Contradicción de esa derecha que castiga al proletariado

La burguesía obedece el Manifiesto Comunista

Las petulantes reacciones políticas  mediáticas expresadas a diario y sin empacho alguno por parte de los voceros más furibundos de la derecha nacional, ante las sucesivas y  más enérgicas derrotas sufridas en la humanidad de los miembros de la clase social siempre adueñada del país, siempre mandando, siempre quitando y poniendo a su antojo, siempre explotando según su condición, ayer de esclavistas, y hoy de capitalistas, dejan en claro, esas reacciones, decimos, que los procesos electorales democráticos que aquellos habían  manejado hasta la llegada del Tripresidente  Chávez, y siguen haciéndolo, a juzgar  por su terquedad en querer volver a Miraflores, nos dice, repetimos, que todas esas elecciones "populares" cumplidas por ellos con el concurso de sus defensores proletarios de la clase media engatusada y encopetada con ínfulas de burgueses,  no han pasado jamás de ser simples formalidades demagógicas para reforzar  con carácter constitucional o superestructural-y no estructural y así poder esconder su carácter económico-su poder burgués por encima del  proletariado.

Es por esa razón que cuando los candidatos adecos o copeyanos resultaban ganadores en las presidenciales, estadales y municipales, quedaba sobrentendido que los alcaldes, gobernadores y presidentes tenían que asumir la triste y vergonzante tarea de traicionar a sus electores, contra  el pueblo ingenuo y primitivo que no ha dejado de serlo todavía, y, en paralelo, poner los presupuestos municipales, estadales y nacionales a la orden de la alta burguesía que, no sólo ejercían directamente la custodia de sus intereses burgueses  mediante el ejercicio de cargos ministeriales, rectorales y militares encabezados por burgueses de mediano rango económica, sino a través de venezolanos incondicionales y serviles que nunca han faltado desde que Colón mancilló los primeros caminos coloniales "americanos".

Recordemos que a lo integrantes de la alta burguesía no los conocen ni sus hijos, no se retratan en grupo, no dan aspavientos por la TV, ni se ocupan de escribir una raya en la mediática impresa. Son los cipayos y paraburgueses más serviles quienes se encargan de esas sucias faenas burocráticas.

Y cuando, por ejemplo, el actual Tripresidente-con propiedad democrática-fue electo por una abrumadora mayoría, sin precedentes en la vida de los siglos electorales cumplidos a la fecha, ellos, los representantes de esa alta burguesía, aplaudieron su nombramiento y hasta-suponemos-ayudaron financieramente, salvedad hecha de los mezquinos y tarados casos de aquellos diputados que no menos ingenuamente creían que ellos tenían el poder que desde entonces se les iría de las manos.

Como sabemos, resultó  que cuando dispensaron protocolarmente la Primera visita a Palacio, ya Chávez en ejercicio presidencial, lo hicieron expresamente para entregarle en sus manos la pestilente nómina con los "preciosos"  preelectos de quienes los representarían como "administradores de los intereses de la burguesía. Chávez los ignoró y arrojó  a la papelera esa "orden" o papelucho burocrático. Fue entonces y sigue siendo lo mismo hasta ahora, cuando le adujeron que   ellos lo hacían y piensan seguir haciéndolo porque, sencilla y contradictoriamente, el propio Marx al lado del propio Engels así lo contemplan en el Manifiesto Comunista, habida cuenta de que "la función del Estado Burgués y de su alta burocracia es servir de junta directiva protectora del patrimonio de la burguesía.

1 "Cada etapa de la evolución recorrida por la burguesía ha ido acompañada del correspondiente éxito político, &. La burguesía, después del establecimiento de la gran industria y del mercado universal, conquistó finalmente la hegemonía exclusiva del poder político en el Estado representativo moderno. El gobierno del Estado moderno no es más que una junta (burocrática y militar) que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa." Tomado del Manifiesto de Marx y Engels que contradictoriamente resulta ser más conocido y aprendido por la burguesía que por los propios ultramarxistas. Yo introduje el paréntesis.


marmac@cantv.net



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Manuel C. Martínez M.


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