Durante su ausencia faltaron entonces tanto los ataques del
Presidente como las respuestas a los mismos, por lo que la lucha
política se redujo a esporádicos combates entre ambos bandos, con más
gritos e histerias que otra cosa. La oposición centró sus tímidos
reclamos en la imposibilidad constitucional del Presidente para gobernar
desde Cuba y la necesidad de instrumentar el procedimiento
constitucional para estos casos de falta temporal. Ciertos líderes
gubernamentales contestaron, en forma poco convincente, que el
Presidente era el Presidente donde quiera que estuviera, por lo que no
tenía ningún sentido su relevo temporal.
A pesar de su formal reclamo, la oposición lucía muy reposada, sin
el hostigamiento de su único adversario, el contendor responsable
incluso de la existencia misma de la MUD. Por su parte, ministros,
diputados, militares, gobernadores y activistas, parecían incómodos e
inseguros de la gestión política. Se les notaba tristes (algo lógico y
no censurable), desamparados y contradictorios. Esa situación llevó, en
determinados momentos, a que algunos perdieran la compostura y
efectuaran amenazas contra algunos diputados opositores, cosa que los
hizo aparecer como intemperantes y exagerados en su respuesta política.
Conducir un país es difícil, más si es un país con lluvias,
derrumbes, damnificados, delincuencia, violencia carcelaria, apagones,
sicariato, y más difícil aún cuando el líder no sólo no está presente,
sino que además está enfermo y lejos. Se añade entonces la
incertidumbre, la cual es muy difícil de vencer.
La ventaja del gobierno fue la inexistencia de una oposición capaz,
fuerte y con claridad de objetivos. Sólo dos situaciones trató de
utilizar y lo hizo torpemente: el caso mencionado de la sede
constitucional del Gobierno y el absurdo respaldo a las cinco docenas de
delincuentes que, dentro de El Rodeo II, mantuvieron secuestrados a
unos 1.500 reclusos, para no someterse ante el Estado y no perder sus
grandes “negocios” explotadores de la miseria humana.
En forma súbita, el Presidente se ausenta de nuevo, para ser
tratado de su afección en Cuba, despejando cualquier duda sobre su
enfermedad. Por mi parte, mi deseo sincero es que la incertidumbre y la
confusión no nos paralicen o nos hagan vulnerables a nocivas apetencias.