Irradie como un faro

Multitud

Conjurar de nuevo los espectros, tirado de la mano de Balzac y de Shakespeare, para dar cuenta del espíritu de una época, era la tarea del genio de Treveris. “Espectros”, fue el primer título que Marx pensó para su best seller, El Manifiesto Comunista.

Asegurarse hoy que el espíritu de Marx está vivo, es una tarea titánica que enfrenta a aquellos dogmatismos liberales que examinan a un paciente sano repitiendo la letanía redundante de: “El cadáver está muerto”; por un lado y por el otro, algo más peligroso aún, los que apoltronados en el apolillado chinchorro de las seguridades que exclaman: “ciencia marxista y toda otra suerte de jerigonzas que no hace otra cosa que clavarle un puñal por la espalda a un pensamiento que todavía se muestra vigoroso, a pesar del flaco favor que le hacen sus fans y de la defensa espumea que dichos acólitos realizan a diario desde un mesianismo positivista. Romper la censura, el prejuicio, avanzar sobre el estigma que le etiquetan unos y otros, es la apuesta intempestiva de quienes tomamos partido por un Marx resucitado por la fragua de los tiempos que corren.

Un Marx elástico, atlético y renovado que ha saldado cuentas pendientes con la experiencia soviética reciente y todos los socialismos dogmáticos, que se prepara para contestar con fuerza a los arrebatos de la lógica del capital en su metabolismo y así asaltar la trampa jaula del sentido común. No se trata entonces de leer un libro de Marx sino de intentar otra lectura, en el marco de la derrota histórica de aquellos que se reclamaron como sus herederos y de los otros, los que celebraron demasiado pronto su muerte y se arrimaron prestos al festín del mercado.

Una política de la amistad con aquellas categorías marcianas como lucha de clases, resulta para nosotros de lo más tentador. Lo que sigue de aquí, con Derrida, no es más que un ensayo en la noche, un grito de libertad que irradie como faro dentro del largo invierno de la crisis mundial del capital. Seria esto un cohabitar con su fantasma y por qué no, también una suerte de biopolítica de la herencia, la memoria y sus pasiones.

Juan Barreto
juanbarretoc@gmail.com


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Juan Barreto

Periodista. Ex-Alcalde Metropolitano de Caracas. Fundador y dirigente de REDES.

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