¡Chávez dispuesto a sufrir una Corona de Espinas!

Yo creo que si Chávez traspasa el umbral de este-por culpa de la MUD- valle de lágrimas, su presencia se acrecentaría a tal punto que sería un martirio para sus hoy enemigos, porque para nosotros sería el mayor desafío: profundizar la revolución bolivariana.

Pero ¡Uh Ah! Afortunadamente.

Hay una estirpe de hombres que parecen no irse nunca, sino quedarse vigilando para evitar que el pueblo sufra una corona de espinas y, prefieren llevarla ellos, antes que, verla sobre la cabecita de los niños de ahora y de los que vendrán. Eso es ser revolucionario. Eh, ese es Chávez.

Para un revolucionario verdadero, soportar individualmente una corona de espinas, es menos doloroso que verla sobre el pueblo. Es que un revolucionario, si es verdadero, debe tener una noción muy clara de lo que es el pueblo, debe saber que el pueblo somos quienes estamos, quienes estuvieron y quienes vendrán mañana, y ahí están nuestros abuelos y nuestros nietos y, no hay excusa alguna justificable para cruzar nuestros brazos, ante cualesquiera amenazas contra el pueblo.

Despojo de Islas Malvinas, por parte del imperio británico, y despojo de Guantánamo, por parte del imperio norteamericano, es una corona de espinas contra la Patria Grande, contra el pueblo grande y si queremos ir a las raíces del sentimiento revolucionario para tratar de encontrar el hilo de las explicaciones, debemos ir más allá del Ché y, eso lo sabe Chávez.

Los hechos deben ser para nosotros, el gran tribunal, siempre. El humanismo burgués apela a personajes de glorias mal habidas- un tal Mario Vargas llosa por allá, un Zapatero, un Felipe González y un Ricardo Lagos por acá, entre ellos-a quienes paga con dólares-aunque lavados-salidos de una letrina gringa; y, paga, el humanismo burgués, a tales sabandijas, para intentar deformar la realidad de nuestros pueblos sagrados, hacer sobrevenir el caos y pescar en río revuelto, pero todo proceso revolucionario debe ser como un viaje en barco, todo debe moverse, y quienes anden con la conciencia dormida deben ser despertados para que abran los ojos; no más, joder al pueblo, no más, apelar al criterio de autoridad impuesto por la OEA contra Cuba, porque la legalidad internacional es una mierda, lo sabe Chávez.

Ante tal realidad, Chávez apela a la vida para seguir luchando.

La Juventud venezolana del PSUV está obligada no sólo a derogar (con sus acciones) el humanismo burgués, vacío de realidades, sino, a impulsar un humanismo revolucionario y, entre otras cuestiones, debe demandar derogatoria del TIAR-Tratado Interamericano de asistencia Recíproca- y, ¡Vaya carajo, qué ayuda! el referido mamotreto (TIAR).

Pero, Argentina y Cuba tienen en común no sólo el despojo, como una corona de espinas sino que, por fortuna, tienen al Ché, uno de esos hombres que parecen no irse nunca sino, quedarse vigilando para evitar que la Patria Grande sufra más.

Y, por si fuera poco, Argentina y Cuba cuentan con Venezuela, en la lucha por la liberación de Islas Malvinas y Guantánamo, es decir, cuentan con Chávez y con Fidel.

Esa es-la integración del Sur-la más profunda preocupación de Chávez y de Fidel, esa es la verdadera corona de espinas.



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Guillermo Guzmán


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