En toda revolución verdadera la contrarrevolución desarrolla un odio irracional contra la base social que lidera la revolución, en nuestra patria, este odio se dirige contra el pueblo pobre, contra los obreros, contra los soldados revolucionarios y contra los intelectuales orgánicos socialistas. Y esto no es algo extraño por tratarse de una lucha de clases entre los poseedores y los desposeidos, entre los dueños de los medios de producción y quienes no tienen nada que perder más que sus cadenas de opresión invisibles.
Los estrategas de la contrarrevolución imprimen una campaña despiadada de persecusión y odio clasista contra el liderazgo socialista, en nuestro país toda la maquinaria capitalista se ha dirigido a declarar enemigo número uno de la sociedad de clases al Camarada Presidente Hugo Chávez, debido a que la revolución bolivariana ha adquirido un nítido carácter socialista y anti imperialista a favor del pueblo explotado por la burguesía.
No es casual que el odio clasista de la burguesía se incremente día a día cuando el programa revolucionario tiene por objetivo la eliminación del latifundio, el control social de las principales fábricas y bancos que tienen que ver con la seguridad alimentaria y financiera del país. La burguesía siente que la revolución liderada por el camarada Chávez está afectando su interés particular privado e inteligentemente ha trasladado esta preocupación a los estratos superiores de la clase trabajadora, sus administradores, sus abogados y sus supervisores mejor pagados. El miedo a la revolución, que está afectando los intereses de la burguesía, se ha trasladado hacia sectores de la pequeña burguesía que aspiran lograr una posición privilegiada en la sociedad burguesa, es aquella clase en transición que le tiene miedo a las condiciones de vida de la clase trabajadora y aspira a ser burguesa. Esa misma pequeña burguesía, a pesar de su miedo a la revolución socialista, está consciente que la burguesía es también su enemiga en la lucha por la acumulación de capital.
Estos valores capitalistas de libertad y competencia, por los cuales luchan cada día los sectores de la pequeña burguesía, son en realidad vehículos para la explotación de la clase trabajadora, los campesinos y los desposeidos de la sociedad. Solo el socialismo puede dar un carácter democrático a la lucha por la libertad, pero esta lucha implica que el pueblo explotado y su liderazgo revolucionario afecten los intereses de la burguesía y se ganen el odio de esta clase social.
Para todo revolucionario es un honor que la burguesía le odie de la manera más despiadada ya que implica que la estrategia revolucionaria está orientada a reivindicar a los desposeidos, aunque esto implique sufrir persecusiones y represión. La revolución socialista se hace para ganar la paz y por amor a la humanidad y no para conciliar una paz indigna con los explotadores e imperialistas. Claro está, que en el camino hacia la revolución socialista, no todo es lineal y requiere de la flexibilidad política necesaria para ganarse a la mayor cantidad de voluntades a favor del socialismo.
Si la burguesía desea que el camarada Chavez se muera es por que este hombre es un revolucionario honesto y abnegado, que ha sembrado una semilla en la conciencia y en el corazón del pueblo bolivariano para luchar por una sociedad donde la explotación no tenga cabida.
Ahora más que nunca los desposeidos de Venezuela y el mundo estamos seguros que la situación revolucionaria y la lucha por el socialismo goza de salud a pesar de la enfermedad de su líder: Hugo Chávez Frías.
¡¡Viva Chávez!!
Independencia y patria socialista...venceremos
Delegado sindical Sintraintevep
Trabajador petrolero militante del PSUV
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