Muchos estudiosos de la economía, militantes de la izquierda ortodoxa, radicales, liberales y también de derecha, piensan que la crisis que hoy ocurre en Venezuela es una de las más graves vividas en los últimos 25 años. Por supuesto, se basan en variables macroeconómicas, las cuales indican que el asunto es crítico. Espiral Inflacionaria, Bajos Precios del Petróleo, Escasez de Divisas, Disminución de la Capacidad Productiva de las Industrias Privadas y del Estado, Tres Tasas de Cambios y una divisa artificial inflada por elementos exógenos, Caída real del poder Adquisitivo, Especulación, Acaparamiento, Corrupción a todo nivel, ya sea en el sector privado y en el público, Incertidumbre Política, Presiones internacionales a todo nivel, Problemas Limítrofes, y una campaña de medios extranjeros en contra del poder político central. Todo esto hace que Venezuela presente un cuadro clínico muy vulnerable a posibles acontecimientos que atenten contra la estabilidad de la democracia que rige en el país.
Esto no es nuevo, durante los primeros años de gobierno Bolivariano, el país fue atacado por varios flancos. El Presidente Hugo Chávez al declararse socialista e ir en procura del Socialismo del Siglo XXI, marco el futuro de la Revolución Bolivariana. Los EE.UU., no iban a permitir que en sus narices naciera un nuevo Chile de Allende, mas, en un país que tiene las mayores reservas de petróleo del planeta tierra. Cuando llego la Revolución Bolivariana, aun, no declarada rumbo al socialismo SXXI, Venezuela tuvo apoyo internacional para lograr aumentar el precio del petróleo que rondaba promedio 7 dólares el barril. Fue una actuación brillante y a la vez titánica del Presidente Chávez, todos conocemos las imágenes montado en camello en pleno desierto buscando consenso en los países de la alicaída OPEP para lograr un repunte gradual de los precios del crudo. Chávez logro su misión y propósito, de 7$ paso a 14$ y luego llego hasta la bicoca de 180$/Barril. Pero todo sabemos que los precios del crudo son volátiles. Recordamos al Presidente Chávez, en cadena nacional diciendo como buen llanero y llevándose el dedo índice al ojo decir…" Mííí que los precios van a bajar de 100 $ el barril, los cuales son precios justos"…. Ya todos sabemos que paso, es historia reciente. Se desplomaron los precios, y subió la carga de compromiso del estado, el cual ya no tiene su caudal de divisas para cubrir los proyectos y acciones sociales que ha sido su bandera política. En estos 15 años, nuestra revolución bolivariana se montó en las divisas petroleras para tratar de paliar la gran desigualdad social a la cual gobiernos anteriores veían de reojo. El Petróleo, nuestro maná eterno, sería utilizado para solventar problemas estructurales de pobreza crítica y extrema, a la vez de impulsar a las clases de bajos recursos e ir paulatinamente convirtiéndolas en una clase media (palabras de Hugo Chávez).
Debemos recordar al Presidente Chávez como el ser humano que por primera vez trato el tema de la pobreza en Venezuela con seriedad, lo coloco sobre la mesa. Quizás él y sus asesores (no incluyo a todos), no vieron que un sistema socialista (que es la meta) no puede basarse bajo la producción de una sola unidad (petróleo) económica. El petróleo ayuda, de hecho el reparto "equitativo" de su renta, ha posibilitado que grandes sectores depauperados por el sistema de exclusión, puedan tener una esperanza real. Quizás Chávez lo sabía, no tenemos duda. La Revolución Bolivariana no podía solo vivir del oro negro, había que diversificar y reindustrializar, empezar a crecer y desarrollarnos económicamente. Lo que ocurrió durante la "Venezuela Saudita" fue un ilusionismo, un oasis ficticio para el pueblo. Una clase alta, una macolla política, una oligarquía gomecista, que derrocho y despilfarro toda una gran riqueza que de haber tenido por lo menos un 30 % de la voluntad de Chávez, Venezuela hoy en día sería una potencia, y quizás Hugo Chávez hubiese llegado a General.
Lo que embriago a la IV, también fue el elixir que confundió a quienes rodearon al presidente Chávez
y que aun manejan los hilos del poder central. Ese elixir es el ¡Petróleo!...
Todos recordamos los anuncios del Presidente Chávez, sobre proyectos, e inclusive dando directamente recursos para el crecimiento de la agroindustria. Sistemas de riegos, mejoras en la vía de comunicación, semillas, potenciar los fertilizantes, acabar con el latifundio y los terrofagos de gobiernos anteriores, organizar a los campesinos y obreros, darle verdadera independencia, pensaba el comandante Chávez en una Venezuela autosustentable, pero quienes lo acompañaban tenían su visión puesta en la renta petrolera y sus magníficos precios por barril de petróleo.
"Un solo palo no hace montaña" Chávez por un lado y el partido de gobierno años luz detrás de él, y también sus asesores. La visión original de Chávez, de utilizar solo el petróleo como palanca para transformar los problemas estructurales de nuestra economía en soluciones fue utilizada por sus asesores como un fin en sí mismo, convirtiendo al proceso de cambio en un sistema asistencialista muy parecido a los gobiernos seudo democráticos como AD y COPEI del siglo pasado.
La renta petrolera siguió siendo el norte, "sembrar el petróleo" volvió a ser una quimera. El asistencialismo convertido en una fase del "proceso" no creo ni acelero el trabajo productivo, tuvo efecto contrario. La dadiva se convirtió en un derecho a exigir, inclusive por personas que no la necesitan y trafican con ellas. Eso pasa cuando se confunde solidaridad con asistencialismo.
En fin, el "Efecto Petróleo" y no el "Efecto Trabajo Necesario" fue lo que ha marcado la Revolución. El proyecto original de Hugo Chávez y de algunos que lo acompañaron está en peligro. Debemos ir a las raíces como diría José Martí. Es nuestra única opción.
Es ahora o Nunca….Venceremos¡¡
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