Recientemente, el poder electoral, a través de su vocera y presidenta Tibisay Lucena, emitió un claro y pedagógico mensaje dirigido a todos los venezolanos y venezolanas en torno a nuestra democracia participativa y protagónica, transversalizada en nuestra constitución bolivariana, así como también a las experiencias recientes sobre la novísima figura de los referenda y su normativa legal.
Finalmente, compartió una serie de interesantes reflexiones, relacionadas con la dinámica actuación institucional del poder electoral y su importante papel durante los últimos 15 años en la vida política y democrática en nuestro país.
Siendo que los referenda para la revocación de mandato a funcionarios electos por el voto popular, constituye una figura donde el ente rector en materia electoral está obligado a garantizar los derechos de los ciudadanos y ciudadanas que de acuerdo a las leyes y normativas vigentes deseen activarlo, de igual manera, debe también el organismo electoral, brindar las mismas garantías que por mandato legal se brinda al referido funcionario y a su grupo de electores, ciudadanos y ciudadanas que lo favorecieron con su voto, y que por tanto desean que el mismo culmine su mandato.
Tal ejercicio constituye un enorme paso hacia adelante, único en muestro continente en materia de derechos civiles y garantías políticas, tal como se lo merece todo el pueblo venezolano, que sin lugar a dudas, supera con creces a todos los países de la región en materia de elecciones y consultas populares, pero que lamentablemente también ha sido, como ninguno en la historia reciente, blanco de la más grande y continuada agresión en todos los órdenes de la vida social, política y económica, por parte de los centros de poder económico y financiero que operan dentro y fuera de nuestras fronteras, con el acompañamiento de la mal llamada Mesa de unidad “democrática”.
Golpe de estado, sabotaje petrolero, huelga patronal, guarimbas, destrucción de bienes públicos, asesinatos selectivos, violencia paramilitar, sabotaje a los servicios públicos, guerra mediática, guerra económica y pare de contar.
Ahora se valen de la trampa y el fraude electoral para pretender activar un tardío referendo revocatorio presidencial, como excusa para arreciar el desconocimiento a las instituciones del estado y su mal pretendida y continuada intención de derrocar al gobierno bolivariano.
