quienes se retiraron y perdieron una batalla histórica y trascendental, se movilizaron y neutralizaron la embestida estudiantil opositora como parte de un plan premeditado y de mayor cobertura buscada, cosa que por cierto no lograron, hasta aquí todo sucedió como tenía que ser y de cierta manera resultaron como líderes naturales del movimiento estudiantil revolucionario.
Al respecto, tendríamos que preguntarnos que ocurrirá de ahora en adelante en el seno de las Universidades e Institutos de Educación Media y si este liderazgo conseguido mediáticamente, se corresponderá con la acción y reacción intra muros y no se convierta un poco como lo que pasa en la oposición venezolana que es de pura pantalla. El verdadero líder no solo es el que habla bien y profundo, es el que organiza y transmite conciencia y crea valores acerca de la lucha y la necesaria ventaja de mantener viva la esperanza en esta crucial hora de la Venezuela Bolivariana.
Son muchas las decepciones y ejemplos de lo que no se ha hecho bien y en función de objetivos ulteriores, hay que conquistar la conciencias de los estudiantes venezolanos al menos en los Institutos públicos. La Universidad tiene que cambiar y son los muchachos, los estudiantes los llamados a conquistar el sitio que la universidad tiene que tener en la vorágine de la vida revolucionaria, no dejemos que se ensalzen y coadyuvemos a que se sientan parte del movimiento nacional liberador, es obra de todos y todas.
No caigamos en lo de siempre y elaboremos políticas envolventes que permitan conectar a los estudiantes con la nueva realidad y ayudemos al líder del proceso en la facilitación del camino hacia el socialismo del siglo XXI y a la defensa de las conquistas logradas. Patria para amarla y defenderla, socialismo para transitar ese bello camino de emancipación y liberación y muerte para darle significado de dignidad a la lucha y con lo cual decimos que hasta con nuestras vidas defenderemos esta vaina de las agresiones y deseos imperiales.
