Ante el concierto mundial de los países imperiales y las grandes transnacionales del capitalismo global, por deprimir los precios del petróleo, llegó la hora de viabilizar y potenciar las exportaciones del país y garantizar la captación de divisas necesarias para el devenir, consolidación y estabilidad del sistema económico nacional.
Podemos ver que los precios del crudo obedecen a una estrategia por socavar las economías de países emergentes que se han deslastrados de los libretos imperiales de subyugación, de indignidad y de complicidad hacia el modelo atroz neoliberal y belicista que en las últimas tres década ha pasado la línea de la inmoralidad y decadencia, llevando guerras y muertes a tantos países.
Por el suelo anda el petróleo y sus precios internacionales, sin embargo, sus derivados, entiéndase gasolina, diesel y lubricantes han tenido una alza de sus precios a nivel internacional. Es hora de empezar a innovar en este mercado y apuntar esfuerzos en la exportación de gasolina, inclusive en Colombia, Brasil, las islas que nos acompañan y una inescrutable cantidad de escenarios que se avizoran interesados en estos productos.
Se trata de ante la guerra económica dar el salto adelante maximizando la producción de gasolina, maximizando y potenciando todo aquello que sea viable exportar aunque sea en los países cercanos. Todos sabemos que hay pueblos donde el aguacate se produce a granel, inclusive sin muchas atenciones ni cuidado; todos sabemos que en el país hay ciertos estados donde en ciertas épocas el mango es casi basura; también son de primera la patilla y el plátano, por tan solo nombrar cuatro frutas que en los mercados internacionales son cotizados a altos precios y acá simplemente se producen en óptimas condiciones.
Estas iniciativas podrían ser la punta de lanza que nos permitiría ir creando toda una infraestructura agroalimentaria. Ir consolidando las plantas idóneas en los sitios idóneos para procesar los alimentos y es allí donde las universidades de los estados agrícolas deberán aportar sus conocimientos sobre el espacio, en el área de acción, para más temprano que tarde ir desmontando las ataduras de una guerra sin cuartel a que nos han sometidos las potencias imperiales del mundo que están en contra de las soberanías y autodeterminación de los pueblos.
Acá debemos recordar una máxima bolivariana y una exhortación chavista de entender la unidad. Unidad más allá del escenario electoral. Unidad en la batalla, en esta batalla que libramos día a día contra el imperio más genocida que ha conocido la humanidad. Unidad para vencer la guerra económica. Unidad para denunciar a los bachaqueros, a los especuladores. Unidad en la conciencia política para destruir las pretensiones de la página Dólar Today que tanto ha lesionado la economía nacional. Unidad en la lucha, en la batalla y en la victoria. Unidad para conseguir mayor producción en las refinerías petroleras. Unidad en la defensa de la patria. Y unidad en la defensa de la dignidad de un pueblo libertario.