El gobierno chavista se alimenta de sofismas, los inventa para tratar de ocultar sus fracasos. El sofisma de la llamada guerra económica; el sofisma del dólar Today; el desastre económico por causa de la caída de los precios del petróleo; esto huele a azufre; el sofisma de combatir con aumento de salario la inflación causada por la devaluación de la moneda. Estos pudieran ser algunos de los macro sofismas, por cuanto hay los micro sofismas, constituidos por cuñas publicitarias que se transmiten por la TV en las cuales se pretende demostrar, por ejemplo, que la industria de alimentos, de champú o de cualquier producto de uso doméstico, al eliminar la presentación del producto en envase pequeño e imponer el tamaño grande favorece a la industria y perjudica al consumidor ¡Falso! Decirlo es desconocer algo tan elemental, el estudio de mercado que consiste en conocer las preferencias del consumidor, las cuales privan sobre cualquier otro interés. Se acusa a la industria de eliminar el envase pequeño y ofrecer sólo el envase grande. Señalamiento falso, por cuanto olvidan otros aspectos: (1) envase grande trae mayor cantidad lo cual baja el precio; (2) mayor duración, en consecuencia (3) menos idas al abasto o supermercado, gastos de transporte (4) tiempo y cola. ¿Qué es mejor? ¿Comprar el envase pequeño o el grande? Esta es la demostración de la mentalidad de conuquero y buhonero del gobierno, herencia de Chávez.
Algo similar a lo anterior ocurre con “administrar la carga eléctrica,” eufemístico nombre del “apagón”, mejor dicho, administrar la legalización o institucionalización del “apagón”, último gran aporte al cambio revolucionario que, unido a las colas, el desabastecimiento, la escasez, la inflación, el bachaqueo, los policías acostados, los Sambil para pobres, en fin, todas las “sabrosas” transformaciones revolucionarias implementadas durante los últimos 17 años, contribuyen al “buen vivir”.
La legalización o institucionalización del apagón por Decreto Ejecutivo ¿En verdad trae ahorro de electricidad? Veamos la siguiente argumentación: Primero. Caso de las neveras, cavas de enfriamiento, enfriadores, congeladores, cuyos mecanismo eléctricos (relés) han sido graduados a determinadas temperaturas, pongamos por caso 4ºC. El equipo enciende y apaga para mantener dicha temperatura. Viene el apagón de dos o tres horas –ahora legalizado – la temperatura en el artefacto eléctrico comienza a subir y al cabo de tres o cuatro horas está en 8ºC, si no abren la puerta de la nevera o cava, de lo contrario la temperatura sube a 12 o más. Cuando se restituye el servicio eléctrico, se encienden los motores y deben trabajar hasta alcanzar la temperatura de 4ºC. Tenemos entonces que la electricidad economizada por el apagón, es consumida de nuevo, por cuanto el equipo de enfriamiento debe funcionar mayor tiempo para restituir la temperatura preestablecida.
Segundo. De idéntica manera ocurre con los aires acondicionados, termos para calentar el agua (baños), cafeteras, hidroneumáticas. Al restituirse la electricidad, los equipos deben permanecer encendidos mayor tiempo para alcanzar las temperaturas frías o calientes preestablecidas, las presiones en el caso de las hidroneumáticas de edificios de 15 o más pisos. ¿En dónde está la economía por la “administración de la carga eléctrica?. Si el apagón ocurre de noche, la economía está en el alumbrado. De resto, como dicen en mi pueblo la legalización del apagón “es cantar por andar alegre.”
Como vemos, la eufemística “administración de la carga eléctrica”, mejor dicho -apagón- es un sofisma más, de los muchos en que navega el gobierno, por no haber hecho las cosas cuando había que hacerlas. ¡Diecisiete años no es una pelusa! En tanto tiempo ¿Dónde están las centrales eléctricas que coadyuvaran a la producción eléctrica de Guri? ¡Nada se hizo! Los 96 mil millones de dólares destinados a ese propósito se convirtieron en incienso que debe estar aromatizando papeles en Andorra, Islas Vírgenes o Panamá.
Le cargaron la responsabilidad eléctrica al Guri. Secaron la represa, la transformaron en el gran chaco de 4.500 Km2 que, en los próximos años estará rodeado por el desierto creado por el Arco Minero de 112.000 Km2 ¡Que maravilla ¿Qué se harían los eco socialistas? Esto constituye el otro gran sofisma, salir por medio de la minería del desastre y ruina económica actual: cambiar el rentismo petrolero por el rentismo minero. “Nos suelta el chingo y nos agarra el sin nariz.”
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