Cuando el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías creó por Decreto la Universidad Nacional Experimental Sur del Lago (Unesur), en Santa Bárbara de Zulia, lo hizo para darles más oportunidades a los habitantes de esta pujante tierra, al contar con una institución donde el ingreso de los docentes y personal se hiciera por la calidad y no por padrinazgo o por nepotismo.
Hace un mes asumieron sus cargos las nuevas autoridades de la Unesur: Edgar Martínez Linares, rector; Edgar Martínez Meza, vicerrector y Luis Fuentes, secretario, quienes se han dado a la tarea de cambiar al personal directivo sin ninguna evaluación previa, y lo más curioso es que los nuevos ingresos tienen vínculos filiatorios.
Existen casos específicos: Jhoana Labarca es la coordinadora del Programa de Ingeniería y esposa del secretario; Nelly Arteaga, cuñada del vicerrector, reemplazó a Keila Herrera en el departamento de compras; Iraima Arteaga, esposa del vicerrector, fue ascendida a directora de la Oficina de Bienestar Estudiantil, sustituyendo a la socióloga Nora Ramírez.
En esa misma línea de favorecer a quienes fueron integrantes del movimiento estudiantil FEU, al cual perteneció el actual vicerrector Edgar Martínez Meza, se autoriza el ingreso de Karina Mejías, en la Dirección de Administración, en similar cargo directivo se designa a Yoger Valbuena, en el Departamento de Planificación y Presupuesto; mientras que en el área Recursos Humanos delegan las responsabilidades en Mary Carmen Carrasqueño y Margot Montesinos.
Entre las referencias que acumula Montesinos está haber sido despedida de la Unesur, en la Gestión de Gabriel de Santis. Al parecer tenía un expediente abierto, pero desapareció “misteriosamente” de consultoría jurídica.
El caso más reciente es el nombramiento de Ángel Watt como Director de Extensión, cuya trayectoria académica es nefasta. Lo acusan de que el Conjunto residencial Don Gabriel, obra que beneficiaría al personal de la institución, quedó en puros trámites.
La comunidad universitaria se siente impotente ante el debacle de la Unesur, están indefensos porque el poder se concentra en las tres autoridades, ya que por resolución fue eliminado el Comité Académico. En manos de tres personas, quienes además son señalados de desviar los recursos de la Federación de Centros Universitarios, para dárselos a los integrantes del movimiento estudiantil FEU.
La única vía es divulgar por este medio la pésima gestión de las nuevas autoridades para evitar el colapso de esta institución y que sirva de alerta al Ministerio de Educación Superior y la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu), a fin de que se realicen las respectivas investigaciones. No permitimos que acaben con la Unesur.
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