Estamos obligados a ser asertivos, la historia no nos perdonará si erramos de nuevo, mucho menos podemos aspirar que nos absuelva; con esta premisa quiero referirme a la situación de salud padecida por el Presidente Chávez; ahora, cuando hablo en plural, por supuesto incluyo a todos, desde el mas distante de los militantes de la revolución hasta el propio Comandante, pasando por los camaradas de causa, lejanos y del entorno, amigos con sinceridad y familiares de amor verdaderos, porque no se debe aceptar que nadie, independiente del grado de responsabilidad que le toque y el medio que se tenga, que no diga lo que tiene que decirle al respecto.

Esta situación de dejar solo al Presidente, no es nueva, de esa soledad silenciosa devinieron las causas internas que precedieron al referendo presidencial que pedía su cabeza en el 2004, así ha pasado con todos los líderes en la historia venezolana y creo que mundial, veámoslo en  Jesús de Nazaret y Mahatma Gandhi, a quien los apóstoles y discípulos dejaron solo ante las manos de Pilatos y los fariseos para que la cruz se lo tragara y los fanáticos religiosos que despedazaron la Independencia de la India, inmisericordemente; también pasó con nuestros Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, muertos solos y tristes a merced de los voraces falderos del imperio gringo y la oligarquía que se erigían desde la traición, para borrar las letras de la emancipación latinoamericana que se escribieron como referencia para el mundo.

Ahora, qué pasó o realmente sigue pasando, que el Comandante debió entretenerse en el estrés que le causó el tener que atender personalmente hasta las cosas mas pequeñas del gobierno, asumiendo, como lo alertó Fidel, cual si fuera un alcalde, digo yo, o gobernador, director de algún despacho, y quizás ministr@, cuando el imperio no escatima en su ataque contra la revolución con toda la fuerza a nivel mundial? Pues, que no se está haciendo el trabajo ni dando las respuestas para concretar las acciones sociales y políticas dispuestas en beneficio del Pueblo, siendo requeridas desde esas instancias gubernamentales, teniendo el Presidente que agarrar el látigo y la acción directa en las líneas, las R, las ubes, los frentes sociales, las patrullas, un nuevo partido y ahora el Gran Polo tratando de enmendar las omisiones, vicios y errores.

Quizás algunos creyendo o queriendo, que el Presidente sea sobrehumano o algo así, o, tal vez, convencidos de la incapacidad que los envuelve, pero en la irresponsabilidad de no asumirlo, piensan agazapados que Chávez, es incansable, perfecto, imperecedero o inmortal, ante lo cual, escondidos en el silencio, se erigen como los mas fieles e incondicionales con el amen, y no llaman la oportuna y necesaria atención, que de ser necesario debe estar acompañada de un franco y sincero regaño, cuándo Él, responsablemente debe aguantarse, por lo tanto, jamás serán lo suficientemente valientes, responsables, con suficiente moral ni oyendo al clamor popular que lo grita, para advertirle al Comandante que repose.

Estos tipos, aprovechándose de nuevo de las circunstancias de la enfermedad, ahora salen organizando vigilias, oraciones y cuanta cosas fuera de la mano humana les permitan distraer el debate que debe darse para señalar y corregir las fallas por las cuales el Comandante, no guardando el reposo requerido, tuvo que retomar personalmente el ritmo de ataque y defensa contra la despiadada y macabra oposición interna y externa, que está siempre al acecho, pero que inequívocamente se alimentada de los propios errores, vicios y malos gobiernos en lo que se han convertido algunos alcaldes, gobernadores y los demás.

En consecuencia digo, alguien, con la disculpa de antemano, que no recuerdo, mencionó alguna vez, "cuando se debe hablar, el silencio se hace cómplice"

gusclaret@hotmail.com