Antes de hacer República debemos hacernos nosotros, porque todavía no somos

Estimados camaradas socialistas, este articulo, en cierta medida, es una continuación al que en estos días decembrinos titule “Educación vs Enseñanza”, como sabrán mis lectores, el tema de la educación para mí y debería serlo para la revolución, es el más vital problema que debemos resolver y sobretodo transformar, de ahí mi eterna insistencia en el tema.

El titulo del actual articulo mas explicativo imposible y les tengo que reconocer que esta profunda, certera y concisa frase, no es mía, es de ese gran venezolano desaparecido ya llamado Alberto Adriani y esta frase fue escrita a comienzos del siglo pasado y a pesar de la enorme cantidad de años que han pasado, como toda excelente frase, mantiene una vigencia que con el paso de los años adquiere más peso que en la misma fecha en la que fue escrita, así que siendo para mí, tan clara y explicativa de mi intención, pues me decidí a tomarla para titular este articulo.

Otro grandioso venezolano, de esos que jamás desaparecen, por su claridad mental y su verbo punzante y diáfano, como lo fue el gran Mariano Picón Salas enuncio la siguiente y muy severa sentencia: “Estamos los venezolanos urgidos por una política cultural que nos enseñe que somos; que mas allá de la historia heroica con rematada fanfarria de adjetivo, nos devuelva nuestra verdadera historia social”; es tan bella y concisa esta frase que las explicaciones están demás, pero pecando yo de blasfemo debo agregar que llego la hora de dejar de conocer a Venezuela como, únicamente, la cuna de ese gran humano Simón Bolívar y su espectacular gesta libertadora, para comenzar a relatar nuestra verdadera esencia, nuestro verdadero tuétano y esto solo se logra poniendo en la vanguardia de la historia todo nuestro legado cultural y esto solo será posible, a través de darle la preponderancia que la educación merece en una verdadera y solidad sociedad.

A estas alturas debemos tener muy claro, que el problema más importante que ha frenado el desarrollo del país es el deficiente, insuficiente y anacrónico sistema educativo y quizás el ejemplo, actual, más patético de esto, es que nuestras universidades profesionalizantes, gradúan profesionales sin compromiso social, profesionales que son verdaderos expertos en sus áreas especificas de conocimiento, pero que a la vez, poseen un nulo o lo que es peor, un negativo valor moral y ético con respecto a su país, a su sociedad y a sus conciudadanos.

Este modelo de educación basado únicamente en la enseñanza lo único que ha logrado es la creación de profesionales muy aptos pero tan poco comprometidos con su entorno vital que llamarlos “Ciudadanos” es casi un verdadero acto de fe. Estemos claros, muchas cosas han cambiado en la educación venezolana, pero solo en la superficie.

A tenor de lo anterior, es bueno traer un dato, muy explicativo, de mi posición y que era muestra de verdadero “orgullo” de los gobiernos de la cuarta república en materia de educación, a saber: el crecimiento del sector se ha venido restringiendo solo a la cantidad, descuidando la calidad y la modernización de todo el sistema. En educación, por ejemplo, el número de docentes creció entre 1961 y 1982 en más de 4 veces; la matricula estudiantil, en todos los niveles, en más de 3 veces. En la educación superior, la tasa de escolaridad paso del 1% en el 60 al 21% en el 80 y los docentes aumentaron en 9 veces y la matricula en 13 veces.

No es justo darle el reconocimiento especifico del aumento de matricula a la cuarta república, esto se dio mucho antes, en la primera mitad del siglo pasado con el advenimiento de los enormes recursos que recibió un país pobre y agrícola como Venezuela con el descubrimiento y la posterior explotación del petróleo; aquí les coloco unos datos estadísticos que refuerzan mi punto: en Venezuela en 1.935 el 90% de la población era analfabeta, los estudiantes de primaria apenas si pasaban de los 123.000, había 1.100 en la educación media y 1.532 en las universidades, pero treinta años después, en 1.967 estas cifras se habían inflado tanto, que pasarían a ser, respectivamente, 1.380.500, 340.000 y 54.840 estudiantes.

También es muy necesario tener presente que esta inicial masificación de la educación, en la incipiente neo república petrolera en la que se estaba convirtiendo Venezuela, no solo era carente de una real calidad, sino que su infraestructura era, en la gran mayoría de los casos, altamente deprimente, lo cual queda constatado en un informe presentado al gobierno de turno en 1.938, donde un equipo integrado por 28 personalidades se dio a la tarea de fiscalizar las escuelas existentes en la capital y su informe no puede ser más atroz: “muchos niños están sufriendo de las condiciones anormales de nuestras escuelas, que son centros de tortura, donde la infancia pierde su alegría y el poco entusiasmo que su precaria condición física le permite”, creo que mas detalles realmente sobran.

Si bien es muy cierto que la masificación de los centros escolares, así como el aumento de la matricula escolar era harto necesario y el primer paso, obvio, a dar, no es menos cierto que este aumento cuantitativo venia muy escaso de calidad y lo que es peor, con una enorme carga ideológica y política, de la nueva clase social “La Democracia” que estaban asumiendo el control y el poder político en Venezuela y necesitaba una enorme carga de legitimación, para poder solidificar sus bases, para perpetuarse en el tiempo, es así, que en vez de educar al pueblo, se opto por convertirlo en fuente de legitimación de practicas protocolares de clara naturaleza demagógica, en cuanto el pueblo estuvo en condiciones de sostenerse sobre si (salud publica y alfabetización) se lo convirtió en elector. Formar ciudadanos era menos urgente que garantizar la estabilidad de una novedad política ya generalizada.

Para reforzar aun mas mi posición, de que la masificación escolar dada por el petróleo y continuada por la cuarta república carecía de la mas mínima calidad, veamos un dato, que analizo en su momento el gran Uslar Pietri, a saber: Uslar constata en una estadísticas de 1.954, que la mitad de la población en edad escolar es analfabeta, mientras que de 6.172 presos, el total de la población penal, 4.060 sabían leer y escribir, concluía Pietri: “puede decirse, que por lo menos en el caso de ellos, nuestra escuela no ha contribuido en nada a mejorarlos ni a darles mejores oportunidades de vida”.

La frase dada por ese gran venezolano, de amplia claridad social, no puede ser mas explicativa del punto que quiero tratar, nuestras escuelas apenas si se limitaban a enseñar a leer y escribir y es triste constatar, que en la década de los 70, 80 y 90 ya ni siquiera esto era importante, en vez de FORMAR al niño y joven en un verdadero CIUDADANO, con la enorme carga Moral y Ética tan necesaria para que esto realmente fuese posible y nuevamente aquí constatamos que mientras mas nos adentramos en la cuarta república, estos tópicos de formación cívica poco o nada importan para el sistema escolar que reinaba para la época.

Si bien es cierto, que ese esfuerzo de aumento no solo de la matricula escolar, sino también el aumento de la infraestructura educativa, en un principio era quizás destacable, no es menos cierto que ya a finales de la cuarta república, el deterioro educativo era tal, que ya no solo era la precaria calidad de este, sino que la masificación no solo se había detenido, sino que venía en un claro y amplio retroceso, bastara con recordar una encuesta nacional hecha a la juventud venezolana, (jóvenes entre 15 y 24 años), hecha por el Ministerio de la Familia y la OCEI en 1.993, cuyas conclusiones son: “de la población juvenil, que era de 4.024.406 individuos, los que representaban el 19,5% de la población total, 1 de cada 17 solo alcanzaba al tercer grado de primaria, la mitad asiste a un centro de enseñanza, la mitad de los adolecentes (15 a 19 años), participa de la educación formal y el 12% de las mujeres jóvenes han desertado de los estudios por causa del embarazo.

La información anterior, por si sola es harto dramática, pero queda opacada con un dato de 1.989, donde 405.000 niños, repito, NIÑOS, un 10,9% de la población, estaba incorporada al mercado laboral. Tengo que obligatoriamente hacer un paréntesis a todo la hilación que he mantenido en el artículo, para hacer un breve pero muy sentido reconocimiento a nuestro gobierno revolucionario, liderado por el comandante presidente Hugo Chávez Frías. En estos datos que he enunciado con anterioridad queda más que demostrado, por lo menos en el apartado educativo, la enorme deuda social de la cuarta república con el pueblo venezolano y hay que dar al Cesar lo que es del Cesar y reconocer todo lo que este gobierno ha hecho para saldar esta deuda, que a veces pareciera casi impagable.

Ahora hablemos un poquito de la educación superior del siglo pasado y aquí tenemos que reconocer que la escases de infraestructura es dramática, aunque la calidad de las poquísimas existentes es muy buena, sobre todo de la UCV, pero la calidad, ese si que es un tema álgido ya que si bien debemos reconocer que enseñar enseñan muy bien pero educar, de eso nada y si no me creen créanle a ese ilustre venezolano, que en vida llevase el nombre de Mario Briceño-Iragorry, cuando escribe en su extraordinario ensayo titulado: “La Traición de los Mejores”, lo siguiente: “que se les veía salir de la cátedra universitaria, en donde explicaban con todo rigor el derecho publico, para ir a torcer las líneas de las leyes en los gabinetes ministeriales”. Las explicaciones sobran era claro que se les ENSEÑABA muy bien, pero se les EDUCABA muy poco mejor dicho NADA.

Para ese gran jurista Tulio Chiossone: “Los profesores continúan en las universidades aferrados a las ideas de los apósteles de la filosofía jurídica del siglo XVIII, manteniéndose indiferentes a nuestros tiempos” y señores cuan de moda esta dicha frase en estos días, de amplia y profunda reforma legal en el apartado educativo, realmente la metamorfosis que necesita nuestro sistema educativo es total y comparable a un enorme tsunami, que arrase con todo y renazca una nueva visión, realmente, Educativa en nuestra bella república.

Ahora debemos aclarar, la falta de calidad en el sistema educativo venezolano, sobretodo en la época de la cuarta república, no era casualidad y obedecía a varias variables, donde destaca ampliamente el hecho de que educar al pueblo, a partir de la segunda mitad del siglo XX en Venezuela, significaba, ante todo, hacer la crítica del poder público, pues su ascendencia moral sobre la vida civil había sido y era determinante, de esto se infiere que mientras más educado, mientras más moral y más ético sea un pueblo, más será la exigencia a estos líderes y seamos sinceros, si eso se hubiese cumplido, por lo menos en los primeros 50 años del siglo pasado, estemos muy claros, la cuarta república esa que conocemos, JAMAS hubiese existido.

Me es imposible hablar de calidad de la educación venezolana, hablar de educación sobre enseñanza sin tocar ese sensible, álgido, pero muy importante tema de la educación en el hogar; el tema es harto espinoso, pero igualmente harto importante y el pobre nivel o el deterioro de ideales o principios que tenia la gran mayoría de las familias venezolanas en el siglo pasado, lo deja más que evidenciado Delfín Aguilera, preso en la Rotunda por razones políticas, donde escribía: “No hay educación moral en el hogar, allí se predica el egoísmo como primicia elemental de la vida pública, (..), allí se recomienda hacer pronto fortuna, con la persuasiva solicitud con que se señala uno de los grandes ideales de la vida”. Demás está decir, que esta premisa hoy en día esta mas en boga que en la misma época en la que fue escrita.

Para reforzar mi punto sobre la importancia de la educación en el hogar y de cómo esta, en Venezuela está muy mal orientada, queda altamente evidenciado en esa sentencia dicha, ya unos años atrás, por el ilustre Uslar Pietri, a saber: “aquel comer avispas con que le enseñaron al niño a poner la astucia donde debía estar la moral, se le convirtió al niño en un veneno que lo condena a vivir en una angustiosa defensiva, a subsistir como un zorro o como gavilán y no como hombre, con el angustiado ojo insomne del animal de presa que a la vez acecha y teme ser acechado”. Nuevamente esta premisa está más en boga hoy, que en ese momento y es más que clara la inversión de valores que tiene la gran mayoría de las familias venezolanas en la actualidad y que querámoslo o no, peligroso o no, es imperioso que la planificación educativa estatal entre en los hogares, ya que de no ser así, poco o nada se hará realmente.

Ya para comenzar a concluir este, quizás un poco extenso, articulo, pero espero que claro, explicativo y reflexivo, que permita a gente mucho más preparada que yo, entender, que si bien es muy cierto, que la revolución ha hecho muchísimo por la educación en Venezuela, aun falta muchísimo, estemos claros, en esta primera década se recupero aquella inicial fuerza en lo que respecta al aumento de la matricula escolar, así como, la creación de infraestructura a nivel nacional, amén de programas que han permitido recuperar esa masificación educativa tan perdida en los últimos 20 años de la cuarta república, ese es un logro importantísimo e innegable de esta revolución.

Debemos tener presentes que llego la hora de iniciar el verdadero proceso EDUCATIVO en Venezuela y a tenor de esto, se ve con muy buenos ojos, que ya esa cúpula decimonónica que era la clase dirigente o rectoral de las más añejas y quizás emblemáticas universidades en Venezuela, comiencen a sentir en la cueva el paso de la DEMOCRACIA, porque es así de claro, ellos amparados en una viciosa “Autonomía”, muy mal entendida y muy convenientemente aplicada, habían creado un grupúsculo elitesco que se abrogaba el poder universitario para si, tenían el tupe de enseñar y aclamar la democracia, pero eso sí, para ellos NO. Da poco menos que pena ver como ahora si se reúnen todos los días, dan llamados a convocatorias, a buscar vías de entendimiento y debate y yo en el fondo solo me pregunto una cosa, si será posible, que a alguien se le habría ocurrido que en tales encuentros de docentes pudiera plantearse un grave y a la vez natural asunto como Escuela y la “Solidaridad”, palabra esta tan ausente de nuestras máximas casa de estudio.

Cuanta alegría dan estas nuevas leyes, aunque en muchas haya vicios que cuidar, no es menos cierto que comenzamos, realmente, a tocar una cúpula que era harto necesaria transformar y en el caso de la actual eliminar, porque mas viciada imposible, pero en fin repito, un nuevo paso creo que un poco corto como lo fue la LOE, pero en fin el siguiente paso lógico dentro de una revolución PACIFICA.

Jamás debemos dejar de tener presente que reformando la educación esta podría contribuir, eficazmente, a la conversión de los individuos aislados de hoy, en ciudadanos productivos y comprometidos con la constitución de la nueva nación. Surgirá entonces, en los espacios públicos una nueva comunidad política que hará posible el cambio en la dirección correcta. Será justo entonces y no antes, cuando habremos dado el paso definitivo para la creación del individuo nuevo, el individuo revolucionario o en una sola palabra, el CIUDADANO.

Y como punto final de este articulo, se que la gran mayoría solo tiene el aspecto económico en la mente y cree que una reforma, tan radical, en el sistema educativo le restaría enormes recursos, tan necesarios en otros rubros, a esta revolución y yo solo le responderé con esa tan acertada sentencia de Derek Bok, que reza así: “Si piensa que la educación es cara, pruebe la ignorancia”.

Y ahora si para finalizar, recuerden siempre que lo peor que podemos hacer en no hacer nada.

pito0726@hotmail.com


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Alfredo Domínguez Fernández


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