La Revolución Bolivariana cívico-militar-chavista y PDVSA

Parece que nos vamos a sumergir en “aguas profundas” cuando tratamos el tema: petróleo venezolano y su íntima relación con la Revolución Bolivariana en su marco cívico-militar sustentando sus paradigmas en el “pensamiento Chávez” que nos y todos calificamos como “chavismo” y/o mejor conocido como “socialismo del siglo XXI” y su obligada y necesaria correlación con la Política de Estado venezolano, la  geopolítica nacional y su diálogo con su contexto global y, particularmente, con su íntima relación americano-caribeña.

En ese orden, comencemos por precisar la verdadera y profunda importancia del petróleo venezolano, las reservas de gas y el desarrollo tanto “aguas arriba” como “aguas abajo” como factor de desarrollo de una materia prima nacional y su participación con la economía nacional y su impacto socio-económico actual de cambios profundos del estado venezolano capitalista-burgués hacia un estado socialista-venezolano. En ese contexto, traigamos un ejemplo y/o realidad inobjetable para tratar de comprender la verdadera importancia del petróleo y todo lo que gira a su alrededor en los significados de la industria petrolera tanto como motor de desarrollo objetivo en todo el escenario nacional como las responsabilidades correspondientes de Estado venezolano a nivel internacional que no se concretan, exclusivamente, al tema petróleo en si mismo sino los impactos directos e indirectos en el actual sistema capitalista mundial y su reingeniería post-Crisis-Wall-Street. En ese escenario obligado es imprescindible referirnos como referencia y ejemplo a cómo considera la República Popular China el “tema petróleo”.

Durante nuestra misión diplomática en el servicio exterior en China (ocho (8) años en total) tuvimos la misión de visitar varias industrias pesadas incluidas un campo petrolero (Shandong), una refinería (Beijing) y visitas y conversaciones oficiales a industrias referidas chinas acompañando a funcionarios de la vieja PDVSA. Entre las compañías chinas con las cuales interactuamos podemos mencionar: CNPC, Sinopec, CITIC, China Offshore, compañía de helicópteros de servicios a plataformas en el Mar del Sur de China lo que nos permitió tener una visión bastante amplia de la realidad petrolera china post-Mao. Hemos de precisar que no fuimos invitados para visitar la zona petrolera de crudo pesado en la provincia de Sichuan. El “tema petróleo” era un tema recurrente en las diferentes conversaciones bilaterales que sostuvimos aún y cuando ese tema no estuviera en la agenda prevista y  aún sin descartar los temas referidos de otras materias primas venezolanas como hierro, bauxita, oro, entre otras realidades. Al tiempo y a la vez, como obligadamente se desarrollan las conversaciones en el mundo diplomático, ciertas Embajadas de diversos países siempre mostraban sus intereses en conocer el estado de las conversaciones y las relaciones sino-venezolanas en tan importante tema energético mundial. A título de ejemplo, podríamos señalar el interés mostrado por Kazakstán y sus relaciones con Maraven, Singapur, referencia de los precios mundiales de productos “aguas abajo”, Japón, en particular, Marubeni y sus intereses en diversos proyectos tanto “fuera de costa” como en el desarrollo de la “faja de la 4ta. República” y, obviamente, los EEUU de América y aquellos países con reservas petroleras que buscaban en el mercado internacional competir con Venezuela en atraer capitales e inversiones como traslado de bienes de capital y tecnologías tanto “aguas arriba” como “aguas abajo”. Es de destacar, así mismo, la importante y profunda “clase magistral” dictada por el Dr. Asdrúbal Batista en un instituto especializado en el tema energético en algún lugar a las afueras de Beijing.

¿Por qué de ese importante interés de la República Popular China en el petróleo venezolano en aquellos tiempos primarios de las relaciones bilaterales de mutuo beneficio que, posteriormente, se desarrollaron en objetiva profundidad cuando nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, fue, democráticamente, electo por una clara y diáfana votación de la sociedad venezolana compuesta, en aquellos tiempos históricos, por “tirios y troyanos”?

Era obvio que las políticas denominadas como las “políticas de Deng Xiaoping” de “reforma y apertura” llevarían a la economía china a importar importantes cantidades de crudo desde los centros más importantes de producción de ese producto energético como serían el Medio Oriente, Irán, Iraq y países de América Latina incluida Venezuela. En este marco referente nos es obligado precisar algunas realidades objetivas que se desarrollarían en la economía china como un todo económico desde una visión marxista aún y cuando “los expertos marxólogos” lo consideren como opiniones “contra-revolucionarias” pero es obligante ser sinceros, honestos y precisos para así evitar errores que pasadas revoluciones socialistas impresas en el “socialismo real” han incurrido en sus contradicciones internas de desarrollos continuados.

En ese marco, nos, nos referiremos a las realidades tecnológicas que conocimos en nuestras visitas fabriles en aquellos años de los 80 y de los 90; aquellas realidades tecnológicas conjuntamente con las estructuras socio-económicas imperantes en aquellas importantes industrias pesadas como siderúrgicas (Beijing, Dalian) por citar solo algunas de ellas, nos permitía concluir el demostrable histórico retraso de aquellos bienes de capital y sus correspondientes tecnologías que nos retrotraían a tiempos cuando los imperialismos de las “14 Potencias” habían invertido “fuertemente” en China en considerando los costos de la mano de obra cuasi-esclava, el descontrol del novel Estado chino producto de “Acuerdos y Tratados” internacionales que obligaban a aquel país asiático a depender de los paradigmas jurídicos externos a China impuestos al pueblo chino y la correspondiente “dependencia”, inclusivamente, aduanal, que se desarrolló cuando los imperialismos imponen sus paradigmas tanto económicos como ideológicos a una semi-colonia, colonia y una economía dependiente del “Centro”. Era la realidad que debía, obligadamente, ser profundamente cambiada sí se analizaba las realidades geopolíticas mundiales de la “unipolaridad” producto consecuencial del “fin de la Guerra Fría” y la “Caída del Muro de Berlín”.

En ese orden, debemos reconocer y aceptar la visión a largo plazo de la correcta política de Deng Xiaoping que significó las actuales realidades socio-económicas bien conocidas como, por ejemplo, el desarrollo de una clase media sólida y participativa, una balanza muy positiva de comercio con los EEUU de América a favor de la República Popular China, y una política internacional de solidaridad en mutuo beneficio. Es decir, la política de Deng Xiaoping objetivo las realidad tanto y fundamentalmente en la estructura económica con actuales visos de cambios importantes y profundos en la super-estructura después de más de 30 años de la implementación de aquellas políticas de “reforma y apertura”.

Es decir, el desarrollo de la estructura económica además de las inversiones desde el exterior con condiciones precisas, la transferencias de tecnologías de punta relativa, las condiciones jurídicas tanto en lo referente obrero-laboral como en los condicionantes de la producción-exportación y la transferencia de las ganancias o como se denominan como la “repatriación de las ganancias”. Es decir, dichas políticas apoyadas tanto por el Partido Comunista Chino como por las fuerzas armadas chinas (ELP) han demostrado que el proceso de cambios profundos tanto a niveles de las economías nacionales como sus impactos sociales ha sido y son efectivas desde una visión marxista en “pleno desarrollo”. Estas realidades obligaban a aumentar controles estatales sobre industrias fundamentales y los colaterales referentes; es decir, en el caso que nos toca discutir: “el petróleo” en la medida que aumentaba la producción y sus consecuencias sociales (léase: consumo), el Estado chino estaba en la imperiosa obligación de aumentar la producción interna de crudo y desarrollar las consecuencias impresas “aguas abajo” al tiempo que equilibrar la “producción interna con la importación de crudo” y ello, a su vez, con la balanza de pago. Viendo la complejidad de aquella realidad, nos como diplomático, consideramos que la realidad-real de las necesidades energéticas de China, probablemente, se transformaron en un “tema de Estado” y en consecuencia se alcanzó una profunda correlación entre las directrices del Partido Comunista Chino y el Ejército Popular de Liberación a través de los órganos correspondientes: el Politburó del PCCh y la Comisión Militar Central que analizan, diseñan y ejecutan las decisiones ejecutivas que son implementadas y desarrolladas “aguas abajo” por los órganos estatales-gubernamentales-industriales correspondientes.

En ese mismo orden de ideas, es de toda lógica que la derecha venezolana en todas sus expresiones ideológicas hayan promovido no solo el “Paro Petrolero” sino que permanentemente desinformen a toda la sociedad venezolana sobre la realidad petrolera venezolana; es decir, desinformar a “tirios y troyanos” sobre la “crisis de PDVSA” que describen como desde la corrupción en PDVSA, la caída de la producción de crudo, el endeudamiento externo de la industria petrolera y, en consecuencia, del Estado venezolano, apoyo a las demandas internacionales de petroleras transnacionales, crítica a las inversiones que no provengan de los EEUU de América, la dependencia externa de la tecnológica petrolera a ser utilizada tanto en la “Faja del Orinoco” como “fuera de costa” venezolana, el desvío de las ganancias de PDVSA hacia las inversiones en las “políticas sociales revolucionarias y socialista-chavista-nacionalistas” y, en última instancia, un ataque feroz y brutal en contra de Rafael Ramírez Carreño inclusivamente desde sectores seudo-revolucionarios haciéndole el coro a la contra-revolución.

Cabe la pregunta: ¿cómo se trata el tema energético y concretamente petrolero en los EEUU de América, en Rusia, en Alemania, en Gran Bretaña, en Noruega, en Japón, en Corea del Sur, en Singapur, en Irán, en Francia, solo por mencionar algunos países? ¿Es un tema de Estado? ¿Cómo participan las fuerzas armadas de esos países referidos en sus realidades de necesidades energéticas? ¿Cómo impactan las políticas energéticas en sus economías? ¿Cómo se utiliza la inversión social de las ganancias petroleras en las sociedades nacionales de esos países con las finalidades de equilibrar las contradicciones sociales consecuenciales del propio sistema capitalista actual de crisis profunda del sistema capitalista y del Capital como bien lo expresa el profesor Jorge Giordani? ¿Cómo influyen los accionares guerreristas actuales de los imperialismos decadentes (léase: Francia y Gran Bretaña) y el imperialismo imperante actualmente (léase: los EEUU de América) y las actuales exportaciones de LNG desde costas occidentales estadounidenses hacia el mercado japonés recientemente aprobadas y autorizadas esas exportaciones por el Congreso de los EEUU de América según la Política de Estado de la “nueva política Obama” como bien la ha definido José Vicente Rangel Vale? Y, por último, ¿Cómo el imperialismo y el propio sistema capitalista analizan, teóricamente, el tema de la escasez de crudo en los próximos años y su impacto en las economías capitalistas mundiales y, en consecuencia, en la supervivencia del sistema capitalista mundial? Es decir, cualquier proceso revolucionario-socialista de profundo impacto nacionalista más cuando se sustenta en un marco ideológico como el actual venezolano, “bolivariano-chavista” debe objetivar sus realidades a nivel de la estructura porque ningún edificio se sostiene sino está soportado por unos pilotes de por lo menos 30 metros de profundidad.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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