El martes un diario de la localidad en Barquisimeto, encabezó su primera plana en defensa de la libertad de cátedra en las escuelas y coloco como parte de los alegatos en esa defensa, los aporte de un caballero de la coalición sindical, opuesto a la revisión de los textos de diferentes materias sobre todo a las referidas a las ciencias sociales, como una supuesta ideologización de parte del gobierno revolucionario. En primer lugar una cosa es la libertad de cátedra y otra cosa es el cambio de los textos actuales sobre la historia, geografía y el enfoque más contemporáneo de los mismos a raíz de las últimas indagaciones. Investigaciones que demuestran fervientemente como nos engañaron sobre la historia y sobre la geografía, igualmente sobre la administración soberana de empresas del estado. Ejemplo: PDVSA.
Que se pretenda con ellos un proceso de ideologización, claro que si, por supuesto. Cualquier estado moderno actual, de los llamados democracias occidentales (léase capitalistas) y los de democracias populares (de tendencia socialista) que se respete imparte su punto de vista de la historias en base al conocimiento ideológico de la misma y no se tiene porque asumir la mentira de una supuesta imparcialidad disfrazado de profesionalismo tecnocrático y menos aun las ideas de dominación realizadas por historiadores positivista para esconder en eufemismos las intervenciones los diferentes imperios.
Recientemente los libros de historia y geografía de EEUU incluyeron en sus textos que el Amazona debe ser una región de administración internacional, es decir bajo las Naciones Unidas y todos sabemos quien es el verdadero poder oculto de ese entramado mundial de sometimiento imperial. ¿Entonces por ello nosotros, los países latinoamericanos debemos calarnos semejante barbaridad? Ya Brasil estableció de forma categórica la defensa de su soberanía sobre la misma y ¿que debemos hacer nosotros en Venezuela? Seguir pensando como unos soberanos estupidos y no alertar a nuestros niños y niñas sobre la amenaza que se les ciernes en el pasar de algunas décadas, por tener unos maestros y maestras con unos dirigentes que se oponen a la revisión de los textos de historia y geografía anclados en pensamientos de dominados.
Por otra parte, en cuanto a la libertad de cátedra. Es la libertad de los maestros y maestras con posibilidad real y concreta de analizar la actual situación mundial y estudiar en colectivo con el pueblo, las propuesta de construcción de una nueva sociedad posible, sustentable, que tiene que distinguir lo mas conveniente para la especie humana, la ecología, el cambio climático, guerras de tecnologías brutales y por supuesto de quienes se sirven de ella para el dominio mundial. Esta última cuestión escondida en los viejos libros de historia. El actual sistema (capitalista) nos lleva al borde de la muerte de forma rápida y silenciosa y si no lo advertimos con tiempo se les hará tarde a nuestros hijos e hijas para detenerlo.
El debate que se debe abrir es ese. Estamos a la altura de las actuales circunstancias históricas para enfrentar los nuevos retos y de donde debemos tomar CONOCIMIENTO para no tropezar con la misma piedra. Pues claro la vieja historia escolar solo permitió creer en la buena fe de sus escribidores, pero a propósito ocultaron muchos elementos del análisis, en donde están las claves de un futuro grande para nuestros países.
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