LA MISERIA DE QUIEN NO SABE PERDER, queda desnuda en la actitud de fracasados perennes dirigentes de la oposición, esperando anhelantes la muerte de Hugo Chávez como solución a la decrépita ineptitud política de la MUD, mesa de patas quebradas y unidad pulverizada nada “democrática”, transitando catorce años de frustraciones donde lo más relevante fue su encompinchamiento delincuencial desde el punto de vista electoral, con conocidos medios de agitación social en los que sus dueños y franquiciantes del periodismo se convirtieron en conspiradores anticonstitucionales, proasesinos y saboteadores de la economía, aplicándonos en Diciembre 2002 la medicina de la amargura, el desasosiego, el desaliento, la desazón y la tristeza, porque aplaudieron y transmitieron lo que en algunos casos por sus disparatadas decisiones político-informativas, llevó a la muerte a venezolanas y venezolanos de todas las edades desde recién nacidos hasta ancianos, a consecuencia del infeliz paro petrolero y la sinvergüenzura obligada de los paros “cívicos”, incluida suspensión de la temporada de beisbol 2002-2003, e igualmente sugerencias públicas a no celebrar navidad y despedida del año, no hablar de año nuevo ni comer hallacas, hasta que Chávez se fuera.
Diez años después, asombra la fruicción y el contento que reflejan por la televisión, aunados a las opiniones a través de estaciones de radio y periódicos que abandonaron la ética informativa. Los vemos, oímos y leemos entusiasmando nuevamente en forma engañosa a sus “fans”, con el cuento de llamar a elecciones si el 10 de Enero 2013 no puede juramentarse para otro período de seis años quien fue reelecto y continúa siendo desde la campaña electoral de 1998, el dolor de cabeza de los antipatria de la Venezuela responsables de tener durante medio siglo al país cual patria abobada, aletargada y entregada a las fauces del capitalismo, que entre 1959 y 1999 nos dominó por la ignorancia política aplicándonos la violencia y violación a los derechos humanos, en nombre del trasnochado anticomunismo y propugnando una supuesta “libertad” al estilo gringo explotador.
No volverán ni con Chávez ni después de Chávez luego del dos mil siempre, esos representantes enloquecidos contra la tradicional paz en navidad y año nuevo, a quienes familiarmente a pesar de su conducta necrofílica, les deseamos felicidad y prosperidad con tranquilidad de conciencia en el 2013.
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