No basta el petróleo

Para que el proyecto de hacer de Venezuela una potencia mediana  se consolide,  la revolución bolivariana tiene el desafío de acelerar la ruptura con el modelo político-clientelar-petro-rentista y la transformación estructural de la economía capitalista dependiente hacia la construcción del  nuevo modelo socioproductivo diversificado, sustentable y endógeno, que progresivamente impulse   la liberación de la nación de las ataduras neocoloniales que frenan su desarrollo.

No basta con poseer las mayores reservas petrolíferas del mundo. Si no adelantamos la conversión de ese enorme potencial en capacidad productiva diversa, sustentada en innovación tecnológica y desarrollo social, siempre estaremos sujetos a la fluctuante renta petrolera, a las determinaciones de la Agencia Internacional de Energía y a las oscuras manipulaciones que del mercado internacional hacen las corporaciones transnacionales y sus contrapartes financieras.

No basta la voluntad y el esfuerzo propio, por muy radical que sea la propuesta de cambio,  para reducir en un tiempo prudencial el rezago tecnoproductivo. El proyecto será viable si tejemos alianzas sólidas con factores geopolíticos y económicos  emergentes, dispuestos a invertir y compartir con nosotros sus experiencias y conocimientos. Factores con los cuales conformemos alianzas estratégicas de largo aliento, que  complementen el esfuerzo nacional de construcción revolucionaria del nuevo país.

En este contexto, tiene un valor geopolítico inconmensurable los acuerdos de cooperación  e inversión bilateral suscritos por el gobierno bolivariano con Irán, Rusia y China. Especialmente con ésta última, por su propensión actual a invertir y acceder a nuevos mercados en el mundo en desarrollo, en su interés de expandir su influencia económica global y de protegerse de la fragilidad creciente de la economía del dólar. Estas alianzas, darán sus frutos si no crean nuevos lazos de dependencia, y ello será así, si hacemos una política de inversiones que haga sostenible, en el territorio nacional, el incremento del capital social, la capacidad innovación, el desarrollo social y la estabilidad institucional.

gamarquez2@yahoo.com


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Gustavo Márquez Marín

Carabobeño, nacido en Valencia, ingeniero egresado de la Universidad de Carabobo donde también ejerció la docencia, durante la gestión del Presidente Hugo Chávez se desempeñó como Ministro de Industria y Comercio (1999), Ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007), Embajador en Austria y Representante Permanente ante los Organismos de Naciones Unidas en Viena (2001-2004), Comisario General del Pabellón de Venezuela en la Expo 2000 Hannover (1999-2001) y Miembro de la Comisión de Negociación con Colombia de las Áreas Marinas y Submarinas (1999-2001).

 gamarquez2@yahoo.com

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