Venezuela: una política petrolera con objetivos sociales

El siglo XX que hace apenas unos años dió paso a la nueva centuria, fue testigo de un desarrollo vertiginoso de la industria y del mundo moderno gracias, entre otros factores, a la energía del recurso petrolero.

Pero a medida que ha pasado el tiempo y en vista de que no se conoce otro recurso energético que suplante de manera rentable al petróleo, han comenzado las estrategias, primero disimuladas pero hoy día ya no tanto, por parte de los grandes países consumidores, especialmente los Estados Unidos de Norteamérica, para controlar aún más este poderoso y necesario combustible.

En esta complicada trama de comercio, tráfico y lucha por el control de los recursos energéticos del mundo, aparece como punto estratégico de gran significación la República Bolivariana de Venezuela, país joven, de cerca de un millón de Km2 y con unos 26 millones de habitantes, ubicado de manera ventajosa al norte de Suramérica, con excelentes rutas marítimas hacia todo el mundo y con un potencial en recursos petroleros y otros elementos minerales y no minerales que la han convertido en un bocado apetecible para las grandes empresas transnacionales y los centros de poder mundial.

No es de extrañar, que en los últimos años se haya desatado una campaña despiadada contra el actual Gobierno venezolano, por el solo hecho de haber entendido la importancia del principal producto de su economía y diseñado una política petrolera nacional, como nunca en su historia, para obtener del petróleo las mejores ventajas y superar los terribles desajustes sociales a que fue sometida su joven población.

Antecedente del petróleo venezolano

Desde los inicios del siglo pasado, cuando se descubre la presencia del “oro negro”, comienza una era su expoliación mediante contratos de concesiones petroleras con marcadas desventajas para el País y el enriquecimiento de unos cuantos politiqueros y dictadores de turno, además de las exorbitantes ganancias de las grandes empresas transnacionales que operaron y aún operan esta industria en Venezuela.

Venezuela siempre fue un suplidor seguro y barato de petróleo para el mundo (léase USA), que recibió tradicionalmente este producto a precios irrisorios, sin contar con los contratos leoninos que obligaban a los Gobiernos de turno a suministrarlo, muchas veces en condiciones vergonzosas, sin recibir nada a cambio, a no ser la pobreza que fue quedando en los campos petroleros nacionales, donde la depredación del medio ambiente y la desaparición de la agricultura fueron notorias, obligando además a los venezolanos a convertirse en consumidores de productos (sobre todo trigo, arroz y maíz), casi todos importados de USA, cuyos costos eran cada dia más elevados, haciendo difícil el surgimiento de la economía de este País y por supuesto el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.

Es importante señalar que aún en los momentos más convulsionados de la historia, Venezuela fue un leal y seguro suministrador de petróleo; en los años de la segunda guerra mundial, más de 60% del petróleo usado por las fuerzas aliadas en Europa, provenía del país suramericano.

En los últimos años, debido al creciente consumo de petróleo, que encabezan los Estados Unidos de Norteamérica con cerca de un 28% de la producción mundial, seguidos por China, Japón, Alemania, Rusia e India, además de la inestabilidad política y militar en países del medio oriente y la preocupación ante el agotamiento de las reservas petroleras en el subsuelo del planeta, han hecho recrudecer las acciones para controlar este producto no renovable, por parte de los grandes centros económicos y militares del mundo.

La industria petrolera venezolana que estuvo controlada practicamente desde los Estados Unidos de Norteamérica durante toda su existencia tuvo, con la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia, un giro inesperado para el gobierno del país del norte y evidentes beneficios para la población de Venezuela.

La llegada de Hugo Chávez y los cambios decisivos

Hasta 1998, el proceso de privatización y política económica neoliberal que se adelantaba en Venezuela, contemplaba la venta de la Industria Petrolera nacional, además de la privatización de servicios de agua, electricidad, educación y salud. Prácticamente la infraestructura petrolera fue abandonada, los pozos petroleros descuidados y para ese año, la idea que se trató de imponer era que el petróleo “no era buen negocio” a objeto de facilitar la venta de esta industria sin resistencia por parte de la población.

El Gobierno socialista de Chávez asume en febrero 1999 el control político del País y de inmediato detiene todo los planes privatizadores y comienza un dinámico desarrollo de planes sociales en áreas de salud, educación, vivienda, agricultura y de infraestructura vial y ferrocarrilera y apoyo de la población, todo con el aporte importantísimo de los recursos financieros provenientes del petróleo. Cuestión que apenas unos años antes parecía imposible.

Las Misiones consisten en la implementación de programas sociales basados en los principios de democracia participativa y que nacieron para atender de una forma inmediata la mayoria de la población Venezolana que habia sido excluida de servicios basicos como educación, salud, vivienda y alimentación. Para dar una idea de los alcances de las misiones podemos decir que la Mision Barrio adentro ha atendido 18.366.628 casos médicos desde su creación en abril del 2003. Producto de la Misión Robinson I la República Bolivariana de Venezuela fue declarada por la UNESCO como Territorio Libre de Analfabetismo, con un total de un millón 482 mil 543 alfabetizados.

Dentro del marco de la nueva política petrolera se contempla la repotenciación de la infraestructura de la industria, el fortalecimiento de la OPEP, el cobro de los impuestos atrasados de las empresas transnacionales que operaban en el sector, el control y manejo directo de la filial CITGO propiedad del Estado Venezolano que opera en USA, la eliminación de los llamados Convenios Operativos con empresas extranjeras que obligaban a PDVSA a comprar el barril de petróleo extraído del propio suelo venezolano a 18 dólares, cuando el costo de producción apenas era de 4 dólares.

La economía venezolana se consolida

Todas estas acciones del Gobierno de Hugo Chávez dieron como resultado que la economía venezolana se viera robustecida por los ingresos financieros recibidos por la explotacíon y exportación de un producto venezolano en condiciones justas, pero causaron el natural malestar de las grandes firmas petroleras mundiales, especialmente de las estadounidenses y del propio gobierno de esa nación, quienes comenzaron a desarrollar una campaña mediática y de presión política, económica y militar, que se ha venido arreciando por la negativa del Gobierno Venezolano a ceder en sus planes de control y manejo soberano de su Industria y recursos petroleros.

Mientras se tenía como un secreto bien guardado la verdadera cuantía de las reservas petroleras en suelo venezolano por los gobiernos nacionales hasta 1.998, en combinación con las empresas extranjeras, el propio Presidente venezolano, de acuerdo a los estudios recientes de PDVSA, anunció que Venezuela es hoy día, incluyendo el petróleo pesado de la región sur-oriental, el país con las mayores reservas petroleras del planeta con más de 300 mil millones de barriles de crudo, además de unos 230 trillones de pies cúbicos de gas natural, sin contar otros recursos como el carbón y el potencial hidroeléctrico de este País suramericano. Paralelamente a estas informaciones que hoy recorren el mundo, también se conoce la firme intención del Gobierno venezolano de tener el control de su empresa y recursos energéticos, cobrar los impuestos de manera regular y los pagos por regalías petroleras, eliminar los llamados “convenios operativos” y manejo directo de los pozos de producción mediante la figura de asociaciones estratégicas donde el Estado Venezolano tiene la mayoría accionaria.

A pesar de los incidentes de los años 2002 y 2003 (Golpe de Estado y Sabotaje Petrolero y Económico) Venezuela ha ido recuperando su economía reflejada en un incremento de sus reservas internacionales que hoy tienen el mayor nivel de su Historia (por encima de 30 Mil Millones de dólares) un enriquecimiento económico líder en la región Suramericana en cerca de 9,5 el año 2005 y una clara recuperación en el área agrícola especialmente en maíz, arroz, sorgo y otros rubros.

De un mejoramiento social en Venezuela a una integración latinoamericana

Todas estas acciones que buscan mejorar la calidad de vida de su población, salir de la pobreza y crear una fuerte infraestructura agrícola e industrial en primer lugar y pasar casí simultáneamente a promover una integración con Latinoamérica con el fuerte impulso energético, donde en estos momentos el proyecto bandera es la construcción del gran “oleoducto del sur” que va, con más de 10.000 km de recorrido desde Venezuela hasta Argentina, constituyen un duro golpe a las pretensiones del Gobierno y de las grandes empresas transnacionales de USA, que habían contabilizado los recursos energéticos venezolanos como 100% suyos, y ven con desespero que pierden la hegemonía en este sentido, pues según esta política venezolana deberán no solo compartir este petróleo, sino que lo que reciban deberán pagarlo a precios justos y no con las ventajas a que estaban acostumbrados.

Venezuela en la Prensa

En los últimos días han aparecido en la prensa venezolana, alemana y mundial, gran cantidad de opiniones sobre el asunto petrolero, pretendiéndose achacar a Venezuela la responsabilidad por el incremento de los precios del petróleo.

El presidente Bush calificó a Chávez como “un demagogo populista bañado en la riqueza petrolífera”. Incluso, en algunos medios internacionales, desconociendo la realidad que existe en Venezuela o, en el peor de los casos, manipulando la información por intereses políticos o económicos, publican que el Gobierno de Venezuela “exprime y chupa la sangre a las empresas petroleras” que operan en el país cuando en verdad lo que se exige a estas empresas transnacionales es que paguen impuestos y asuman los riesgos de la inversión que en el negocio petrolero deben hacer conjuntamente con PDVSA.

O es, estimado lectores, que las empresas transnacionales pueden operar por el mundo solamente obteniendo ganancias sin dejar nada a cambio en los lugares donde extraen materia prima y utilizan mano de obra barata?



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César Méndez González


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