Capriles Radonski, el oscuro candidato a la Presidencia de Venezuela,
vocero de los mas torcidos intereses de la oligarquia local y mundial y
oposicionista de la Revolución Bolivariana, construye otra mentira de su
torcida campaña presidencial al declarar que Cristo no era Socialista.
Al respecto, resulta
imprescindible realizar las siguientes reflexiones en el marco de la
genuina doctrina evangélica:
Jesucristo, el Primer Gran
Revolucionario de la historia de la humanidad vivió y murió defendiendo a
los más humildes y más pobres. El Cristianismo de aquellos
tiempos practicaba los fundamentos socialistas de justicia social y de
reparto
equitativo de los bienes. Cristo concebia a una sociedad con desigualdad
de la
riqueza como una sociedad injusta y opresora. Puso en evidencia la
perversidad de la riqueza como medio de sometimiento y esclavitud de los
desposeidos:
“¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece!
¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!
¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! (...) Pero, ¡Ay
de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los
que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los
que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas!” (Lucas 6,
20-25).
La Biblia, en el Nuevo Testamento, libro "Hechos de los Apóstoles",
capítulo segundo, versículo 44 y 45, nos da luces acerca de la forma
como vivían los cristianos verdaderos:
"Todos los que creían vivían
unidos, teniendo sus bienes en común, pues vendían sus posesiones y
haciendas y las distribuían entre todos según la necesidad de cada uno".
De ese mismo libro de "Hechos de los Apóstoles" capítulo cuarto,
versículos 32, 33 y 35, extraemos el siguiente texto:
"La muchedumbre de
los que habían creído tenía un solo corazón y un alma sola, y ninguno
tenía por propia cosa alguna, antes todo lo tenían por común... No había
entre ellos indigentes, pues cuantos eran dueños de haciendas o casas
las vendían y llevaban el precio de lo vendido, y lo depositaban a los
pies de los apóstoles, y a cada uno se le repartía según su necesidad."
La Revolución Socialista y Bolivariana de
Venezuela, mediante la plena aplicación de la Constitución de la
República de 1999, busca
que todos vivamos con el producto del trabajo digno y no de la
explotación del hombre por el mismo hombre. Que ningún ciudadano oprima y
explote a otro hermano, tal y como vivían los auténticos cristianos
según lo referido por los textos de "Hechos de los Apóstoles", donde no
había entre ellos ningún necesitado, donde nadie llamaba propio ninguno
de sus bienes y se repartía a cada uno según sus requerimientos. Ese es
el verdadero mensaje Bíblico, Cristiano y del Libertador Simón Bolívar,
eso es lo que queremos desarrollar en Venezuela y América Latina, que no
existan necesitados, que todos puedan satisfacer sus necesidades
vitales y nadie padezca hambre, desocupación, falta de tierra,
insalubridad, ignorancia, carencia de techo o seguridad social. Que
todos los seres humanos ejerzamos el derecho irrenunciable a la vida y a
la felicidad.
Esta claro que la oligarquía y sus voceros construyen mentiras y manipulan la información para que
los cristianos se alejen del proceso de la Revolución Bolivariana en
curso, a favor de los humildes y la justicia fraternal por la que se
empeñó Jesucristo. Obviamente, eso lo hacen para conservar sus
privilegios, y porque saben que una distribución equitativa de la
riqueza, como lo propone el Socialismo y el auténtico Cristianismo, disminuirá
drásticamente sus groseros ingresos.
La oligarquía y el imperio a través de sus voceros declaran que a Cristo
no le
habría gustado el proceso Revolucionario Bolivariano. Eso es falso. La
Revolución Bolivariana tiene como objetivo fundamental redimir a los
pobres, a los que sufren, a los que amó Jesús. Jesucristo mismo fue
pobre. Nació en un establo. Era hijo de un carpintero. Buscó a sus
discípulos entre pescadores y campesinos. Predicaba que quien pretenda
seguirlo dejará sus riquezas porque es más fácil que un camello entre
por el ojo de una aguja antes que un rico se salve. Y cuando fue
necesario utilizó la fuerza, como cuando sacó con un látigo a los
mercaderes del templo. Para su doctrina fraternal, cada ser humano es un
templo vivo del Espíritu Santo y es preciso amarlo y ayudarlo. Si él
estuviera aquí y viera como sufren los seres humanos en su inmensa
mayoría, y como lo profanan e irrespetan todos los días, también tomaría
el látigo contra los oligarcas que buscan seguir humillando,
empobreciendo, saqueando, engañando y dominando al pueblo pobre que
tanto amó.
Jesús castigaría a los acaparadores de los alimentos, a los acumuladores
de la riqueza, porque EL dispuso que la tierra y sus bienes
sirvan
para todos, porque todos somos hermanos. Hoy, por la injusticia social y
el hambre, muchos niños mueren prematuramente. Por la miseria y la
desocupación mujeres se prostituyen y hombres delinquen. Por la
necesidad y el abandono, ancianos y niños, inválidos y seres sin
trabajo, piden todavía limosna en campos y ciudades de nuestros países, a
pesar de tanta riqueza, la cual ha sido secuestrada y saqueada por
una minoría de privilegiados, por una oligarquía sin corazón. Eso no lo
quería Jesús y ello es lo que aspira cambiar de raíz la Revolución
Bolivariana y las verdaderas fuerzas progresistas de toda la América
Latina.
Pero no esperemos que la oligarquia y el imperio se quedarán tranquilos, no esperemos que
las cúpulas estarán conformes con nuestro proceso, quienes han adorado
al becerro de oro, y han permanecido y están con el poder constituido
hoy combaten al proceso Revolucionario Bolivariano.
Cristo decía que había que cuidarse de los lobos con piel de cordero y
que había que conocer a la gente por sus obras y sus frutos, puesto que
los hijos de las tinieblas son más audaces que los hijos de la luz,
acostumbrados a llenar de penumbra la conciencia en nombre de la
claridad. La oligarquía, las cúpulas privilegiadas nunca ha dado buenos
frutos para el pueblo, de la misma forma que de los espinos no se sacan
racimos de uva, ni higos de los abrojos. Por eso quienes estamos
persuadidos de la maravillosa solidaridad de las concepciones Cristianas
y sabemos lo que en verdad dice la Biblia, trabajamos por la
Revolución Bolivariana, pacífica, solidaria, justiciera, libertaria, y
llamamos a sumarnos y a expresar nuestra adhesión frontal con este
proceso nuevo e inédito en la historia venezolana y latinoamericana.
La oligarquia local y mundial, a través de su vocero Capriles Radonski, hoy como siempre, ataca y atacará a todo
proceso que ansíe ayudar a los desvalidos y poner la riqueza de la
nación al servicio de todos sus hijos. Y para alejar al pueblo de estos
caminos de justicia social pacífica, estos Judas mienten y difaman todos
los días. Y de modo permanente hablan que la Revolución Bolivariana va a
quitar los bienes a los pobres, como si los pobres tuviesen bienes
exagerados y como si los seres solidarios, los verdaderos cristianos,
los verdaderos revolucionarios estuviesen en contra de los humildes.
Pero los pobres de nuestra Patria no se dejan engañar, saben muy bien
que la Revolución Bolivariana está en busca de hacer realidad los sueños
del Libertador Simón Bolívar, expresados muy claramente en su Discurso de Angostura.
No debemos escuchar los cantos de sirena de quienes ya gobernaron por
turnos concertados una y otra vez, y jamás se acordaron del pueblo sino
sólo para engañarlo en los procesos electorales. Es hora de avanzar
todos fraternalmente, tal y como lo ha venido demostrando el pueblo de
Venezuela, que está actuando con sabiduría y coraje. Para ello
necesitamos la integración de todos los cristianos socialistas, de todos
los partidos socialistas al proceso revolucionario en Venezuela,
porque separados y aislados somos frágiles y vulnerables. Una brizna de
hierba o un hilo de cabuya es fácil de romper, pero nadie puede con un
atado de alfalfa o una soga de la misma cabuya. Una gota de agua no es
nada pero un río crecido, que no es más que la suma de gotas en un mismo
cauce y con un mismo destino, es imposible atravesar.
Ya han transcurrido dos(2) siglos desde la Independencia y la fundación
de nuestras Repúblicas, y los pobres a los que Cristo prefirió, se les
presenta una esperanza para superar sus adversidades, la espada de
Bolívar fue desenvainada por el Comandante Presidente Hugo Chávez. Una nueva
conciencia de cambio es posible mediante la organización, entre otras
acciones audaces, como la construcción de una política democrática y socialista con miras a lograr una Patria de hermanos y
sin privilegios en la República Bolivariana de Venezuela y América latina.
Ese afán genuinamente Cristiano y fraternal, sueño
de nuestro Libertador, de redimir a todos los excluidos, es lo que hoy
en día llamamos Socialismo del siglo XXI el cual se continuará
construyendo, Dios mediante, el día domingo 07 de octubre de 2012
mediante la relección abrumadora del Comandante Presidente Hugo Chávez,
en la querida Patria de Bolívar, Venezuela.
Es la hora de erguirse en todo lo largo y ancho de América Latina para
evitar que se apropien del futuro de nuestros hijos y de las futuras
generaciones. Es la hora de emprender "El avance a paso de vencedores",
como lo ordenaran los Libertadores de nuestra América. Se oye ya el
clamor del triunfo inevitable; los invictos tambores y las resonantes
trompetas de las luchas libertarias de Boyacá, Carabobo, Pichincha,
Junín y Ayacucho, retumban ya por el corazón de América Latina.
¡Ha llegado la hora del Pueblo con Hugo Chávez en la Vanguardia!
Por una Patria Socialista ¡Viviremos y Venceremos.
(*) Trabajador Jubilado del MPPCTI
marcanoomarj@gmail.com