Privatizar PDVSA, una aberración derivada de la ambición e ignorancia. Nuestra propuesta

PDVSA siempre ha sido una corporación con un potencial envidiable tanto regional, como mundialmente. Una empresa apetecida por múltiples intereses, dada su excelente ubicación geográfica relativamente cercana a los mayores centros de consumo occidentales y su amplia variedad de hidrocarburos.

Ha sido víctima de penetración y ataques desde el momento mismo de su fundación en 1975-76, con el fin de no solo controlar sus procesos y su producción a través de la dependencia tecnológica, sino también parte de su personal clave. Tal fue el caso de J. Chacín [1986-90] y el hoy venido a menos L. Giusti [1994-98]; entre muchos otros, aunque estos dos individuos son (fueron) un claro ejemplo de ello [PDVSA; de ejecutivo del año a acusado por estafa - Por: Einstein Millán Arcia @EinsteinMillan (aporrea.org)].

El tema de la penetración de intereses foráneos vuelve a surgir en medio de la creciente entropía político-social de Venezuela impulsada por la cercanía de las presidenciales. Venezuela es la tierra de los expertos opinadores, muchos de ellos que jamás han pisado una empresa petrolera, que sustentan la tesis de la privatización de PDVSA como medio necesario, conveniente e imprescindible, para impulsar un supuesto cambio hacia su recuperación y el de la economía Venezolana. Desde los años 90 nuestra industria ha venido reduciendo de forma drástica la participación fiscal de la nación, se endeudaba de forma creciente y sostenida, en medio de una acción llamada "internacionalización", donde muchos de sus directivo aprovecharon para llenar sus alforjas.

Luego del sabotaje terrorista de 2002 y hasta 2008; previo al arranque del nefasto plan siembra petrolera de R. Ramírez, no solo la producción fue recuperada en su totalidad, sino también los costos de la industria fueron mejorados, así como la integridad y los niveles de eficiencia operacional de PDVSA. Era tanta la frustración de los protagonistas del sabotaje y sus coconspiradores internacionales, que se negaban a aceptarlo.

Desafortunadamente la PDVSA post 2008 ha acelerado su destrucción a través directivas cada vez más incapaces, así como del saqueo interno de sus recursos, la destrucción de sus activos y ausente capital ético y moral, pero sobre todo de la penetración político-militar y de la acción de verdaderos traidores a la patria que promovieron las sanciones en contra del país, de su gente y sus industrias. PDVSA es hoy una empresa en serios aprietos en donde no existe mística de trabajo y en donde la corrupción y el clientelismo conviven en su hábitat natural. Es una empresa que ha perdido cerca del 70% de sus activos desde precisamente 2012.

Pero economistas y expertos que jamás han pisado una empresa petrolera y que desconocen la realidad de PDVSA, pretenden apoyar la tesis de privatizar una empresa descapitalizada, endeudada y para colmo sancionada. Como consecuencia del despiadado ataque que ha acusado PDVSA tanto externa como internamente, las condiciones para privatizarla y esperar resultados beneficiosos para el país no están dadas, ni lo estarán en el futuro cercano.

Reflotar PDVSA en el mediano plazo

El rescate de la industria no pasa por su privatización en masa. La industria petrolera de Irak y Libia fue diezmada luego de la invasión y saqueo a que fueron sometidos por potencias occidentales. No han revisado, ni invertido en incorporar nuevas reservas y menos en rescatar su ya decadente infraestructura. Estos países son dos claros ejemplos de presencia foránea en considerable volumen, pero con inversión fallida dirigida a la flagelación y el saqueo de sus recursos. Ese es el futuro que le esperaría a Venezuela y los Venezolanos de ser privatizada.

Del total del crudo producido por Irak, entre 85% y 87% proviene de contratos de servicios con empresas foráneas mayormente localizadas hacia el sur; en Basra, hacia la frontera con Kuwait. Precisamente Basra, es una de las regiones ("governorate") de donde proviene la mayor porción del crudo producido en ese país y es también precisamente la más destruida, descuidada y azotada por la pobreza.

PDVSA tiene posibilidad de recuperarse. Muchos modelos de negocios deben ser revisados y renegociados. La figura del ministro y presidente de PDVSA debe separarse. Debe desaparecer cualquier viso de militares y políticos en la industria. Una racionalización de la industria es hoy nuevamente necesaria, así como acciones organizacionales y de reinserción de talento y experticia. Pero nadie que haya participado en el sabotaje terrorista de 2002, ni nadie que haya pedido sanciones o invasión de la patria, puede formar parte de ninguna empresa del país.

El punto de partida en la recuperación de PDVSA sería posible en una ventana que rondaría los 3 a 6 meses, tiempo necesario para permitir la evaluación técnica de la situación real de nuestros activos e infraestructura, para asegurar el nivel de confiabilidad operativa necesaria, mediante la implementación y maduración de acciones de alto impacto y la estabilización segura y confiable del nivel base de producción.

La idea es lograr desarrollar y monetizar la mayor porción de nuestros recursos con confiabilidad y en el menor tiempo posible, apuntando a reducir la dependencia de importaciones, abatir costos y elevar el posicionamiento de nuestra "suite" completa de hidrocarburos, por la vía de cambios precisos en la orientación y visión estratégica de PDVSA.

La ejecución de este plan no es simple, amerita sacrificios y mucho esfuerzo. Requeriría la integración inmediata de personal con elevado grado de exposición y conocimiento en la industria petrolera y geopolítica energética, así como también en el área gerencial, operativa y técnica al frente de su junta directiva, la expulsión de todo reposero, la masificación tecnológica "propia", el arraigamiento de una cultura proactiva en términos de Seguridad Higiene y Ambiente (SHA); y los más apremiante, la revisión, saneamiento y rescate de la estructura organizacional apuntando hacia la necesaria "verticalización", respeto y disciplina corporativa. Algo que resulta duro decir, pero que en esencia contradice el entorno actual de PDVSA. Un error típico del pasado y presente ha sido la relación industria-empresas de servicio. A nuestro juicio amerita de cambios profundos.

Un grupito de agitadores de la vieja PDVSA que no supera el haber sido botado por la puerta de atrás en 2002 por terroristas y alguno que otro interesado representante de los capitales de riesgo, andan promoviendo la privatización de PDVSA e incluso, algunos hasta la de las reservas del subsuelo, en un símil de EEUU. Este grupito promueve cifras sin sustento alguno al no poseer asidero técnico para las mismas. Hablan de $25,000 millones por 10 años.

Tal y como demostramos en articulo previo [Einstein Millán Arcia: ¿Cuánto necesita Pdvsa para alcanzar 3 MMBPD? - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org)], la exposición de capital no ameritará las descomunales cifras que algunos sugieren, sino a nivel de $12,000 a $12,500 millones en una ventana de 8 a 9 años, con ejecución presupuestaria no menor al 90% año-a-año. Pocos comprenden que PDVSA no requiere de endeudarse en esa misma proporción para tener acceso a dicho capital, ya que aún posee un robusto abanico de opciones. Lo que debe saberse es, el cómo hacerlo.

Nuestra propuesta parte de un nivel base de 1,0 a 1.1 MMBPD, apuntando a recuperar el nivel de producción de condensado/liviano/mediano de 2005, dejando la FPO abierta a la inversión de terceros. Costa Afuera deben ser reservadas al estado, al menos en su control mayoritario por ser un activo altamente estratégico y con múltiples ramificaciones geopolíticas. Sin embargo, los socios minoritarios deben ser geopolítica y militarmente sólidos, en aquellos activos cercanos a vecinos poco amigables. Apuntamos a una relación de esfuerzo propio a privado que asegura la capitalización y control de la industria, sin embargo, la distribución de activos considerada asegura la relajación en la demanda de actividad y equipos propios.

Para sorpresa de los falsos expertos que solo visualizan escenarios apocalípticos, el apalancamiento del nivel base e incluso el despegue de producción seria sencillo, al existir un inventario de cerca de 14,000 pozos inactivos de los cuales, un 45% a 55% es recuperable con tasa promedio de 150 BPD/Pozo a 200 BPD/Pozo. Estos pozos podrían contribuir incluso a acelerar producción en un plazo relativamente reducido de tiempo hacia el 1,000,000+ BPD. El plan de acción considera un nivel de actividad de unos 150 T/A @ 170 taladros-año (T/A) totales para poder llegar a niveles de 2.5+MMBD, buscando acelerar la RPR hacia el entorno de 0.80+% desde el rango actual de 0.09-% en el mediano y largo plazo. Nada de esto se logra con paracaidistas, se logra con conocimiento y experticia.



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Einstein Millán Arcia

Asesor Petróleo y Gas "Upstream" & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times.

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