La generación eléctrica es fundamentalmente un proceso de transformación de algún tipo o forma de ella en electricidad, que como ya sabemos también ésta también es una energía. Las generaciones a gran escala resultan del aprovechamiento de una fuerza motriz o mecánica producida por presión de vapor, energía hídrica, eólica o sencillamente por motores de combustión interna. Dentro de las que necesitan combustibles fósiles están las de gas natural, carbón fuel oil y gasoil representan el orden jerárquico de los costos. Mientras que el etanol puede ser usado como combustible pero representa un alto costo para producir electricidad. Las que mejores aprovechan las energías naturales son las hidroeléctricas y las geotérmicas (aprovechan el calor generado por la tierra).
Existen otros modelos de generación como la solar que a través de celdas individuales puede almacenar la energía emanada del sol y convertirla en electricidad pero sus aportes, aún no masificados, hacen que los costos sean muy altos.
Pero ¿Cuál es la fuente de energía eléctrica más económica para alimentar a la población? Cada país tiene sus características de beneficio y aprovechamiento de los recursos naturales, en consecuencia en unos resulta más costoso por no decir imposible la utilización de algunos modelos de generación eléctrica. Por ejemplo, en este artículo no se enfocará en la nuclear por las limitaciones o restricciones que los poderes económicos de las corporaciones económicas mundiales le imponen al país a través de los gobiernos y del chantaje o coerción a otros países para bloquear el acceso a ese modelo de tecnología.
Refiriéndonos al tema que nos ocupa, según el departamento de energía de los Estados Unidos la electricidad producida por fuentes fotovoltaicas cuesta 38 dólares por megavatios hora ($/MWh); mientras que la eólica, geotérmica e hidráulica tiene un costo de 37 $/MWh. Para tener una idea del costo de las centrales más económicas en combustibles fósiles, específicamente el gas natural es de 43 $/MWh. Por su parte, la nuclear supera con creces los 50 $/MWh.
En México, la comisión del Instituto de Energías Renovables en el año 2017 publicó un informe donde indican que el costo de las energías renovables está en un promedio de 20,57 $/MWh, como se puede observar notablemente más económico que el de los EEUU por los elementos señalados de acceso a recursos naturales. En Venezuela no tenemos acceso a esta data pero es presumible que los costos de producción sean más elevados por las condiciones del sistema que ya ha hemos reflejados en los artículos anteriores.
En el mismo informe de los mexicanos se señala que la energía eléctrica de fuente solar tiene un costo de 165 $/KWh. Aunque se reconoce que las energías renovables son más económicas, en algún momento cuando se masifiquen las energías alternativas disminuirán sus precios así como ha ocurrido con las lámparas led, comparadas con los de vapor de mercurio, que en breve tiempo disminuyeron su precio haciendo más accesible su adquisición. Sin embargo, Venezuela necesita con urgencia generar una cantidad significativa de energía y no puede esperar a que disminuyan los precios de las fotoceldas para instalarlas. Ya en el país se han venido haciendo unos ensayos en zonas rurales para escuelas, infocentros y algunas viviendas, también en ciudades para la iluminación vial. Análogamente se hizo un desarrollo del parque eólico en la península de Paraguaná pero este sistema requiere una alta inversión en mantenimiento y es poco eficiente en su relación costo beneficio o en lo económico de acuerdo a su valor de MWh.
Sobre la masificación de la energía eólica se tiene poca información, en años anteriores Noruega había hecho una propuesta de sustituir 18.000 MW del sistema eléctrico basado en los combustibles fósiles a cambio de generación eólica. Esto es el equivalente a casi el 100% de la producción actual en Venezuela, sin embargo de este proyecto sólo se conoció la nota informativa.
En los casos de los sistemas fotovoltaicos vale destacar que México, la asociación de energía sola ha estimado que se han instalado 3.075 MW en paneles fotovoltaicos. Con paneles solares que van desde menos de un metro cuadrado (m2) en casos sencillos como lámparas de alumbrado público, pasando por otros más grande de 16 m2 para alimentar a una vivienda tipo social y hasta de 25 m2 para vivienda de clase media; o sea que se requiere casi la cuarta parte o más de la vivienda cubierta por el panel solar para poder alimentarla.
En Alemania hay actualmente 1.800.000 contratos para generar electricidad de manera independiente, paralelo a la política de prescindir de las plantas de generación a carbón, mientras que México tiene 85 mil contratos y es una política de la misma comisión de energías renovables de ese país. Vale destacar que para el modelo de desarrollo social y político de Venezuela, la política de "sálvese quien pueda" no es cónsona con la integración social, ni con la existencia de un Estado rector de las políticas públicas y económicas. Esta forma de producir electricidad, llamada generación distribuida porque cada usuario puede generar, conectarse y aportar a la red el excedente de su producción es técnicamente compleja y más que ayuda serán problemas y caos los que se le suministran al SEN.
En nuestro caso, los proyectos de desarrollo de la generación eléctrica a futuro siguen cifrados en el aporte que pueda hacer la inconclusa planta Manuel Piar (Tocoma) para generar 2300 MW adicionales en el conjunto de represas del Guri, mientras eso sucede el gobierno debe tener una propuesta de recuperación de las plantas existentes, empezando por las plantas de generación a partir de vapor de agua (termoeléctricas) y tratar de recuperar al menos la producción de 1.000 MW que son equivalentes al 10% de la actual generación nacional.
Pero no todos los países producen la energía eléctrica total que consumen, Venezuela ha exportado e importado energía en determinados períodos. En el próximo artículo trataremos la viabilidad de la importación de energía eléctrica para solventar la crisis nacional.
