El pasado cuatro de Octubre se cumplió el primer año de la partida de la madre cantora Mercedes Sosa, en su querida y amada patria Argentina.
Desde entonces, muchas han sido las manifestaciones de respeto y de cariño que de diversos puntos de la geografía mundial se han hecho sentir por quien regó con la belleza de su voz y la profundidad de su canto, los escenarios por donde anduvo durante más de cuatro décadas.
Recientemente, con la emoción a flor de piel, disfrutamos del documental producido por Cinema 7 Film, titulado “Cantora, un viaje intimo”, el cual recoge testimonios de la propia Mercedes, sobre su vida personal y su larga y fructífera trayectoria artística, así como su relación con el cancionero latinoamericano y sus autores e intérpretes, algunos de los cuales participaron en los duetos que conformaron su último trabajo discográfico, un álbum doble titulado Cantora 1 y 2, realizado en 2009.
Tanto en el documental, como en cada pieza de la producción discográfica, la Negra Mercedes proyecta la fuerte mezcla de sentimientos encontrados con que a lo largo de toda su obra discográfica, canción a canción, fecundaron lo espacios más profundos de las almas de quienes la seguimos, desde el mismo día en que su voz se instaló para siempre en lado izquierdo de nuestros corazones.
Mercedes cuenta que ella jamás pensó en cantar para vivir, y que su relación con la canción es sólo comparable al amor que se pueda sentir por la persona a quien se ama, del mismo modo relata que durante sus primeros años, la pobreza siempre la persiguió pero jamás la destruyó, por el contrario, contribuyó a la postre a hacerla libre.
Ni la persecución, ni la soledad y dureza del exilio, ni la “depresión enmascarada” de aquellos años de dictadura militar que sufrió la artista, lograron callar su voz y su canto comprometido con las mejores causas del pueblo argentino, al punto que de regreso a su patria, luego de la restitución de garantías y de sus derechos civiles, se colocó al frente del joven movimiento cancionistico y de figuras del rock nacional como Charly García y Fito Páez con quienes dejó grabadas canciones como “Inconsciente Colectivo” y “Yo vengo a ofrecer mi corazón”.
Como siempre, en Cantora 1 y 2, entonó las canciones que quiso cantar y con aquellos artistas que a ella le producía felicidad cantar.
Igual que la felicidad que siempre nos produjo y nos producirá a nosotros escuchar su voz única e inolvidable. Si la tierra, si nuestra América pudiera cantar, lo haría con la voz de Mercedes Sosa. Que sigue cantando así,
“Cantando al sol como la cigarra…Después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente, que vuelve de la guerra”.
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