El
Comandante
Chávez es consiente de lo delicado del actual contexto político. La
burguesía afina el tino y amenaza con todo para evitar el triunfo
electoral
de la revolución el día 26-S. mientras orquestan su show
político-mediático,
otras corrientes de esa misma canalla pujan por el Golpe de Estado y
el magnicidio. ¡Estamos claros y pendientes! Buscan el factor sorpresa.
Pero el plan delineado por el imperialismo norteamericano y el sionismo
internacional está descubierto. Hoy la realidad vuelve abofetear a
los ingenuos e ilusos. Pues, repetimos “no es posible negociar con
la canalla burguesía; no podemos esperar un cese al fuego de su parte.
¡La batalla es a muerte! ¡No nos llamemos a engaños!
Karl von Clausewitz dijo que “la guerra es la continuación de la política por otros medios”. También es viceversa. Presenciamos una verdadera lucha de clases, o mejor dicho, Guerra de clases. Sun Tzu recomendaba implementar tácticas para “hacer que el enemigo juegue en tu terreno”. Es harto conocido que la llegada de Canán al ministerio de Comercio respondió a una táctica de guerra política diseñada para “negociar” con la canalla burguesía “un cese a sus hostilidades por las proximidades del día 26-S”. Pero el enemigo no aceptó jugar en nuestro terreno y arreció con más acciones de acaparamiento y especulación bajo el claro propósito de mellar la confianza del pueblo hacia la revolución.
Antes, el Comandante Chávez entendió que era necesario sustituir a un cuadro firme como Eduardo Samán por otra persona más dada a “negociar” con la canalla. Esto explica el por qué, a su llegada, una de las primeras políticas de Canán fue el aumento y la liberalización de los precios establecidos, por su predecesor Saman, para varios de los productos de la llamada "Cesta Básica alimentaria" particularmente los producidos por las Empresas Polar propiedad de los Mendoza. También minimizó el protagonismo del INDEPABIS. En una guerra de posiciones, en ocasiones, se diseñan tácticas que pudieran parecernos a todos "un retroceso" cuando en realidad buscan que el enemigo juegue en nuestro terreno; ganar tiempo y proteger a los mejores cuadros de la revolución. La táctica hoy se encuentra agotada y la contraofensiva la estamos viendo. Frente al fracaso de sus propias políticas, el actual ministro Canán ha montado cacería de brujas para expulsar a todos los cuadros revolucionarios de ese ministerio. Pero "un fantasma recorre los pasillos de su despacho, es el fantasma de la revolución que lo aterroriza”. El PSUV debe tomar cartas en el asunto.
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