La oposición desde hace unos cuantos meses pidió y dijo que era necesario un aumento en el precio de la gasolina. Pero apenas el gobierno anunció que haría un estudio acerca de la posibilidad de ese aumento, que por cierto, aparte de ser la más barata del globo terráqueo no aporta ninguna ganancia al estado venezolano, salieron los mismo que antes clamaban por aumentarla a buscar argumentos para ir en contra de esa medida, tan ridículos como esa que les estamos regalando el combustible a Cuba y otros países, solo con el propósito de ir contra todo lo que el gobierno haga o deje de hacer.
En estos días sostuve una reunión con varios trabajadores y dirigentes sindicales. Allí, aparte de otros temas tratamos acerca del aumento de la gasolina. El dirigente sindical `petrolero Eudís Girot expuso unas ideas que creímos bastante razonables, como por ejemplo que el aumento de la gasolina no se aplique de manera lineal, sino de forma que los que más tienen paguen más. Así se comenzaría por aumentar el combustible utilizado por aviones privados, como también al lujo vehicular. Es decir, todo aquel que posea un vehículo que cuesta una millonada deberá llenar su tanque con precio internacional y el transporte publico como vehículos de menor costo un aumento que no vaya en detrimentos de sus capacidades económicas. De esta manera se neutralizará la posibilidad de una protesta por el aumento de la gasolina que es el anhelo de la oposición, pues no será a los más necesitados que el mencionado aumento les toque el bolsillo,
como tampoco van a `ponerse al lado de los ricachones que salgan con sus camionetotas en caravana para protestar.
Será entonces tarea del gobierno buscar la manera de implementar dicha idea, para ello se podrán utilizar los medios tecnológicos existentes, como tarjetas o chips, que obliguen a los dueños de los vehículos de lujo a echar la gasolina que les corresponda, o colocar en las estaciones de servicio una isla solamente para estos, evitando que los “vivos” de siempre se coleen para abastecerse del combustible barato.
Por otro lado tiene que ser revisado el precio del combustible, gasoil, usado por los yates y lanchas de lujo, que por un mísero precio llenan sus tanques, causando pérdidas a la nación.
Ojalá esta idea sea tomada en cuenta por el organismo o personas encargadas de llevar a cabo el estudio sobre el necesario aumento de la gasolina y que no caigan en la trampa de hacer un aumento lineal de esta, que es el deseo de la oposición para poner en practica sus planes desestabilizadores.