Hace días le comentamos a nuestro compadre que Chávez Frías estaba “arrecho”; le habían “jurungado” la paciencia llanera tanto del lado de los revolucionarios como de las derechas criollas, sí es que son criollas. Es evidente que varias razones han sucedido para que se haya molestado: las razones de fondo de las elecciones del 26-S; las continuas aseveraciones sin sustento de las derechas, nacionales e internacionales; los egoísmos y soberbias que pareciera no tienen “compongo”; las actitudes burocráticas y pequeño-burguesas de aquellos que sus conciencias y alienaciones siguen presentes; la falta de cultura ideológica en los sectores revolucionarios; en fin, por algo mandó a los gobernadores, alcaldes y ministros que “pateen” las calles, que interactúen con la sociedad-pueblo, que conozcan no solo los problemas sino también lo efectivo de las políticas revolucionarias; que conozcan cómo es el sudor del pueblo. Tratemos de poner dos ejemplos. El primero sería la expresión que viene desde las derechas cuando califican las “nacionalizaciones” como “estatizaciones”, como conceptos políticos; idea ésta que tiene sus fundamentos en las críticas ideológicas que se propagaban desde los gobiernos capitalistas en contra de gobiernos socialistas durante la “Guerra Fría”; el segundo sería las actitudes y comportamientos de los sectores obreros de recientes industrias nacionalizadas que expresan sus desconocimientos del carácter del concepto de Patria, manifiestan su alienación laboral-salarial que nos recuerda aquella película de Charles Chaplin y nuestra experiencia en fábricas inglesas con bienes de capital del siglo XIX. Permitiéndonos una otra expresión de mentalidad del estado de bienestar social-burgués que podría ser el discurso expuesto-propuesto durante el programa “José Vicente hoy” por el invitado de turno (domingo, 31 de octubre, 2010. Televen) llegando el momento en el cual el propio José Vicente Rangel le solicitó, en pregunta, aclarar sobre el calificativo burgués que el invitado le dio al “Paro Petrolero”(1). En última instancia, son algunas de las razones por las cuales Chávez Frías se mostraría molesto por la ineducación de los revolucionarios ante el proceso de transformación del Estado burgués en curso en Venezuela; es decir, no se trataría de repetir esquemas sino de nacionalizar las teorías a las realidades nacionales en tanto y en cuanto ésta es una revolución propia tanto en su carácter como “Revolución Bolivariana” como por lo conceptual en construcción como sería el “socialismo del siglo XXI”; es por ello que es necesario ir a la Historia para comprender las interioridades del concepto “Revolución Bolivariana” al mismo tiempo que estudiar, a la criolla, aquellos conceptos eurocéntricos que podrían permitirnos abstraer para conceptualizar lo que podría ser el “socialismo del siglo XXI”.
¿Es correcta la pregunta sobre cuál es el estado actual del estado burgués en Venezuela en las actuales realidades de transformación del Estado venezolano? ¿Sería importante conocer, para definir, el proceso histórico de dicho estado burgués? ¿Es aceptable que el estado burgués ha sido y es un “estado-nación” y de aceptarse como se explicaría la realidad histórica de la “Dependencia” a Washington y desde cuándo, históricamente, se manifestó esa Dependencia; para decirlo en expresión política: desde cuándo Venezuela se transformó en colonia de los EEUU de América y cuáles fueron los factores políticos, económicos y sociales que participaron, en conciencia y/o en su ignorancia, de esa realidad objetiva? ¿Cuándo y cómo la masa obrera fue transformando su teluridad en alienación laboral? ¿Se le podría considerar como un estado burgués moderno, globalizado y profundamente capitalista? ¿Cuáles fueron las funciones de la burguesía criolla durante la 4ta. República? ¿Cómo se manifestó ese estado burgués y la burguesía seudo-criolla, particularmente, durante la 4ta República, con relación a los paradigmas de la Dependencia en correlación con las premisas impuestas desde y por Washington en lo que debemos definir como la “división internacional del trabajo”? ¿Cuál es la relación entre el estado burgués y la sociedad como un todo independientemente de las clases sociales presentes? ¿Cuál es la relación socio-económica y política entre el lumpen-proletariat venezolano, el proletariat-proletariado y el estado burgués y la burguesía? ¿En qué se diferencian las propuestas de estado burgués expuestas por los socialdemócratas y las propuestas por y desde la democracia cristiana? ¿Se podría definir al estado burgués venezolano como un estado weberiano? ¿Cuáles son las actuales funciones de los tecno-socialistas y cuáles son sus propuestas económico-políticas como paradigmas para la transformación del Estado burgués en un Estado socialista? Algunas inquietudes pero tratemos de desglosar algunas ideas.
En alguna ocasión el Dr. Rafael Caldera, enfáticamente, nos recordó que Venezuela era un país presidencialista. Sí ello es cierto, entonces, ¿cómo sería la expresión del estado burgués que se impuso y desarrolló durante la 4ta República? Ante esta afirmación del Dr. Caldera anteponemos la afirmación del entrevistado en el programa dominical “José Vicente hoy” cuando se refirió a que la Revolución Bolivariana se sustentaba en el apoyo del lumpen-proletariat (palabras más, palabras menos) Consideramos al entrevistado, José Antonio Gil Yépez, como una persona ecuánime, en ocasiones, vehemente, en otras, durante la entrevista, seria y profesional, pro-Estado de bienestar social y, evidentemente, de las mild-derechas pero su conocimiento sobre el concepto sociológico-político de “lumpen-proletariat”, en este caso concreto, venezolano, dicho a la volea, como lo expresó, es “políticamente delicado” porque, inmediatamente, nos llevaría a considerar como lumpen-proletariat a todos y cada uno de los habitantes de los llamados “barrios populares”, en su composición social, como lumpen-proletariat. Quizás, en el marco de la nueva política burguesa pro-obrerista impulsada desde la compañía Polar, lo expresado en el programa de José Vicente Rangel sí tenía una intención “correctamente política” y ¿quién reaccionó? Chávez Frías.
Pero no dejemos el tema, así no más, en el aire. Profundicemos. Sociológica y políticamente hay diferencias fundamentales e importantes entre ambos conceptos: proletariat-proletarios y lumpen-proletariat. El concepto “proletarios” ha estado relacionado con “obreros”, es decir, aquellos seres sociales que venden sus horas laborales por un salario impuesto por los dueños de las fábricas donde laboran debiendo asumir su conciencia revolucionaria-obrerista como medio de su liberación. Quizás de ahí es de donde viene aquella famosa frase de “proletarios del mundo, únanse”. Mientras que lumpen-proletariat serían aquellos sectores obreros que no tienen conciencia revolucionaria, según Marx y Engels. El tema se nos complica cuando regresamos a lo referido por Gil Yépez sobre el apoyo a la Revolución Bolivariana de los sectores sociales que se circunscriben al lumpen-proletariat. Cabría, por consiguiente, las siguientes inquietudes: ¿ese lumpen-proletariat venezolano, según el entrevistado, debería tener “conciencia revolucionaria” de clase? Sí no tienen conciencia revolucionario, por lógica formal burguesa, ¿serían los proletarios, es decir, los obreros de la Polar, aquellos que tienen “conciencia revolucionaria? Lo que nos lleva a preguntarnos ¿estaría esa conciencia revolucionaria en comunión con lo propuesto por el entrevistado como estado de bienestar social? Por último, entonces, ¿las políticas sociales impulsadas desde el Gobierno revolucionario son revolucionarias, son sociales, serían dirigidas, únicamente, a ese lumpen-proletariat sin conciencia de clase y mucho menos revolucionaria pero que apoyan las políticas sociales revolucionarias elaboradas desde la Asamblea y desarrolladas, como expresamos más arriba, desde el Gobierno Bolivariano y Socialista? La verdad, no lo entendemos. Pero así son los discursos, lógico formal, de las derechas en defensa del Estado burgués. Entonces ¿las derechas internacionales y, particularmente, las derechas nacionales consideran que es posible un Estado socialista? Por lo que nos preguntamos ¿Por qué esas derechas nacionales se escudan en la manida frase que vamos hacia el comunismo? Por tanto ¿Cuál y cómo se manifiesta el estado comunista en las actuales realidades objetivas en Venezuela sí ello es posible de demostrar? La ideología de las clases burguesas criollas sustentan su adhesión a las tesis capitalistas en dos vías: aquellas que se adscriben al “Capitalismo de Estado” y aquellas que sustentan sus objetivos en el “Estado benefactor”. Ambas propuestas sustentan sus realidades en la “libre empresa” y en las relaciones “patrones-obreros” que están, íntimamente, relacionadas con las “ganancias, acumulación y control del Estado” para sus fines de clase; en ese contexto, los obreros son, simplemente, variables contables que son indirectamente proporcional a las ganancias, es decir, cuan mayor y elevadas sean las ganancias, los costos de las masas obreras deben ser menores lo que implica que para que esa relación tenga sustento se debe alcanzar el control de la masa obrera, primero, alienándolos y en estos días de capitalismo neoliberal incitando al consumo masivo; por tanto, en el Estado burgués está, en su propia naturaleza, el mantener el status quo que representa una nueva forma de esclavitud hiper-alienada. Ello quiere decir que cualquier propuesta desde la Constitución y las leyes nacionales que busquen romper con esa ecuación referida entrará en profunda contradicción con los intereses de los burgueses y, por ende, con el sistema capitalista lo que nos lleva a inquirir ¿en cuál estado actual está el proceso de transformación del Estado burgués hacia el Estado donde el Poder Popular, como un todo social, ejerza las funciones que por natura le corresponden?
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