No se si dar gracias a Dios, por la crisis económica mundial que develó el esquelético tejido del capitalismo moribundo, o pedir clemencia por los millones de personas tirados a la calle por los gobernantes y sus mecanismos de dominación.
No se si dar gracias a Dios, por el calentamiento global que ha generado tantas inundaciones, terremotos o tsunamis y demostrarnos lo frágil de la existencia humana, o pedir clemencia ante nuestra arrogancia, sumida en la mas profunda perdida de valores en veloz carrera hacia la autodestrucción.
No se si dar gracias a Dios, por el actual presidente de los Estados Unidos de Norte América que solo en un año, decepcionó al mundo civilizado, o pedir clemencia para el pueblo que lo eligió y sus victimas en el planeta.
No se si dar gracias Dios, por la crisis energética en Venezuela que encausaron las políticas de soberanía de estado y multiplicaron las acciones de instalación de energía alternativa, o pedir clemencia para los profetas del desastre y la muerte.
No se si dar gracias a Dios, por el calentamiento global y sus repercusiones en el país que aceleraron la construcción de viviendas dignas a millones de personas, en inminente peligro en laderas, ríos, cerros y montañas, o pedir clemencia para los empresarios depredadores de las inmobiliarias o zares marginales de la vivienda.
No se si dar gracias a Dios, por la fuga de banqueros, empresarios y narcotraficantes venezolanos, o pedir clemencia para los países que asilan a estas joyas, que especulan pero dan trabajo.
No se si dar gracias a Dios, por los diputados de oposición elegidos para la AN, o pedir clemencia para el quórum que tenga que calarse semejantes exposiciones a diario.
No se si dar gracias a Dios, por la MUD y sus primarias, o pedir clemencia para los electores que tengan que elegir a tantos gatos en un mismo saco.
No se si dar gracias a Dios, por el socialismo, que enfrenta las crisis mundiales con reconstrucción, vida y bienestar o pedir clemencia por los pueblos engañados, que creen que el capitalismo y sus mecanismos de guerra se traducirán en progreso y vida.
Donde no tengo dudas, es que los pueblos que Dios bendice, son los que aprovechan las crisis y sus consecuencias a favor de los pueblos y no en contra.
Patria socialista o muerte …..Venceremos