Tal como lo oyen: las fuerzas opositoras a las ideas que lideriza el presidente Chávez están actuando con ensañamiento y sin contemplación alguna dentro de las universidades venezolanas. Debido a los acontecimientos acaecidos en todo el país durante el mes de mayo, por la no renovación de la concesión a RCTV, y por la posición tomada en defensa de nuestras ideas, el Decano Vicerrector de la ULA Táchira, arremetió contra los estudiantes chavista y emprendió una campaña de desprestigio hacia mi persona a través de todos los medios de comunicación de la región. Irrespetó mi honor reiteradamente, acusándome entre otras cosas de cobarde y de ser el responsable de introducir grupos armados en la Universidad. Debido a ello decidí actuar ante los tribunales de la República e interpuse contra el mencionado Decano una demanda por DIFAMACIÓN AGRAVADA CONTINUADA. Como respuesta, su abogado asesor dio unas declaraciones recientemente en la prensa local donde afirmó que por tales hechos yo tenía abierto ya un procedimiento administrativo (expediente) en la ULA. Estas afirmaciones son totalmente falsas pues en la actualidad está actuando, por mandato del Consejo de Núcleo (equivalente al Consejo de Facultad), una comisión encargada de recabar información sobre lo sucedido. Se supone que a partir de esta información es cuando el Consejo de Núcleo puede tomar la decisión de abrir o no un procedimiento administrativo. Esto significa, entonces, que de acuerdo con las declaraciones de su abogado asesor, y a pesar de no haber sido entregado el informe aún por parte de la comisión (todavía están practicando entrevistas y tienen fecha de entrega del informe para mediados de septiembre), ya el Decano tiene tomada su decisión: ABRIRME UN EXPEDIENTE PARA EXPULSARME DE LA UNIVERSIDAD. Similar suerte van a correr los estudiantes chavistas.
La cuestión se agrava aún más si consideramos que el Decano es quien preside el Consejo de Núcleo, pero que además cuenta con una mayoría de profesores y estudiantes consejeros que públicamente son conocidos como muy cercanos a él y a sus tendencias políticas opositoras. El Decano fue electo hace unas semanas como vocal suplente del Comité Regional de COPEI en el Táchira. También debemos añadir que los consejeros estudiantiles, repito todos del entorno del Decano, dieron esta semana una rueda de prensa donde, además de brindarles su apoyo, señalan que pedirán (decidirán) el máximo castigo para mi. Eso en términos claros no es más que mi salida de la Universidad. Dentro de este grupo de estudiantes consejeros hay representantes de las agrupaciones políticas Nuevo Tiempo y Resistencia. Otros son familiares de las autoridades de la ULA Táchira; todos de tendencia opositora.
Con esta sucinta exposición queda claro que está decidido ya por antemano mi carrera, y con ello mi futuro, dentro de la ULA. Los únicos pecados: no comulgar con las ideas de la oposición, haber sido el más fuerte contrincante del Decano en las elecciones pasadas (por cierto fui uno de los pocos candidatos a Decano en toda la ULA con nivel de doctorado, requerido por ley) y ser su posible contendor en las próximas elecciones a celebrarse el venidero año. Se soslayan con esta casi inminente expulsión los 21 años que tengo como docente tanto de pregrado como de postgrado, un PhD logrado en la Universidad de Nottingham en Inglaterra, mi dedicación a la investigación con numerosos artículos publicados en revistas nacionales e internacionales; trayectoria reconocida con premios PPI del FONACIT y PEI de la ULA, coordinador de varios proyectos de investigación avalados por el CDCHT, tutor de tesis de postgrado, profesor invitado en varias universidades del país y conferencista invitado a nivel nacional e internacional. Es obvio que logra también el Decano, con esta salida mía de la Universidad, despejar el camino para su reelección.
Mi caso debe ser considerado, en consecuencia, como una advertencia no sólo por el Ministro de Educación Superior sino también por todos los estudiantes, obreros, personal técnico-administrativo y profesores que hacen vida universitaria y que por el simple hecho de ser chavistas pueden ser sujetos a severas sanciones sin contemplación alguna. Esto es tan cierto como que en la actualidad la mayoría de las instituciones universitarias públicas (incluyendo las experimentales) y privadas están en manos de sectores de oposición, quienes a su discreción, y amparados bajo sus particulares conceptos de AUTONOMÍA UNIVERSITARIA, intentan aniquilar cualquier movimiento pro gobierno que allí exista. Valga destacar que este intento de generar una expulsión de las universidades a todo miembro chavista no es nuevo. Durante el golpe de Estado del 2002, en la ULA, supuestamente, fue elaborada una lista para “limpiar a la Universidad del chavismo”. Según tengo entendido, la idea era botar a todos los PROFESORES CHAVISTAS lo cual, de no ser por lo breve de la dictadura de Pedro Carmona, tal vez se hubiese consumado. El gremio: en manos también de la oposición.
Que larga lucha nos queda por librar a los universitarios chavistas que por estar identificados con el gobierno somos atacados constantemente dentro de las universidades venezolanas…..pues el que se opone lo persiguen, lo minimizan y lo sacan del sistema, sin el menor respeto a sus derechos fundamentales. Paradójicamente es el Gobierno quien les inyecta, directa e indirectamente, la energía necesaria a los sectores opositores universitarios, a través de los enormes recursos que son manejados, en la estructura actual, exclusivamente por ellos, y a su más entera discreción. Energía que es utilizada, a su vez, en contra del Gobierno mismo. Gobierno que es calificado por la oposición universitaria indistintamente de tirano, autócrata, dictatorial y violador de la autonomía universitaria. ¡ Surrealismo puro!.
Conformar y consolidar entonces, dentro de las universidades, equipos de trabajos con una visión socialista, que coadyuven a modificar el esquema actual, hacer frente a los desmanes de la oposición y poner a las universidades en sintonía con la realidad para que participen en forma positiva dentro de la dinámica actual del Estado, es tal vez una de las alternativas a seguir. Es una histórica tarea que tenemos por delante los universitarios revolucionarios… Yo me ofrezco. ¿Quién más?.
Por ahora…
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